Capítulo: 22 Una mano amiga. ☑️

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Mariano sale de Gulf, y lo abraza, sentir su cuerpo cálido era delicioso.

—Qué idiota los que estuvieron antes de mí, en perder tan suculento manjar. En especial ese tonto rey.

A Gulf no le gustaba escuchar nada de Mew.

—¿Qué tanto odias a ese sujeto?

Gulf no entendía aquella pregunta.

—¿Por qué me pregunta aquello?

—Porque mi imperio le ha interesado toda la vida ese reino, ya que tiene una enorme extensión de tierra que no usan las cuales poseen las minas más grandes de diamantes y oro en el mundo. Son recursos qué siempre nos han interesado, pero los cuales ni con el casamiento de mi hermano hemos conseguido, pero si tú comunicas frente al tribunal real que eres la madre del heredero podemos declararles la guerra por ofensa a mi hermano ya que está prohibido tener hijos con plebeyos—Mariano no quería usar la palabra esclavo, eso haría sentir mal a su perla—no podemos invadir sin una excusa decente.

Gulf ya tenía un año en una perfecta relación con Mariano, no lo gobernaba, podía salir con otros alfas y verse cuando él lo deseaba y eso era muy cómodo para él, demasiado bueno para ser verdad. Al parecer su lobo negro era un idiota conquistador cómo su padre, algo malo tenía qué tener.

Gulf le responde:

—Son tierras salvajes y los dioses nos bendicen con alfas, cambia formas gracias a qué respetamos a los puentes espirituales. Además, esas tierras son patrimonio de la humanidad, la mayor reserva de tribu en todo el planeta se encuentran en esas tierras.

—Y no lo dejarán de ser porque la habitemos, esas tribus las vamos a ubicar, además Luna roja siendo parte del imperio, su política cambiará, quitaremos la granja, los omegas tendrán libertad y no será una cueva de esclavos. Y si esos salvajes quieren ser reinsertados en la sociedad con gusto lo ayudaremos.

Gulf no podía creer lo que oía.

—¿Por eso estás conmigo porque soy una maldita llave para que tu papi logre su objetivo?—dice ya no sorprendido de los idiotas qué les tocaban.

Mariano responde asombrado:

—Por supuesto que no, yo te amo, pero soy el heredero y cuando me entreguen el poder quiero lograr cosas grandes, aquella victoria no será de mi padre, será mía y tú cómo mi pareja debes de apoyarme, pero no te voy a obligar a nada, además debo de darte protección en caso de que decidas ayudarme en mis planes.

—¿Cómo qué tipo de protección?

—Convertirte en mi emperatriz, y para eso debes convertirte en mi esposo—dice sonriéndole.

Gulf bajó la guardia y pensó que aquello era imposible porque él no era noble y su padre al saber de su relación dijo que cómo amante podía tenerlo, cosa que Gulf no aceptó.

—Pero no puedo ser tu consorte, tu padre fue muy claro en eso.

Mariano, no aguantando esa dulce voz, empieza a lamer los pezones de Gulf, este empieza a gemir.

—Claro que sí, confía en mí, en unos días verás que todo es posible, por ti soy capaz de destruir todo a mi paso para tenerte. Se posiciona y Gulf lo recibe abrazándolo para sentirlo mucho más profundo, pero el placer no nubló su juicio, era cierto que sería lindo ser emperatriz, pero no a costa del trono de su hijo, eso sí que no.

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El Esclavo Del Monarca  (Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora