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Blake iba unos pasos más adelante que Luke ya que sus pasos eran más largos de lo habitual.

—Así que Daisy y tú son amigos ahora —dijo sin dejar de ver al frente.

—Por así decirlo. Ella es genial.

—Claro que lo es, es cómo una reina en estos barrios.

—¿A ti no te agrada? —preguntó Luke dando dos zancadas para alcanzarla.

—Al contrario, me agrada demasiado. Fuimos mejores amigas en secundaria, su hermana mayor fue novia de mi hermano.

    Ambos se encontraban de regreso a casa después de otro día agotador de escuela, después de tres días Blake había regresado al instituto ya un poco mejor, aunque todavía se sentía un poco débil debido al resfriado que había pescado el pasado fin de semana.

—¿Ahora ya no son amigas?

—Así es, un poco después de que nuestros hermanos dejaron de salir, nosotras también dejamos de frecuentarnos —se quitó el cabello de la cara—. Nos graduamos de la secundaria y cada quien siguió con su vida.

    Luke al escuchar aquello trato de imaginarse a Blake y a Daisy como amigas ahora, la verdad parecía algo irreal, debido a que ambas eran muy diferentes. Su intención no era compararlas, pero la diferencia entre personalidad era muy clara.

—Sé lo que estás haciendo Luke —dijo, llamando la atención de Luke—. No tiene caso siquiera que lo pienses, sería muy improbable que ella y yo volvamos a ser cercanas.

    A el rubio claramente le sorprendió escuchar como Blake había acertado con sus pensamientos.

—¿Cómo sabías que eso era lo que estaba pensando?

—Era demasiado obvio Luke —respondió con un tono calmado—. Te quedaste callado por demasiado tiempo después de habértelo dicho. Además de que sé que parece una mentira, pero alguna vez fue verdad.

Blake se detuvo y se giró para ver al chico que estaba observándola. Ella hizo una pequeña mueca y retrocedió para quedar a dos pasos de él.

—¿Quieres sentarte a escuchar un poco de música? —preguntó antes de señalar una pequeña banca que estaba debajo de un árbol que aparentaba ser demasiado fresco.

—No tienes que preguntármelo dos veces.

—Bien. Porque no planeaba hacerlo.

    Tomándolo completamente desprevenido, Blake lo tomó de la mano para así llevarlo hasta la banca para que se sentara junto a ella.

    De su mochila sacó su pequeño reproductor y sus audífonos, Luke aún seguía un poco aturdido por lo ocurrido y ella estaba tan normal. Ella fue la primera en colocarse uno de los audífonos antes de darle el otro a Luke.

—¿Te gusta Cigarette After Sex? —preguntó mientras buscaba en su reproductor.

—No he escuchado nada sobre ellos —murmuró.

—¿Estás hablándome en serio? ¿A caso vives debajo de una roca? —preguntó completamente incrédula.

—No te he mentido antes, no tendría sentido hacerlo ahora.

—No puedo creerlo Luke. Es momento de darte una pequeña demostración de la buena música que te has estado perdiendo los últimos años.

    Blake estaba en un dilema sobre que canción debería de poner para que Luke conociera sobre la música de Cigarette After Sex, quería que tuviera una experiencia inolvidable al escucharlos por primera vez.

    Así que después de habérselo pensando por varios minutos con decisión le dio play a la canción de Sunsetz. Esa no había sido la primera canción que ella había escuchado de ellos, pero era una de sus favoritas.

    Inconscientemente Luke cerró los ojos a los pocos segundos del inicio de la canción. La música era muy relajante y la letra lo hacía pensar.

    Blake también tenía los ojos cerrados. Ya había perdido la cuenta de las veces que ha escuchado esa canción dese que la escuchó por primera vez.

El sol estaba en su punto más alto, pero estar debajo de aquel árbol les estaba transmitiendo un poco más de tranquilidad y Blake estuvo demasiado segura de que pudo haber sido capaz de quedarse dormida ahí mismo.

    Un minuto fue suficiente para que Luke comprendiera la indignación de Blake hace unos momentos, si él conociese una banda igual de buena, también le hubiese dado algo al escuchar a alguien decir que no había escuchado de ellos en el pasado.

—¿Ves a lo que me refería Luke? —musitó—. Esta es buena música que te has estado perdiendo.

    Luke volteó para poder verla a los ojos, pero al hacerlo se encontró con sus ojos cerrados y una respiración lenta. Luke se sentía algo atrapado por las pecas esparcidas por el rostro de la chica, le recordaba mucho a la última noche que tuvo en Sídney junto a sus amigos.

    Y antes de que ella abriera los ojos, Luke había dejado de verla para prestar atención a la canción.

—Tenemos que irnos a casa —dijo Blake mientras se enderezaba en la silla—. Tengo una cita con el doctor a las tres, mamá me matará si no llego a tiempo.

—¿Por qué no me lo dijiste? —preguntó Luke—. Pudimos escuchar música mientras caminábamos.

—Lo sé, lo sé, lo sé —arrastró las palabras—. Pero quería sentarme a escuchar un poco de música contigo, Luke.

—Tienes cosas importantes que hacer, sabes que podemos escuchar música las veces que quieras, pero no dejes tus asuntos importantes a un lado.

    Esa vez fue Luke quién tomó cierta iniciativa para tomarle la mano. Bueno más bien, agarrarla de la muñeca incitándola a levantarse de la banca para volver a caminar.

—Andando Blake.

—¿Estás ordenándome Luke Hemmings? —enarcó una ceja.

—No Blake, estoy pidiéndotelo.

    Para Blake aquello se había escuchado más una orden que una petición, quizás fue debido al tono marcado que el rubio utilizó para decírselo.

—De acuerdo...pero sigamos escuchando música, quiero que escuches Don't let me go conmigo.

—No podría decirte que no, Blake.

    Blake quiso sonreír, pero se contuvo y comenzó a caminar a la par del chico, quien aún la sostenía de la muñeca y ninguno de los había mencionado nada acerca de eso.

    No quisieron alarmarse, tan sólo lo dejaron pasar. Sus pasos eran sincronizados y lentos. Blake había dicho que tenía algo importante que hacer en poco tiempo, pero quería ir lento.

    Quería escuchar todas las canciones que pudiera con él.

Only | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora