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15 de septiembre, 2018
Canberra, Australia.


    A pesar de vivir en la capital del país, Melbourne y Sídney se roban siempre el protagonismo. No era una queja, era más bien un punto de vista por parte de Blake.

Hace varios días que su resfriado había desaparecido completamente y ahora se sentía mejor que antes. El verano estaba en sus últimas semanas y eso la relajaba bastante.

    Definitivamente el verano era su estación menos favorita del año, prefería mucho más el otoño. Le gustaba ver como las hojas de los árboles se volvían marrones y con ligeras brisas iban desprendiéndose del árbol.

   Afortunadamente era sábado y Blake podía disfrutar de un día completamente libre, no tenía tareas pendientes y el clima esa tarde era fresca. No había calor insoportable.

   Desde que el sol salió y ella despertó no había querido abandonar su cama incluso se negó en ir a desayunar, aunque a los pocos minutos su estómago exigía de alimentos y no tuvo de otra que levantarse de su cómoda cama para ir a comer algo.

   Quería aprovechar el tiempo libre que tenía ya que esa tarde había acordado con Luke verse para ir a la presentación de una obra de teatro en la que la hermana menor del rubio estaría participando.

    Ya tenía establecidos los horarios en los que comenzaría a arreglarse para ir a la obra, pues se conocía bastante bien y sabía lo mucho que llegaba a tomar para elegir que ponerse.

    Cuando su reloj marcó las tres de la tarde, dejó todo en pausa y se levantó para dirigirse a su baño y darse una ducha, la cual no le llevaría más de quince minutos para después regresar a su habitación y comenzar con la tarea más difícil de todas:

    Elegir su ropa.

    Blake era sabedora de que las personas en las presentaciones de obras de teatro siempre van elegantes y ella no quería ser la excepción, no por ser alguien vanidosa, sino porque no quería llamar la atención usando una ropa "llamativa" y la única forma en la que iba a lograr aquello era mezclándose con los demás.

   Mientras rebuscaba en sus cosas algo que pareciera apropiado para la ocasión se preguntó; ¿cómo se verá Luke con traje?

—¡Blake no olvides que Luke vendrá por ti a las cuatro treinta! —le recordó su madre desde el otro lado de la puerta.

—Lo sé mamá, tengo medido mi tiempo.

    Esa vez tuvo que organizarse para que no fuese impuntual, Luke vivía al otro lado de la calle por lo que la tardanza no era una opción para alguno de los dos.

Aunque ambos sabían quién era más probable a llegar tarde y esa persona era ella, Blake.

Luke no tenía problema con eso ya que sabía que si alguna vez él fuese el de la impuntualidad Blake no le reclamaría algo, incluso estaba seguro de que no le prestaría mucha atención y no estaba para nada equivocado.

Esa era la primera vez en la que Blake iba a un teatro desde hace varios años, la última vez que el piso un teatro fue cuando tenía seis y fue porque su hermano había decidido participar en un musical escolar.

Cole siempre estuvo más involucrado con esa clase de cosas escolares desde que era muy pequeño, algo que Blake no hizo. Era bastante evidente que Cole y Blake eran dos personas completamente distintas, podían tener el mismo apellido y la misma genética, pero eran dos polos completamente opuestos.

Blake siempre fue más reservada, mientras que Cole fue más abierto con las personas.

Al terminar de arreglarse tomó aquel pequeño bolso negro que había usado dos veces desde que lo compró hace tres años y salió de su habitación. Iba bien de tiempo y eso la tranquilizó. Fue en busca de su madre para despedirse.

—Ya me iré —avisó desde el marco de la puerta—. Luke no debe de tardar en aparecer, te veo más tarde.

—De acuerdo, ve con mucho cuidado y salúdame a los Hemmings —dijo dándole una sonrisa.

—Lo haré.

Blake se despido agitando la mano y se alejó de la habitación de su madre para ir a la puerta principal y tomar sus llaves y no perdió más tiempo.

Estaba saliendo de su casa cuando su cuerpo chocó con otro haciendo que ambos retrocedieran. Blake se llevó una mano al rostro para quitar el cabello que se le había ido a la cara para ver al rubio que estaba frente a él.

—Hey lo lamento —dijo avergonzado.

—Está bien —aseguró—. Debí de haber visto antes de salir de casa —se acomodó el cabello—. Vamos a tiempo, ¿verdad?

—Si, vamos muy bien de tiempo.

—De acuerdo, entonces es mejor irnos, me gustaría seguir bien con el tiempo.

Luke sonrió de lado y asintió mientras se alejaba para darle más espacio a la chica y así pudiera cerrar la puerta de su casa.

Al darse la vuelta su vista se fue a la casa de los Hemmings y se dio cuenta de que su auto ya no estaba por lo que volteó a ver a el chico.

—Dijiste que íbamos bien de tiempo, ¿tú madre ya se ha ido?

—Vamos bien de tiempo Blake —aseguró con una voz calmada—. Mi mamá se fue con Kylie hace una hora para que la comenzaran a preparar, ¿no leíste mi último mensaje? —preguntó enarcando una ceja.

—¿Qué último mensaje?

Era claro que Blake no había leído el último mensaje que Luke le había enviado hace una hora, para decirle que tendrían que irse en un taxi ya que su madre se había ido de casa antes. Mucho antes.

—Tendremos que tomar un taxi, ¿tienes algún problema con ello? —preguntó con un tono más suave al ver su primera oración fue dura.

—En absoluto y si ese es el caso es mejor que caminemos, porque aquí no pasa algún taxi.

El barrio en el que vivían estaba muy cerca del centro de la ciudad, pero era su calle era una de las menos transitada por taxis, era muy raro ver a alguno pasar durante el día y si pasaban era porque alguien lo había tomado y vivía ahí o cerca de ahí.

Aquello era algo que a Blake le gustaba ya que aseguraba su tranquilidad durante todo el día. Aunque a veces aquel silencio le llegaba a parecer abrumador, desde que la generación de su hermano se graduó de la preparatoria la mayoría se fue de la ciudad e incluso del país, su vecindario ha sido más silencioso. En algunas ocasiones ella llegaba a echar de menos las frecuentes fiestas de uno de los amigos de Cole.

    La última vez que estuvo en la ciudad dió una fiesta, fue durante las vacaciones de verano y muchos estaban de regreso para ver a sus familias y entre ellos estaban Cole y Ashton. Fue aquella noche de la luna azul y también la noche en la que Blake conoció a Luke.

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