— Ya mañana regresas al trabajo.
— Así es. Mañana empezamos de nuevo. — dijo. — Pero quería tener más tiempo contigo.
— Ay, Jimin, hablas como si no nos fuéramos a ver más. Trabajamos en el mismo edificio.
— Pero no en el mismo lugar.
— Pero igual nos vemos cuando tienes tiempo libre.
— Pero no es lo mismo. — contestó berrinchudo.
Jimin y yo estábamos en su habitación discutiendo de lo poco que nos veremos cuando empiece nuevamente a trabajar. Estaba terminando de recoger la ropa que me había llevado a su casa hasta el tiempo que estuviera bien. Los chicos lo visitaban con frecuencia, y cuando no podían, hacían videollamada. Había pasado dos semanas desde que Jimin había mejorado, ya no tenía anemias, estaba comiendo sano y sin la ayuda de una dieta. Estaba más feliz, sonreía más y hasta trabajaba más desde casa.
Luego de haber terminado de recoger todo, llevé la mochila a la sala junto a un bulto que tenía cerca, Jimin me siguió detrás.
— No te vayas, quédate un poco más.
— Jimin, tengo que volver, le prometí a Jisoo ayudarla con la compra de la casa y organizar un poco.
Los dos nos miramos.— Entonces voy contigo. Si quieres te llevo a la casa, las ayudo con las compras y a organizar, ¿Qué dices? — me quedé en silencio. — Anda, di que sí.
— Ay, está bien. Vamos.
Los dos salimos en su auto de camino a la casa donde nos encontraríamos con Jisoo para organizar un poco y luego hacer las compras. Durante el camino Jimin había puesto algo de música mientras conducía y yo terminaba algunos trabajos para entregar al día siguiente. Todo el camino estuvimos en silencio, cada uno estaba concentrado en lo suyo, no me sentí incómoda ante el silencio entre los dos porque sonaban las canciones que me gustan en la radio. Llegamos a la casa en donde encontramos a Jisoo y a su pareja los cuales ya habían empezado a limpiar, le ofrecimos nuestra ayuda en cuanto llegamos, pero nos dijo que Christopher la ayudaría en la casa así que nos dejó a Jimin y a mí la lista de compras para la casa. Luego de dejar las cosas en mi habitación y darnos uno que otro beso y acariciarnos un poco, Jimin y yo fuimos al supermercado por la compra. Durante el viaje estaba algo nerviosa, Jimin y yo estaríamos en un lugar público y no quería que nos vieran y hubiera rumores sobre los dos, pero a él precia no importarle porque durante todo el camino estuvo relajado.
— Jimin, ¿no te preocupa que nos vean juntos?
— No, y no te preocupes. Usaremos mascarillas, tengo mi gorra, no sabrán qué soy yo. — dijo calmado.
En cuanto llegamos, los dos bajamos del auto y entramos al lugar. Jimin iba a mi lado, miraba a los lados mientras revisaba la lista de compras. Yo sostenía el carrito mientras esperaba a que Jimin hiciera lo suyo, anduvimos por todos los pasillos en busca de las cosas que habían escritas en el papel que Jisoo nos había dado. Luego de haber terminado, nos dirigimos hacia la cajera a pagar por todo, la chica se quedó mirándonos extraña para luego continuar con su trabajo.
Después de eso, Jimin y yo subimos al auto con las bolsas de la compra y nos dirigimos a la casa donde encontramos a Jisoo y a Christopher muy acaramelados mientras se besaban. Nos disculpamos por lo que vimos y nos dirigimos a la cocina donde arreglamos todo donde iba.
— Eso fue...
— ¿Raro?
— Si. — dijo el rubio entre risas mientras agitaba su cuerpo.— Pero nosotros también hacemos eso.
— Si, pero no es lo mismo. — comentó Jimin mientras guardaba las verduras en la nevera.
— Claro que sí.
Él movió la cabeza de un lado a otro.
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Melodías del corazón || PJM
Fanfiction¡Sin corregir! Mérida, una talentosa diseñadora, decidió viajar a Corea del Sur para encontrarse con su amiga coreana, sumergirse en la cultura y perfeccionar su dominio del idioma. Mientras exploraba las calles de Seúl, tuvo la oportunidad de cono...