Capítulo 21

3 2 3
                                    

[IVÁN]
Hace 9 meses

Caminaba de regreso a mi apartamento, estaba  cansado y saber que tenía que empezar a empacar me tenía estresado, sin embargo solo de pensar que tenía a una chica esperando mi llegada hacía de mis días más ligeros.

Recuerdo que tuvimos una chispa el día que nos conocimos, había algo mágico cada que hablábamos y rápidamente nos gustamos. Así, después de un tiempo compartiendo pláticas todos los días, ella y yo nos volvimos parejas.

Ahora, llevaba ya tres años de relación y teníamos planes de casarnos en el futuro. Yo realmente esperaba ese momento.


Creía que había encontrado mi “alma gemela”

Llegué y me sorprendió ver cómo el lugar de estacionamiento de mi auto estaba ocupado, algo bastante extraño si les soy sincero.

No le tomé importancia y me estacioné en otro lado mientras tanto. Salí del auto y entre al edificio con algo de prisa caminé hasta el elevador. Quería llegar y descansar, así también pasar tiempo con ella ya que no habíamos tenido un tiempo para nosotros en varios días debido al trabajo.

Llegué a mi piso, oprimí la clave de la puerta y la abrí.

Apenas puse un pie dentro supe que algo andaba mal. Las cortinas aún estaban cerradas y todo se encontraba en silencio...

Aún confundido escuché voces en la habitación y comencé a preguntarme si ella estaría hablando por teléfono o si había invitado a alguna amiga, así también pasaron muchas más suposiciones pero jamás lo que segundos después vería.
Un fuerte gemido me hizo detenerme justo antes de tomar la manija de la puerta.

Así tambien mi corazón se detuvo en ese momento. Sentí mi cuerpo entumecido y lo obvio pasó por mi mente pero me negué unos segundos a qué lo que había escuchado fuera real.

Solo hay una manera de asegurarse...

Así tomando valor, decido abrir la puerta esperando ver lo peor y así fué.
Tal vez no ví explícitamente lo que hacían, pero ver sus cuerpos enredados en un abrazo lleno de besos y caricias fué suficiente para asegurar lo que había pensado segundos antes, dejando ver una de las escenas más horribles que había presenciado.

Ella fué la primera en notar mi presencia.

—¿I-iván?— dice cubriéndose.

El tipo volteó y no sé quién de los dos estaba más sorprendido. Sí yo por saber que hace pocos le ofrecí mi ayuda en una junta de negocios o él por saber que yo era la pareja de la persona con la que se estaba acostando.

—Dejame explicarte— ella se levanta de cama tropezando con la ropa que estaba en el piso— Yo...

—Estaré afuera— es lo único de que dije antes de salir y cerrar la puerta con fuerza.

Caminé hasta la sala y tomé asiento mientras sostenía mi cabeza con ambas manos sin poder creer que esto me estaba pasando.

Me sentía traicionado y asqueado, no sabía desde hace cuánto tiempo me había estado engañando y cuánto tiempo pensaba ocultarlo.
Estaba molesto por haber sido tan imbécil y no haberme dado cuenta.

Tranquilo, debemos pensar con claridad.

No pasó mucho tiempo cuando el tipo salió de la habitación y sin voltear solo se dirigió a la puerta y se fué.

Y atrás de él venía la mujer en la que una vez confíe.

—Iván... Yo...— comienza a hablar con la mirada baja.

—No necesito que me expliques nada, lo que he visto es suficiente para entender todo... Será mejor que terminemos esto y cada quien continúe su camino solo y no nos volvamos a ver.

Ella levanta la cara mientras unas lágrimas se resbalan.

—No... No podemos terminar así...

—¿No podemos? ¿Si sabes que acabas de hacer verdad y esperas que sigamos juntos?

—Por supuesto que no, pero podemos hablarlo y... Y llegar a otra solución... Tal vez darnos un tiempo y empezar de nuevo... Es mejor— intenta alcanzar mi rostro y yo retrocedo.

—¿Mejor? ¿Para quién?— pregunté con burla— No puedo continuar contigo después de esto.

Ambos nos quedamos callados en lo que solo puedo escuchar el llamado de ella y mi respiración.
Doy un largo suspiro y paso mis manos por la cara.

—Yo... me iré mañana por la mañana y no volveremos a contactarnos— dije pasando a un lado de ella e irme a la otra habitación.

—¡Es tu culpa!— exclama y me detengo para voltear a verla— Tú... Es tu culpa...

—¿Mi culpa? Claro, como fuí yo quien se acostó con alguien más.— me giro encarandola

—¡No! Se qué tú jamás lo hubieras hecho... Pero es tu culpa— dice enojada entre lágrimas — Hemos estado distanciados por el trabajo y siempre estoy sola, nunca estás para mí y yo te necesito.

—No digas eso...

—Tú no me prestas atención— continúa—y yo estaba cansada de que siempre fuera así contigo... Entonces lo conocí a él y-

—Alto, detente— interrumpo acercándome—Tu historia de amor no es de mi incumbencia y déjame decirte que esas son solo excusas... Tienes razón en que he estado un poco ausente por el trabajo pero ¿Y qué me dices de los años, meses y días antes de eso? ¿Valió más para tí unos días ausente que años de demostrarte cuanto te amaba? No intentes engañarme con eso... La situación es clara y eso es que tú ya no me amabas, fuiste alguien que no tuvo el valor de decírmelo.

—Eso...

—Decidiste empezar a salir con alguien a mis espaldas y eso es lo que más me duele y decepciona de una persona que creí conocerla.

—Iván...— solloza

—No quiero seguir con esto y tú menos, así que dejemos todo aquí y no nos volvamos a contactar... Jamás.— finalicé y me dí la vuelta dejándola sola. 

Apenas puse un pie dentro de la otra habitación, dejé salir todo el aire de mis pulmones que había estado conteniendo, al al igual que deje correr mis lágrimas.

[...]

Era de madrugada y ya había trasladado las pocas cajas que me pertenecían a mi auto.
Suspiro y tomo mi maleta saliendo de la habitación.

Al entrar a la sala, la silueta de ella me sorprendió. Se puso de pie y abrió la boca para decir algo pero no lo dijo.

—Algunas de mis cosas quedaron en “esa” habitación que no pude empacar, así que te pido que deshagas de ellas— dije y caminé hacia la puerta— Cuídate mucho.

Fué lo último que pronuncié antes de abrir la puerta y salir.

Así fué como tres años de relación terminaron en una noche...

Nuestro Común Donde viven las historias. Descúbrelo ahora