Danzo Shimura

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"Una sonrisa dura solo un momento pero su efecto toda una vida"

Misato se despertó muy animada, desayunó y salió rumbo a su apartamento. Sonrió con maldad, hoy le haría la vida imposible a Sasuke. ¿Por qué? Bueno, él perdió la apuesta. Por supuesto estaba un poco triste por lo que había pasado, pero no lo demostraría.

Desde que la familia de Sasuke había sido asesinada, él se fue a vivir a un pequeño apartamento. Misato saltó en el techo y observó por la ventana su habitación. Todo estaba muy ordenado y la cama bien tendida. ¿Dónde estaba?

La puerta del baño se abrió, y Sasuke salió de allí. Oculté mi chakra, al parecer recién se había levantado. Decidí hacer mi entrada. Abrí la ventana fácilmente y salté dentro de su habitación.

− ¡Sasuke! - grité haciendo que saltara conmocionado por mi entrada

− ¿Qué haces en mi apartamento, Misato? - preguntó aburrido

− Cierto alguien perdió una apuesta y ahora es mi subordinado por tiempo indefinido - comenté casualmente mirándome las uñas

− Hn

− Bueno, ya desayunaste. Nos ahorra tiempo para lo que tenemos que hacer - dije sonriendo

− No pienso ir a ningún lado

− Sí, lo harás. Como dije eres mi subordinado, asi que vamos - indiqué tomando su mano y saliendo por la ventana rápidamente

− ¡Misato! - gritó en protesta

Luego de soportar sus quejas todo el camino hacia la casa de Naruto finalmente se calló. Mis oídos pudieron descansar tranquilamente. Suspiré con resignación, ahora tendría que despertar a Naruto. Entré a su apartamento junto a Sasuke, la puerta estaba sin llave. Fruncí el ceño, que descuidado que es.

− Naaruutoo - canté mientras tiraba a la basura papeles - ya despiértate

No pasó nada. Este chico tiene el sueño muy profundo, ni siquiera un tornado lo despierta. De repente una brillante idea vino a mi mente. Sonreí. Sasuke levantó una ceja ante mi sonrisa, presentía que iba a hacer algo estúpido.

− ¡Naruto-kun mira! ¡Sasuke se convirtió en Hokage! - grité fingiendo emoción

− ¡¿NANI?! - se levantó de un salto - ¡No voy a permitir que el teme se convierta en Hokage antes que yo, dattebayo!

− Hn. Dobe - dijo Sasuke

− ¡¿Qué haces en mi casa, dattebayo?! - preguntó Naruto señalándolo - ¡Solo Misato-chan puede entrar sin mi permiso!

− Misato me arrastró hasta aquí - dijo entrecerrando los ojos

− Así es, Naruto-kun - dije felizmente - es que Sasuke perdió una apuesta y ahora es mi subordinado, por lo tanto me ayudará en lo que necesite

Al escuchar esto, Naruto se rio de Sasuke. Y este le revoleó una pantufla que encontró. Sonreí ante sus actitudes infantiles, quizás con el tiempo volverían a unirse y continuar siendo mejores amigos.

− ¡Vamos, chicos! - tomé sus manos y los arrastré por la puerta

− ¡Espera! ¡No desayune! - se quejó Naruto

− Ten esta manzana - le entregue una manzana - y ya cómetela, necesitarás energía

− ¿A dónde vamos, Misato? - preguntó Sasuke

− Ya verán

Llegamos a un campo de entrenamiento, era realmente hermoso. El césped verde brillante y árboles por doquier. El sol brillaba en lo alto del cielo, no había ni una sola nube. El perfecto día para entrenar.

Crónicas de una kunoichi  #ShippudenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora