Deku

De rosas salvajes y arañas en la barriga

Rosa salvaje: Te seguiré a todas partes.

El cielo negro cubierto de estrellas estaba poco a poco menguando al palido azul del amanecer teñido de naranjas, rosas y fuccias poderosos, un lebe lila se arremolinaba entre las nubes mientras el sol rompia la oscuridad pacifica de la madrugada con sus primeros rayos dorados. Las tonalidades malva cada vez más nítidas; estrellas que se desvanecen en la nueva luz de la mañana y un mundo que despierta en caos.

El viento algo frío golpea las pieles pálidas teñidas de hollín, ceniza y sangre seca, cabellos desordenados, revueltos por la briza poderosa contra la que chocan en su rápida huida, el sonido persistente de sirenas de policias y bomberos aun los perseguían en la distancia, cada vez más lejos, pero aún presentes, los tejados y callejones se habían vuelto un mar de héroes y oficiales, ningún lugar era seguro. Pero aquí en el aire, más libres que nunca y tan llenos de adrenalina, nada parecía importante.

El viento batía los cabellos nuevamente verdes del pecoso, su mentón manchado de sangre, mientras una nueva estela de la misma se abría paso por su rostro, ojos cansados y desenfocados, labios agrietados, aun rojos, solo por el intercambio de besos agresivos, ojeras cada vez más pronunciadas y un sudor frío cada vez más evidente. Deku no estaba bien.

¿Pero en realidad cuando lo ha estado?

Las respiraciones del joven con pecas eran laboriosas y evidentes, casi parecía resollar, su cuerpo temblaba y a medida que avanzaban, fue evidente para el bicolor que algo andaba mal, ya que su altitud oscilaba, iban muy alto y de pronto comenzaban a caer solo para recuperarse un poco después y volver a la altura segura de dónde venían-¿Necesitas descansar?-Preguntó con una preocupación genuina Shoto, mirando atentamente el cuerpo del villano más bajo, Deku solo lo miró un momento antes de negar rápidamente y maldecir tras sus acciones, al parecer la negación enérgica con su cabeza le había hecho peor.

-Necesitamos llegar pronto a la guarida-Dijo el niño de cansados ojos verdes mirando a la distancia por sobre la neblina de cansancio que salpicaba sus ojos-Necesito que estés atento Shoto-Alertó el más bajo mirando al bicolor-Me voy a desmayar-Advirtió-Sucederá de un momento a otro y no debes asustarte, es lo natural cuando me excedo-Explicó, ante sus palabras Shoto miró con mayor preocupación su condición y mordió sus labios con impotencia al notar la incesante hemorragia y el cada vez más pálido cuerpo del tembloroso chico a su lado.

Nuevamente quedaron en silencio mientras el hijo menor de Endeavor procesaba lo dicho por el pecoso, entonces y solo entonces reconoció que no habían hablado después de partir del edificio en llamas, sus labios habían estado sellados y picando con un adormecimiento dulce. Jadeo entre dientes y cerró sus ojos... Se habían besado.

Shoto acababa de tener su primer beso...

Un beso entre la muerte, el caos y la decadencia.

El joven con heterocromía no pudo evitar recordar el contacto.

Los labios suaves aunque algo agrietados de Deku sobre los suyos, sus lenguas juntas, sus respiraciones combinadas, el calor de sus cuerpos presionados. Shoto trago, duro y ruidoso mientras un remolino de emociones nuevas lo sacudía y algo se revolvía violento en su estómago, casi dando cosquillas incómodas.

El fantasma de los labios del pecoso aún persistía en su mente, así que inconscientemente llevó su mano hacia sus labios y acarició el lugar como añorando el contacto.

-Ya veo la cuadra del bar-Murmuro rápidamente a su lado el peliverde atrayendo la atención del bicolor rápidamente-Lo veo-Respondió quedamente Shoto alejando sus dedos de sus labios, pero lamiendo el lugar igualmente-Falta poco-Señaló el bicolor y entonces el cuerpo del pecoso tembló violentamente y un jadeo dolorido escapó de sus labios antes de que ambos comenzaran a caer sin control, el suelo aún muy por debajo de ellos.