Vi cómo él se limitó a mirar de un lado a otro como buscando ver si habría alguien más aparte de nosotros en esta parte del edificio, de pronto me tomó de la mano y me jaló por el pasillo.
-Que haces pedazo de idiota?!- le dije histérica- Suéltame!- decía mientras forcejeaba contra él hasta que finalmente me llevó al salón de laboratorio que se hallaba en el último piso.
Cerró la puerta y dió un último vistazo por la ventana.
-Me puedes explicar que demonios pasa conti..- no pude terminar la frase, en ese momento Marco se abalanzó sobre mí tomándome fuertemente de la cintura y besándome de la misma forma salvaje y embriagadora como aquella noche en Raveology.
Pero no, esta vez no iba a permitirme cagarla de nuevo, por más bueno que estuviese era un imbécil y además con una novia todavía peor.
Lo empuje lo mas lejos que pude de mí y me limpié la boca con el dorso de la mano.
-Eres increíble- dije con cara de desprecio -tienes novia y le haces ésto?- pregunté indignada - con una chica a quien ni siquiera conoces?!- continué mientras me apartaba de él hacia atrás.
-Claro que te conozco- me contestó mientras apartaba su mirada de la mía.
-No digas estupideces- contesté furiosa -Qué significa para ti conocerme?- pregunté histérica- si siempre haz sido un pedante y es por eso que nunca hemos hablado-
-Íbamos juntos en varias clases desde que entramos en el instituto- contestó volteando a verme- desde el primer día que te vi no e dejado de pensar en ti- me dijo mientras se acercaba de nuevo -me gustas demasiado y se que yo también a ti-
No podía creerlo, esto debía ser una broma. Reí de manera sarcástica.
-Déjate de bromas!- le dije mientras me acercaba amenazante hacia él -Porqué ibas a pensar que yo..-
-Por la forma en que me besaste esa noche- me dijo susurrándome a los labios.
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Life as a Raver
Ficțiune adolescenți• Rave.- Experiencia compartida de unidad donde todo aquello que a la sociedad le importa se desvanece al sonar del beat, donde el amor y la felicidad existen más allá de cualquier cosa; sin leyes, sin inhibiciones... ¿Quién no desearía escaparse p...