No podía creer lo que mis oídos estaban escuchando, quería creer que era una mala broma o un chiste de los que solía hacer Jin. Jimin me acababa de decir que le gustaba, que yo le gustaba, si era cierto lo que me decía, ¿Por qué entonces me rechazó de esa manera la vez que hablamos por llamada?
Trataba de no respirar tanto para no hacerlo sentir incómodo, a la distancia que estábamos podía hasta ver con mejor detalle el color de sus ojos. Su respiración chocaba con la mía, el suave perfume en su cuerpo, atravesaban mis fosas nasales recorriendo por todo mi cuerpo y jugando con mis sentidos. Traté de concentrarme en lo importante mirándolo a los ojos.
— ¿Es-es en serio? — él asintió. — Pero, no entiendo ¿cómo? ¿Cómo, cuándo pasó?
— Ya te lo dije, empecé extrañando tus abrazos, que me pidas que salgamos a caminar para conocer la ciudad, la manera en la que siempre estás pidiendo disculpas por cada cosa que haces, — dijo volviendo a caminar por todo el lugar, luego me miró con una sonrisa. — Eso fue lo que más me gustó de ti. Lo inocente que puedes llegar a ser algunas veces, el cómo te quedas mirándome por ratos y cuando te miro desvías la mirada fingiendo mirar hacia otro lado... ¿Quieres que siga?
— Pero, pero... Me habías rechazado cuando te confesé lo que sentía por ti en la llamada.
— No te estaba rechazando, solo te estaba diciendo algo que les ha pasado a muchas personas, nada más. ¿Por eso andabas distante conmigo? — No dije nada. — Lo sabía. Tenía que haberme expresado mejor ese día, pero no me sentía tan bien.
Lo miré.— Cierto, sobre eso, ¿Quieres contarme porque te veías triste en el último live que hicieron?
El desvío la mirada algo desanimado. - No quiero hablar sobre eso, no quiero que te llegues a sentir mal por ello.
— Pero me llegaste a decir que no es bueno reservarse las cosas para uno solo porque dolerían más. — me acerqué a él y sostuve su rostro algo triste. — Quiero escucharte, entenderte, apoyarte como siempre lo he hecho. Sabes que puedes confiar en mí.
Lo miré a los ojos, los de él no tenían el brillo de hace unos minutos, se veían tristes y con ganas de llorar.
— Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea. Aquí estoy, siempre estaré.
Él sonrió, una lágrima rodó por su mejilla, una corta risa algo vulnerable salió de sus labios, rápidamente secó su mejilla, y me miró.
— Sabes cómo es la vida de un artista, así como tiene a personas apoyándolo y dándole ánimos, también tiene a personas que quieren verlo caer, derrumbarse y desaparecer.
Ahí entendí todo lo que había sucedido ese día. Jimin había leído algunos comentarios negativos dedicados a él, me sentí muy mal luego de escucharlo.
— Dios, no debiste leer esos comentarios. — dije abrazándolo. — Sabes que te hacen mal leerlos.
— Pero sabes que tampoco se pueden evitar verlos, nadie se puede hacer el despistado cuando más de mil personas te echan hate por más comentarios positivos que haya.
Podía escucharlo sollozar en mi cuello, sus brazos rodeaban mi cintura, el rubio estaba algo encorvado por mi corta altura, eso se me hacía tierno, pero no podía pensar en cosas como esa en ese momento.
— Igual no debiste, no debiste darle tantas vueltas a eso, solo estarías torturándote y eso provocaría que te enfermaras. — dije luego de separarlo para volver a mirar su carita.
Su mirada agachada con tristeza me partía el corazón, quería hacer más por él, pero no podía.
— Mírame, — levanté su rostro con mis manos. — Promete que no pensaras en esas cosas, que serás fuerte y que no te dejarás derrumbar por nada, eres increíblemente fuerte y valiente, army te ama y admira, los chicos, todos estamos aquí para apoyarte y acompañarte en tus más oscuros momentos. No quiero que pienses que estás solo porque no lo estás.
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Melodías del corazón || PJM
Fanfiction¡Sin corregir! Mérida, una talentosa diseñadora, decidió viajar a Corea del Sur para encontrarse con su amiga coreana, sumergirse en la cultura y perfeccionar su dominio del idioma. Mientras exploraba las calles de Seúl, tuvo la oportunidad de cono...