Capítulo: 7 Corazón herido☑️

978 241 116
                                    

Diol observa cómo nuevamente equipan la habitación del esclavo; con juego de habitación idéntica a la de su señor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Diol observa cómo nuevamente equipan la habitación del esclavo; con juego de habitación idéntica a la de su señor.

—¿Esto es el colmo, ese maldito esclavo, ¿acaso pidió los mismos muebles?

—No, el modelo es parecido, pero todo lo que viste que entraron es mucho más caro—dice Diamond ya listo para ir al hospital.

Diol se espanta, gira su cuerpo y se inclina.

—Disculpe, pero eso me molesta.

—No deberías, no son tus asuntos, ahora vamos debo demostrar a mis súbditos que soy un omega normal que va al hospital para buscar sus resultados de embarazo.

Había pasado un mes y medio desde que el rey tuvo con él, al tener un retraso decidió ir al hospital, cuando en los periódicos vieron aquello, se sorprendieron las noticias, era la siguiente.

El consorte real confía su salud en los médicos del sector público.

Todos alabaron al consorte.

—Si sale embarazado, el rey solo tendrá ojos para usted. Así que dudo que piense en buscar al golfo.

Diamond suspira.

—De verdad cambiemos de tema, yo no soy cómo tú o Gulf a mí me criaron para servir a mi familia y a ese omega para sobrevivir ni más ni menos, yo no espero amor sencillamente eso no nació para mí, mientras el rey me dé mi lugar y a Gulf le dé su posición me basta y me sobra así que cierra la boca y no opaque mi día con chismes absurdos—luego lo mira—por cierto esos aposentos son míos ahora. Por eso los muebles son del mismo estilo y más caros.

Un mes atrás.

—No sé cómo demonios hiciste esto, ¿acaso es tu primera transformación?

—Nunca me había pasado, lo juro—dice mientras hablan fuera de la habitación.

Mew solo pudo suponer que Gulf era un omega dominante, aunque su sumisión decía todo lo contrario.

—¿Dónde dormiré?—dice algo avergonzado, sus aposentos estaban completamente destruidos, incluso había paredes en el suelo. Y todo era su culpa.

Diamond en ese momento sale.

—Ahí no duerme más—dice con su tono de voz autoritario.

—Con qué derecho respaldas tu palabra—dice Mew tranquilamente.

—Con la autoridad que seré la madre del cachorro que está creciendo desde hoy en mi vientre y con la autoridad que soy su esposo y me debe respeto.

Gulf desafía con la mirada a Diamond, este lo ignora y entra a sus aposentos. Ahí supo Gulf qué Diamond ya sabía.

Mew abraza a Gulf por detrás.

—Hoy dormirás en mis aposentos, siéntete afortunado.

Gulf quita las manos de Mew bruscamente y se aleja, Mew lo agarra por los cabellos inclinando hacia atrás su cuello.

El Esclavo Del Monarca  (Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora