Capitulo 15

9 2 1
                                    

Después de haber hablado todo tanto con mi familia como con la doctora, me sentía tranquila. Una sensación reconfortante me invadía y la dignidad que creí perdida poco a poco la sentí de vuelta.

Me sentía alguien nueva y estaba orgullosa y feliz del gran paso que había dado en este nuevo cambio de actitud.

Después de haberme despedido de mi familia (que fué algo difícil) me ví viajando de vuelta a casa.

La sensación de soledad aún estaba presente pero era algo lejana, algo como que se iba cuando más pensaba en lo contrario, pues porque sabía que no estaba sola y que nunca lo estuve. Mis amigas y familia siempre estuvieron conmigo.

“Bueno, si está persona te está aportando cosas buenas, espero que se mantenga a tu lado haciéndote sonreír de nuevo ¿no crees?”

Iván también me ha dado mucho apoyo aún si no se nota.

—Tal vez debería pasar más tiempo con él— murmuro mientras óptimo el botón del ascensor.

“Te vas a negar a amar de nuevo por lo que te hizo...”

—Pero no mucho tiempo.

Sonrío y subo al ascensor. Quiero llegar a mi apartamento y dormir como koala todo el día.

[...]

—¡Esa es la cara que quería ver!— exclama Melissa

—Pero si es la misma que siempre tiene— voltea los ojos Zara.

—No, no... Aún no lo vez pero trae algo diferente.

—¿Se peinó?

—¡No! Debes ver con atención— insiste Melissa

—¡Qué no veo nada carajo!

—Chicas— hablo intentando que no comiencen a pelear— Tranquilas... Aunque Melissa tiene algo de razón.

—¡Lo sabía!

—¿Qué pasó? ¿Hablaste con el psicólogo?— asiento— ¿Qué te recomendó?

—Bueno, me dió algunas medicinas, me dijo algunas cosas y me programó otra cita para ver mi avance.

—¡Genial! Ahora sí tendremos de vuelta a la Susan alegre— Melissa nos abraza a ambas

—Pero sí nunca me fuí— sonrío

—Entonces tenemos para celebrar ¿no?

—¿A qué te refieres?

—Bueno, quería invitarlas a divertirnos hoy pero estaba buscando una razón pues sé que no aceptarían así sin más, pero ¿Qué dicen?

—Por mí no hay problema— dice entusiasmada— ¿Y tú Susan?

—Bueno, yo...— ambas chicas me observan atentas a mi respuesta y vacilo hasta que acepto— Claro

Melissa grita de emoción y nos ponemos a trabajar. La hora del almuerzo se acerca y sin darme cuenta espero el momento en que Iván aparezca por aquí hoy.

Sin embargo, la hora de cerrar la cafetería llega sin que él haya venido.
Una parte se siente decaída, pues esperaba verlo después de varios días.

Las chicas salen conmigo y después de decirme que irían a recogerme, nos despedimos para irnos a arreglar a nuestras casas.

Al llegar, lo primero que hago es darme una ducha, el intento de maquillarme y después el momento decisivo llega: ¿Qué ropa debería llevar?

En mi closet ya no te tengo ropa para fiestas, pues había dejado de ir cuando él no me lo permitía, así que la que tenía dejó de quedarme y ya después tampoco compré.

Busco algo que sea adecuado sin tener resultado hasta que encuentro algo.

—Ay no...— murmuro para mí misma al extender el vestido.

Tocan a la puerta y las voces de Melissa y Zara se escuchan detrás.
Dejo el vestido sobre la cama y camino a abrirles.

—¿Aún no estás lista?— cuestiona Zara al verme

—Bueno, al menos está maquillada— dice Melissa entrando.

—Si, no importa, todavía tenemos tiempo.

Observo el vestido de Zara y puedo ver claramente que tipo de ropa interior está usando.

¡Díos mío!

—¡Ahhh! Es hermoso— exclama Melissa y la busco para darme cuenta que ya está en mi habitación.

Ay no x2

Ambas nos dirigimos a la habitación a toda prisa y veo como Melissa sa vueltas con mi vestido en manos.

—Es bellísimo Susan, ¿Te lo pondrás?

—¿Qué? No, no.

—¿Por qué?

—Creo que es demasiado corto— digo arrebatándole la ropa y sobreponerlo para demostrar

—Susan, eso es más largo de lo que Zara está usando— dice Melissa señalando las piernas descubiertas de la rubia— Yo voto por qué lo uses está noche.

Ella alza la mano y codea a Zara para que la imite.

—Si, yo también voto

Observo el vestido y pienso en que tal vez esté exagerando. Segundos vacilando, finalmente doy un suspiro y ambas chicas sonríen.

—Bien— digo encaminandome al baño.

Con nervios me pongo el vestido y debo admitir que se ciñe bien a mi cuerpo, sin embargo este tipo de ropa reveladora no es mi favorita y por ende, es algo que yo no usaría. Esto fué un regalo de cumpleaños por parte de mi hermana y cuando lo ví, dije que para que podría usar algo así o al menos en ningún evento.

El vestido es de color negro (que si es de mi gusto) que llega a mitad de mis muslos y es de un corte V holgado en el frente de tirantes.
Algo muy revelador para mí y que usaré ya que no tengo otra cosa.

Acomodo un poco mi cabello y después de dar otro largo suspiro, finalmente salgo del baño.

Melissa se cubre la boca sorprendida o emocionada de esta apariencia mientras que Zara sonríe mientras asiente conforme.

Estaba por arrepentirme y creo que ambas chicas lo notaron, pues Melissa me toma de la mano para jalarme fuera del apartamento.

—¡Mi bolso!— exclamo y veo a Zara traerlo.

Cuando salimos del edificio, me sorprendo al ver al jefe estar esperando afuera. Zara se apresura a llegar con él y darle un corto beso, para después subirse.

Melissa y yo hacemos lo mismo y así nos ponemos en marcha al antro del que medio mundo habla.

Cuando llegamos y entramos al lugar, solo pude quedarme quieta observando. Hacia mucho que no venía a un lugar como este y pronto comencé a emocionarme. Tal vez en el fondo quería divertirme.

Sigo a mis amigas a la barra para pedir bebidas y después de hacer un brindis, bebemos con calma.

No sé cuántas copas tomé después pero comencé a sentirme mareada y solo me sentí siendo jalada a la pista a bailar. La música era buena y comencé a moverme sintiendo el ritmo en mi cuerpo.

Tiempo después, sentí a alguien atrás de mí y me volteé. Nuestras miradas se cruzaron y le bailé un poco para seducirlo, claro que ya estaba bajo los efectos del alcohol, también recuerdo haber escuchado algo decirme pero yo solo podía pensar en lo que guapo que se veía con la camisa que mostraba parte de sus pectorales.

...Eso fué lo último que recordé...

Nuestro Común Donde viven las historias. Descúbrelo ahora