29

416 53 14
                                    


Me desperté con la familiar sensación de ser aplastada, no sabía qué era lo que había sucedido conmigo o dónde estaba, mi percepción estaba un tanto desorientada. No tenía fuerzas para moverme o siquiera decir algo, pero lo intenté de todas formas. Me retorcí, empujando mi hombro hacia atrás para liberar una parte de mi cuerpo, y así tomar una bocanada de aire. Eddie movió su peso ligeramente porque mi nueva posición lo estaba incomodando. Él se encontraba plácidamente dormido, abrazándome por detrás, respirando en la parte trasera de mi cabello.

Me daba un poco de gracia que él pensara que era una pluma y que no me molestaría tenerlo encima, pero era evidente que no se daba cuenta que no tenía la misma fuerza que él. El brazo de Eddie estaba cubriéndome, sujetando mis brazos para que no sintiera frío, y su pierna estaba apoyada sobre mí.

No quería romperá la burbuja en la que estábamos, quería seguir estando fuertemente envuelta en sus brazos, pero había visto que eran las 6 de la mañana, él debía irse antes de que Vecna regresara el Upside Down, o que mi tía decidiera entrar a mi cuarto de dejar sábanas nuevas para mi cama.

Con mi mano libre acaricié el brazo de Eddie y susurré: —Eddie, despierta.

Él gruñó.

—Eddie, en serio —murmuré—. Debes irte, se van a dar cuenta que no has vuelto.

—Veinte minutos más, Ana —murmuró él, empujándome más fuerte contra su pecho.

Reí. El tiempo podía transcurrir, el pueblo podía caerse a pedazos y ser atacado por un maniático que desea destruir todo, pero la personalidad de Eddie no iba a cambiar jamás. Era tan típico de él no querer levantarse cuando pasábamos la noche juntos. Él solía poner la excusa de que estaba cansado por todo lo que habíamos hecho o que no deseaba tener que volver a su caravana y que su tío lo mirase de forma curiosa, ya no podía decirme eso; Eddie no estaba cansado porque había durado mucho más tiempo de lo normal. No iba a decirle nada al respecto para no hacerlo sentir incómodo, pero lo había notado y creía que se debía a su nueva condición.

Codeé a Eddie suavemente en el estómago para que se despertara. —Tienes que irte, Vecna se dará cuenta que no estás.

—Ven conmigo.

Me di vuelta para encontrarme con los oscuros ojos de Eddie, los cuales estaban clavados en mi piel parcialmente desnuda, observando cada centímetro de ella; deseando que le diera una señal para repetir todo lo que habíamos hecho la noche anterior.

—¿Te has vuelto loco? —Le lancé una mirada de muerte. Definitivamente se había golpeado la cabeza contra la mesa de noche porque no podía decirme eso, estaba completamente loco —. ¿Sabes lo que Vecna me haría si se entera que estoy allí?

Eddie movió su brazo para inmovilizarme, no pude evitar sentir una corriente eléctrica recorriendo mi cuerpo, pero reí para disimular.

—Vecna no ha pisado el Upside down por varios días, hoy no va a estar allí —comenzó a decir Eddie—. No sé si es buena idea, pero creo que podríamos aprovechar para investigar cómo destruirlo. Ana, no creo que él vaya a decirme algo crucial para nuestro plan. No quería que te enteraras de esta forma, pero, él me utiliza para hacer cosas que no me gustan...

Abrí los ojos en grande. La expresión de Eddie había cambiado, sus ojos se habían ensombrecido. Su cuerpo se tensó junto al mío, lo cual no era una buena señal, su incomodidad estaba provocando que mi estómago se retorciera en mi interior.

Rapture | Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora