Capitulo 12

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“𝑳𝒐𝒔 𝒉𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒏 𝒍𝒂𝒔 𝒇𝒍𝒐𝒓𝒆𝒔,
𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆𝒏 𝒄𝒖𝒊𝒅𝒂𝒓 𝒃𝒊𝒆𝒏 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒔”🌸

[...]

“Hago que toda esta mierda funcione para los dos... Por que te amo”

“Ella es mejor que tú... Y debes entender que todos buscamos lo mejor para nosotros...”

Me levanto exaltada, nuevamente con lágrimas en mi rostro.

Intento calmar mi respiración mientras pienso que los recuerdos del pasado en forma de pesadillas se han vuelto más frecuentes.
Ni en mis sueños me deja tranquila el tormento.

Veo hacía la ventana y la luna resplandece en lo alto. Me giro hacía el reloj en la mesa de noche e indica las doce de la mañana.

Me acuesto nuevamente y miro al techo. Necesito dormir porque tengo que trabajar en unas horas y no quisiera llegar como zombie otra después de varias semanas.
Suspiro y cierro los ojos buscando el sueño cuando mi estómago ruge.

—Genial— murmuro abriendo los ojos y levantándome de la cama. Lo que faltaba, que me diera hambre en una situación como esta.

Salgo de mi habitación y camino a oscuras hasta encender las luces de la cocina. Tomo del refrigerador algo de yogurt y camino de regreso a mi habitación no sin antes llevar mi celular conmigo, de igual forma tomo una manta que está sobre mi cama y finalmente abro las puertas del balcón.

Me acomodo sobre el sillón y me arropó con la manta cuando sentí la fría brisa de la madrugada. Tomo la cuchara y comienzo a comer mientras veo el cielo estrellado y la vívida cuidad.

Algunas nubes rodean la luna sin ocultarla, iluminando gran parte de dónde me encuentro y la cuidad bajo de mí se mantiene despierta sin importar la hora. Los grandes letreros de tiendas que están abiertas toda la noche y el sonido de autos pasar por la calle no se detiene en ningún momento.

Un aroma dulce se cuela en mi nariz y me inclino hacia la poca porción de yogurt en mis manos, sin embargo me doy cuenta que ese no es el aroma que a llegado hasta mí. Sigo el aroma y mi mirada termina en el balcón de al lado, hacía el apartamento de Iván.

¿Estaban esas flores antes?

Me levanto dejando de lado el vaso vacío y mi celular, llevándome la manta entre mis hombros y me acerco al barandal del lado de las flores. La distancia no es mucha, sin embargo aún hay gran espacio.

Observo aquellas pequeñas flores colgar de la maceta y otra brisa se hace presente y el aroma de las flores más intenso y exquisito.

Inhalo disfrutando hasta que el sonido de puertas abriendo me sobresalta y segundos después la silueta de Iván se asoma.

Da un suspiro y voltea hacia mí... O más bien un lado pero casualmente se topó con mi mirada.

Él me mira con todo el asombro expresado en su cara y creo que yo tambien estoy así. Sonrío mostrando mis dientes y saludo con la mano mientras que él aruqea una ceja y pronto aquella sonrisa que lo caracteriza aparece en su rostro.

Se acerca a pasos lentos y yo lo observo atenta. Debo admitir que su cabello despeinado le hace ver aún más atractivo.

—Hola— saluda y pone sus codos en el barandal

—Hola...— respondo nerviosa.

—¿Qué haces despierta?

—Insomnio— me encojo de hombros y acomodo mi manta cuando la siento deslizarse.

—¿Te pasa seguido?

—Últimamente— digo muy bajo queriendo que no lo escuche— ¿Qué hay de tí?

Él suelta un suspiro cansado— Estaba haciendo un enorme papeleo y apenas terminé

La tensión en sus hombros se relaja y acaricia una de las ramas que cuelgan de la maceta a su lado.

—¿Te gustan las flores?— cuestiono y entonces me cacheteo mentalmente de nuevo por preguntar lo obvio.

Sin embargo, Iván alza la mirada hacía mí y me responde de todas formas — Si

—¿Cuáles... cuáles son tus favoritas?

Él desvía la mirada hacía las flores—No suelo tener algún favoritismo en mis gustos.

Su respuesta me decepciona un poco, pues esperaba que me dijera algo en específico.

—Sin embargo, prefiero las flores de color blanco o con aromas fuertes— voltea a verme y continúa

—Esas flores... ¿Cuál es su nombre?

Sus ojos parecen brillar, así como cuando nos alegra que alguien nuestra interés en nuestro ms gustos.

—Se llaman flores de cera. ¿Te gustan?

—Son hermosas... Y huelen bien— sonrío.

—Su aroma es más intenso cuando llega la noche, salí para refrescarme con el perfume—suspira y voltea a verme—¿Qué flores te gustan o son tus favoritas?— me devuelve la pregunta.

Me pongo a pensar en que tipo de flores me gustan, sin embargo no doy con algo en específico, puesto a qué solo me han dado rosas y conozco las gardenias solo porque mi madre tenía unas en casa cuando era pequeña.

—En realidad... No conozco mucho de flores jajaja— digo nerviosa

Él parece sorprendido pero segundos después me sonríe— Bueno, si algún día te gustaría saber sobre ellas puedes preguntarme.

Iván me observa con un cierto brillo en los ojos, algo que calienta mi corazón en sobremanera y hace que se detenga y acelere rápidamente. Una sensación que me incómoda pero me gusta.

Confundida parpadeo repetidas veces e intento despedirme pero solo balbuceo— Yo... Yo voy a dormir... Eh... Buenas noches.

La cara de Iván se torna confusa también y parece algo abrumada por mi repentina reaccion—  Oh, sí claro... Buenas noches, que descanses.

Acomodo mi manta nuevamente antes de darme la vuelta y regresar a mi habitación. Por poco olvido mi celular y me regreso a buscarlo. Cierro las puertas trás mío y me tiró sobre EMI cama haciéndome bolita. Mi corazón retumba en mis oídos y no sé cómo hacer que vaya más lento.

Una reacción que solo se hacía presente cada que él me miraba y sonreía de esa forma. ¿Qué me sucede?

...

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