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4 de noviembre de 2016
Canberra, Australia.

    Había llegado la hora de despedirse y Blake en verdad no quería hacerlo, no quería despedirse de Ashton después del gran paso que había dado desde el fin de semana. No quería decirle adiós.

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Después del baile las cosas entre ambos cambiaron un poco...el baile había terminado más temprano de lo esperado por lo que Ashton le propuso a Blake ir a caminar un poco y quizás si tenían un poco de suerte podían conseguir que alguien les diera un par de dulces.

Blake no pudo decirle que no, además de que no quería hacerlo. Esta era la primera vez que pasaba tiempo a solas con Ashton y quería aprovecharlas bien, no sabía cuando volvería a pasar o sí aquello fuese una posibilidad en el futuro.

Blake no recordaba cuando había sido la última vez que se divertía tanto en un Halloween como lo hizo con Ashton. Habían conseguido un poco de dulces y eso a una linda anciana que pensó que eran unos niños y les regalo unos dulces de menta que no eran los mejores pero eran mejor que nada.

Ashton había sugerido ir a sentarse para comer un par de dulces, Blake no se negó, aunque esa vez lo hizo porque quería probar esos dulces y también sentarse un rato. Estuvieron un buen rato sentados comiendo en silencio viendo a los niños ir con sus padres o hermanos pidiendo dulces por todas las casas cercanas. Blake creyó que estarían en silencio hasta que terminaran sus dulces, pero se dio cuenta de que estaba equivocada cuando Ashton rompió el silencio.

—Puedo contarte algo Blake —musitó.

—Claro que puedes.

—Realmente no sé cómo vayas a tomar esto...siendo sincero a mí también me llevó un tiempo llevarlo de manera tranquila —empezó y eso solo hizo que Blake se sintiera nerviosa.

—Estoy asustándome un poco, ¿debería asustarme?

En ese momento Ashton rápidamente se giró a verla notando que si estaba ligeramente asustada.

—No para nada —se apresuró a decir—. Bueno eso creo..

—Ashton...

—Lo siento...joder...es que no sé cómo decírtelo sin que sea algo extraño —parpadeó un par de veces pero mantuvo el contacto visual con ella—. Creo que estoy enamorado de ti Blake —dijo sin aliento—. Y joder, sé que puede sonar extraño porque soy el mejor amigo de tu hermano y prácticamente crecimos juntos como hermanos, pero no pude evitarlo Blake...sabes si por mi fuese hubiese pasado todo el verano contigo escuchándote hablar de cualquier cosas, desde lo mucho que detestas que Cole no dejé las cosas en su lugar hasta las cosas que te fascinan. Pero simplemente no podía, porque soy un hermano para Cole y él para mí también lo es y no sé cómo reaccionaría al saber que estoy enamorado de su hermanita.

Blake en ese momento estaba atónita. Sin duda no esperaba eso, su mente se había quedado en blanco y había dejado de prestar atención a las cosas que decía Ashton y por lo rápido que movía los labios y la formaba en la que movía sus manos supo que estaba nervioso. Muy nervioso.

Ashton Irwin. El mejor amigo de su hermano, el mismo del que lleva enamorada años acaba de decirle que él estaba enamorado de ella. Apenas pudo procesarlo debidamente.

No sabía que hacer así que dejó que su cuerpo lo hiciera por ella y dejando a Ashton congelado, lo besó. Aquello fue tan sorpréndete para Blake como para Ashton.

    El beso no duró mucho, cuando Blake se alejó para verlo a los ojos sintió que su corazón se saldría de su pecho, no podía creer que lo había hecho. Había pensado en aquello algunas veces pero nunca imaginó que alguna vez lo haría en verdad.

Ashton todavía estaba confundido no sabía como tomar ese beso. Por lo que rápidamente la curiosidad por saber porque Blake lo había besado se reflejó en su rostro.

—Tú también me gustas Ashton...quizás más tiempo del que yo te gusto a ti —masculló sin dejar de verlo.

»

Y desde ese día las cosas entre ellos cambiaron ligeramente, habían acordado que mantendrían esto entre los dos, que buscarían el momento indicado para decírselo a Cole y la señora Collins, que seguramente se alegrará al saber que ambos estaban pensando en salir.

Esa noche no formalizaron nada. No quisieron hacerlo, pero hablaron sobre lo que querían. Sobre lo que esperaban.

Ashton le dijo que vendría a Canberra una vez en un par de semanas para el cumpleaños de la señora Collins, así que esperaba que durante su corta estadía pudiera hablar un poco más. Y que ella pudiera asegurarle lo que quería.

Blake ya se había despedido de su hermano, sólo que esta vez asegurándole que lo extrañará, aquello hizo sonreír a Cole para luego molestarla un poco, pero también él le dijo que la echaría de menos. Ahora era momento de despedirse de él.

    A diferencia de la última vez que tuvieron que despedirse cuando Blake se sorprendió por el tan repentino contacto físico del castaño, esta vez fue diferente.

—Nos vemos pronto Blake —le dijo mientras la abrazaba muy cerca de su oído.

—Ten un buen viaje.

—¿Puedo llamarte? —preguntó cuando se había alejado.

—Claro que puedes.

—Entonces espera mi llamada —sonrió—. Nos vemos.

—Adiós.

    Ashton se despidió muy rápidamente de la señora Collins quien había estado hablando con Cole para después ambos hacerlo con las dos ya que su vuelo estaba por salir.

    Cuando Blake vio a Ashton por última vez antes de que desapareciera de su vista, apenas pudo entender que en verdad había pasado. Que todo lo qué pasó los últimos días había sido real.