Un siglo de antigüedad tiene esta guerra, personas antes que yo han peleado y an perdido la vida, un conflicto que no acaba y no sabemos cual es el motivo, solo miro aquella escena de el rey intentado convecer a su hija de que se case conmigo.
- padre es necesario casarme con ese caballero? - pregunto la princesa una vez que su padre regreso a la sala real.
- hija a ese hombre le debemos la gloria y la supervivencia de nuestro reino.
- pero yo no lo amo.
- en estos momentos no se gana una guerra con el amor.
- si, una guerra que no nos lleva a ningún lado.
Es verdad en esta guerra el amor no gana ni mejora las cosas, solo es una historia donde hay muerte, destrucción sin sentido alguno y eso es algo que e comprobado conforme gano cada batalla.
- Levi rechazaras la corona? - pregunto Petra mientras escuchábamos la platica de el rey y la princesa Historia.
- si - respondí, caminando alejándome de el lugar.
- pero? - hablo persiguiéndome.
- mi vida esta en el campo de batalla, yo solo soy bueno quitando vidas - hable.
- aún que peles sin ninguna razón? - pregunto mirándome, esperando mi respuesta.
- aún que sea esa para mi si es una razón - respondí.
- incluso la princesa sabe que esta es una pelea sin sentido, no sabemos que la provocó.
- tal vez lo sea pero yo jure lealtad a la corona así que no puedo negarme.
- entonces si el rey te mandara al campo de batalla solo por que te lo ordena lo harías.
- incluso si es por eso lo haría.
Ya no dijo nada más y yo tampoco le respondí, bajo la mirada llegamos al balcón yo me acerque a la orilla y ella me siguió.
- alguna vez, la reina a aparecido en batalla? - hablo intentando cambiar de tema.
- jamás la e visto, sus ejércitos aparecen de repente y luego se esfuman.
- aqui en el reino cuentan muchas cosas - ella miraba el atardecer, sus ojos reflejan un vacío y un sin fin de preguntas que tenían.
- relacionadas?
- con la reina, que ella es una bruja, que sus ejércitos son muertos resucitados por ella misma.
- si ella fuera una bruja, el reino hubiera caído hace mucho tiempo no crees? Y estoy muy seguro que sus ejércitos no son muertos.
- tienes razón.
Miramos el atardecer, ella me tomaba de la mano pero yo solo miré a la distancia, no le preste mucha atención.
- mañana iremos nuevamente al campo de batalla - hable sin voltear a verla.
- habrá otro ataque? - pregunto con un notable tono de sorprendida.
- no lo se, pero es por precaución, no sabemos que planea el enemigo.
- quiero que te cuides y no pongas en peligro tu vida.
- lo se Petra.
Ella se paro en frente de mí, mirándome a los ojos una lágrima salió, el atardecer era nuestro escenario mientras el aire soplaba, un solo suspiro y el espacio que ella disminuía mientras se acercaba a mi.
- aquí tienes a alguien que te espera.
- es más de lo que se puede pedir entonces.
Ella me beso, vacío sin significado, no había nada, no sentía algo.
- adiós - dije finalmente para marcharme.
Su mirada triste mientras veía como me marchaba, en estos tiempos cuando alguien se va es muy probable que jamás regrese y ella seguramente tiene miedo de eso, que yo no vuelva pero nadie sabe el resultado.
- capitán.
- está lista la formación? - dije una vez llegando.
- si, los hombres que entrenamos están listos, estamos preparados para marchar en cualquier momento.
- entonces en marcha.
Viajamos a la frontera, al límite de el reino acampariamos ahí para formar la estrategia y estar preparados para lo que sucediera.
En el reino enemigo.
- su majestad la estrategia está lista - hablo el caballero que lideraba el ejército.
- excelente.
El consejo estaba reunido todos los altos mandos de la realeza estaban reunidos organizando el próximo ataque que se daría.
- su majestad - habló el primer ministro - no cree que es demasiado apresurado para un ataque, pocos hombres regresaron de el último encuentro.
- está cuestionando mi autoridad?.
- no majestad.
- el rey anterior me dejó a cargo, hay que atacar esa es nuestra ventaja ellos no esperan que ataquemos ahora - suspiro - pueden retirarse.
- capitán - habló la reina de manera firme y tranquila.
- si majestad?.
- háblame del el caballero, el que mencionaste.
- no se mucho acerca de él, jamás lo e topado en combate solo e escuchado rumores de el.
- rumores, como cuales?.
- ya que el rey Reíss no tuvo hijos varones es posible que el sea el candidato para rey.
- así que el será el próximo rey - dijo aquella reina desbordando elegancia y belleza hipnotizando a su caballero más fiel.
- pero insisto son solo rumores majestad, nada hemos confirmado todavía - respondió recuperando la compostura pero aún así admirando lo hermosa que era la reina que estaba delante de él.
- aún así tengo una estrategia además de la que organizamos y es necesario que lo mantengas en total secreto.
- si mi reina - respondió aquel caballero fiel a la orden de la reina.
- todos creen que este ataque que aremos es precipitado pero el único fin que quiero es que captures a ese caballero. - hablo tranquila sin ningún tipo de emoción, su mirada tan inexpresiva como era acostumbrado.
- capturar? - pregunto curioso ya que jamás tenían sobrevivientes de guerra.
- acaso es sordo capitán? - hablo molesta una de las cosas que más odiaba la bella mujer es que le repitieran las cosas.
- no, no majestad - dijo cabizbaja tartamudeando un poco ya que se sintió atemorizado.
- este es un juego de ajedrez capitán y estoy apunto de empezar mi jugada y ese caballero es necesario, es una pieza clave.
- si majestad.
Fueron las palabras de aquel hombre después se marchó y empezó a formar a su ejército serían pocos hombres solo para ese ataque y cumplir la misión trataría de tener las menores bajas posibles antes de salir en camino miro sus manos por un momento, preguntándose por qué su reina quería la presencia de ese ser sin significado y indigno, los celos lo consumían ya que el estaba enamorado de esa reina.
- solo por mi reina te traeré con vida pero si yo pudiera te mataría con mis propias manos.
Continuará...
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La Reina (Rivamika)
FanfictionElla tan fría, distante y hermosa, una reina que tenía todo lo que deseaba sin importale consecuencia alguna El solo un caballero condenado a servirle y ser el capricho que más deseaba aquella reina. Portada echa por mi.