•𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐎𝐟 𝐓𝐡𝐞 𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐓𝐰𝐢𝐧𝐬• (𝐉.𝐉𝐤)

45.

Luego de algunas horas de recorrido, alguna que otra parada al sanitario y muchas peticiones de comprar alimentos, habían llegado.

Ciertamente no era el tipo de casa vacacional que Sun he esperaba, algo tradicional, pequeño y cercano.

En su lugar, una gran mansión los esperaba. En el lugar, incluso mucho antes de llegar, ya había logrado ver qué era una zona protegida por cercas eléctricas, algunas torres de vigilancia y distintos pases de seguridad antes y después de ingresar.

Por fuera daba la impresión de ese tipo de mansiones rústicas adecuadas a familias más sofisticadas, sobrias y recatadas, siendo claramente todo lo contrario.

A pesar de su fachada, la entrada principal se componía por una gran fuente donde se estacionaban los autos a su alrededor, algunos ventanales amplios y grandes rosales en la entrada iluminados por luces colocadas estratégicamente desde la fuente hasta la puerta.

Nam - Definitivamente quiero una entrada así en mi casa - dijo admirando incluso sin entrar, mientras que otros dos se adelantaban a hacerlo.

Al entrar era fácil distinguir la decoración minimalista en la mayor parte de la casa; contaba con un recibidor con percheros al instante, una pequeña mesa alta con bebidas específicamente colocadas para los nuevos invitados, y al fondo se podían ver las grandes escaleras divididas que se extendían en girasol por lados este y oeste, todas con barandal dorado y azulejos blancos reflectivos.

Tae - Estoy seguro que yo revisaré esta parte de la casa... Jimin, tú ve allá arriba, con esto veré si puedo manejar a mi gran hermano y hacer que su casa se vea igual - sus ojos brillaban ante la idea de por fin salir de la casa anticuada de sus padres.

Jimin - Definitivamente tienes que estar loco para creer que te van a dejar irte, pero iré, solo porque soy buen amigo.

Antes de subir, del lado derecho se encontraba una gran sala de estar con chimenea y una gran pantalla sobre ella, pequeñas mesas de café y sillones puff, todo en colores blancos, beige y negro. El espacio era grande por lo que aún detrás de la sala, se encontraba un pequeño bar con todo tipo de licores desde soju hasta el whisky más caro del mercado, esté se acompañaba de una barra con altos taburetes en él, y solo aún más atrás, uno se podía percatar de la salida que tenía hacia el gran patio trasero.

Del lado contrario de la planta baja, se escondía un largo pasillo inmediato a la izquierda de la entrada principal que daba hacia el cuarto de servicio y un pequeño baño resividor; fuera de ese, se encontraba un gran comedor de cristal con candelabros no muy exagerados pero elegantes a la vista, detrás de él se hallaba un pequeño separador a la cocina que era igualmente blanca con electrodomésticos en colores neutros, eso sin dejar de lado los ventanales al costado con gran corredor para el patio trasero, nuevamente.

Y mientras uno daba el recorrido de su vida en la planta baja, otro estaba doblemente maravillado, pues sin buscar nada, encontró oro.

Jimin - Claramente a mi no me darán una de las habitaciones del tercer piso - hablo con un puchero en su boca aún cuando nadie lo veía.

En los pisos de arriba, el primero eran dos lados con distintas habitaciones individuales -todas con ventanales-, dos baños con regadera separadores de pasillos y dos baños dentro de las habitaciones antes dichas, esto incluyendo la salida al gran balcón en la mitad del piso que agregaba unas escaleras directas al patio trasero. En la tercer planta se encontraban las habitaciones matrimoniales, dos frente a la escalera, dos a los costados y tres de espaldas a la escalera, todas con baños en cada una y grandes ventanas, excluyendo las de los costados.

Para terminar, en el gran patio trasero, por un lado, estaba un garage con algunas rampas que descendían hacia donde se escondía una piscina, a un costado estaba un jacuzzi de temperatura, y alrededor algunos pares de sillas playeras y un kiosco con una pequeña sala descansadora. Todo exceptuando la gran vista a la naturaleza que tenían de frente.