El ataque del Kyubi

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"El verdadero honor de un shinobi no es su forma de vivir, sino su forma de morir"

El sol brillaba en lo alto de la aldea de Konoha. El pueblo tan colorido y lleno de vida, estaba muy concurrido. Los aldeanos vendiendo sus productos, o comprándolos. Padres y niños en el parque riendo. Los shinobis disfrutando del día descansando o reuniéndose con amigos.

Era un hermoso día, pero nadie sabia que una gran tragedia se desataría al anochecer llevándose miles de vidas. La muerte de civiles, shinobis y niños traería una gran tristeza a la aldea.

En una casa de Konoha

Una mujer de ardientes cabellos rojos entró a la habitación de su hija.

- ¡Misato-chan! ¡Vamos a visitar a Kushina-chan! ¡Hoy va a tener a su bebé Naruto! - dijo entusiasmada kaa-chan

- Hai - le sonreí

No me sentía muy feliz es decir, dentro de unas horas morirán Minato y Kushina para salvar a Naruto. Eso me entristece.

Seguramente pensarán cómo una niña de casi dos años puede hablar. La razón es que al tener la mente de adulto pude dominar más rápido el habla, caminar está en progreso y escribir también.

Kaa-chan y yo caminábamos por el pueblo. Qué día más fascinante. Recuerdo lo que va a pasar y siento que mucha de esta gente va a morir. No puedo hacer nada para evitarlo.

Llegamos a la casa, subimos unas escaleras y ella tocó la puerta.

- ¡Kushina-chan! - abrazó inmediatamente kaa-chan

- ¡Kasumi-chan me alegra que hayas venido, dattebane! - saludó felizmente

- Kushina, no puedes andar diciendo a la gente que hoy nacerá tu bebé - regañó una mujer castaña

La reconocí como Biwako Sarutobi, la esposa del Tercer Hokage.

- ¡Pero es mi mejor amiga, dattebane! - replicó

- Hai, hai no peleen - dijo Minato tratando de calmarlas

- Minato, voy a ir a Ichiraku Ramen con Kasumi y Misato. ¡Hasta luego, dattebane! - salimos rápidamente antes de que Biwako se opusiera

Mientras caminábamos por las calles kaa-chan comenzó a hablar.

- Asi que Kushina, ¿Cómo te sientes? - preguntó kaa-chan

- Estoy bien, dattebane - respondió Kushina

- Me refiero al Kyubi, ¿Cómo te hace sentir?

- Estoy un poco preocupada por si intenta salir, que seguro lo hará - suspiró - pero Minato estará conmigo y él lo sellará de nuevo.

- Hai, puedo estar contigo por si se va de las manos - ofreció kaa-chan

- No te preocupes Kasumi, estaremos bien dattebane - aseguró Kushina

Llegamos a Ichiraku Ramen. ¡Por Dios! Se ve igual que en el anime, las cortinas y todo. Es gracioso que Naruto haya heredado su amor al ramen por Kushina.

Kaa-chan y Kushina comenzaron a hablar de trivialidades, cuando sentí que alguien nos observaba. Miré hacia un árbol cerca y vi al mismo anbu de extraño pelo gris.

¡¿Cómo no me di cuenta antes?! ¡El anbu con extraño pelo gris que desafia la gravedad es Kakashi Hatake!

Ahora recuerdo que él tenía que cuidar a Kushina durante su embarazo. Lo observé tanto que no vi llegar a Biwako.

- ¡Kushina! - llamó Biwako - Es hora

- ¿Ahora dattebane? - preguntó Kushina

- Biwako, acompañaré a Kushina durante el camino - informó kaa-chan

Las cuatro empezamos a caminar lentamente. ¡Qué rápido ha pasado el día! Espero que no mueran, pero es inevitable.

- Debemos apresurarnos - dijo Biwako

- Hai - contestaron al unísono

En ese momento una joven de cabello negro iba caminando con un bebé en brazos. Biwako se adelantó y la mujer la saludó.

- ¡Oh mira! ¿Es una niña? - le preguntó Kushina a la mujer

- Es un niño - contestó sonriendo

- ¡Es un bebé tan lindo! - sonrió kaa-chan

- ¡Hai! ¿Cómo se llama? - preguntó Kushina

- Sasuke - contestó mirándolo con cariño

El bebé se llama Sasuke... ¡Sasuke! ¡No lo puedo creer! ¡Es Sasuke Uchiha! ¡Osea que la mujer es Mikoto Uchiha! ¡Me voy a desmayar!

- ¡Oh! ¡Se llama igual que el padre de Sandaime Hokage! - exclamó Biwako

- Hai, por eso crecerá y se convertirá en un gran y fuerte shinobi - dijo feliz Mikoto

- Misato-chan también se convertirá en una extraordinaria kunoichi - comentó feliz kaa-chan. Me sonrojé.

- ¡Oh! No la había visto. ¡Es preciosa! - complementó Mikoto - Vas a dar a luz pronto, ¿verdad, Kushina? Deberias de escoger un nombre

- Ya tenemos uno, se llamará Naruto - dijo acariciando a Sasuke - Serán compañeros, Sasuke-kun, asi que serán amigos... ¿Bueno? A todo esto, ¿Duele cierto? - le susurró a Mikoto

- Asi que por fin algo te asusta, Kushina. ¡Estoy sorprendida! - sonrió Mikoto

- Kushina, no puedo creer que tienes miedo - bromeó kaa-chan

- ¡Vámonos Kushina! - la tomó de la mano Biwako arrastrándola

- ¡Oh si! ¡Nos vemos! - se despidió de Mikoto

Unos metros más adelante Biwako habló.

- Los detalles de tu parto se suponen que son ultra secretos. Hasta que lleguemos al lugar debes evitar todo contacto, incluso con tus amigas - regañó Biwako

- Hai, lo siento - se frotó el cuello - Supongo que nos vemos más tarde Kasumi, Misato-chan

- Hai, ¡Adiós! - la abrazó kaa-chan

- ¡Hasta luego Misato! - me besó la frente

Kaa-chan y yo vimos como Kushina y Biwako salían de la aldea. Kushina se dio vuelta y nos saludó por última vez.

La noche llegó con rapidez, ya estábamos en casa. Estaba tan nerviosa, a la espera de la aparición del Kyubi. Miré por la ventana, una gran nube de humo se veía a lo lejos

Fue en ese instante que una poderosa ráfaga de chakra inundó la aldea. Ese chakra era tan fuerte, maligno y lleno de poder que me asustó en gran medida.

- ¡Kasumi! ¡El zorro de nueve colas está atacando la aldea! - gritó desesperadamente tou-san

- ¡¿Qué?! ¡Tenemos que ayudar a Kushina y Minato! - gritó kaa-chan

- ¡Vámonos! Pero antes pon una barrera a Misato para que esté protegida - dijo mirándome

- ¡Hai!... Misato-chan, tou-san y kaa-chan volverán en un rato - me dijo kaa-chan mientras realizaba unos sellos con sus manos

Una barrera de color rojo me rodeaba, al parecer me tiene que proteger de posibles ataques.

- Misato, conviértete en una gran kunoichi, no permitas que nadie te subestime - habló tou-san - sé que en el futuro todo el mundo te conocerá. Aishiteru - besó mi cabeza

¿Por qué todo esto parece una despedida? ¿Y desde cuándo tou-san demuestra cariño?

- Kenji... - susurró kaa-chan

- Kasumi, los dos sabemos que posiblemente no salgamos con vida - dijo tou-san

- Lo sé, pero hay que intentar sobrevivir... Por Misato - dijo Kasumi con tristeza

- Hai

- Misato-chan, te prometo que volveremos - me abrazó

Los dos se fueron de la casa dejándome protegida por una barrera. Espero que vuelvan con vida. La puerta principal se cerró suavemente.

- Sayonara - susurré en la oscuridad

En la lejanía se escuchaba los gritos desesperados de la gente y los rugidos del Kyubi.

Crónicas de una kunoichi  #ShippudenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora