Madrigal

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—¿La segunda puerta...? —Camilo preguntó con asombro.

—Es la puerta a mi tiempo —respondió Cas con sinceridad.

—¿Los niños de la foto...? —Pepa preguntó confundida.

—Son sus hermanos menores, Jaime y Mateo —dijo Mirabel.

—¿El libro que encontré que era de 1967 es realmente de 1967? —Dolores preguntó.

—Fue escrito en 1967. El abuelo Alonso lo compró en los 90 —señaló Cas.

—¿Tu reloj no es de papá? —Pepa preguntó confundida.

—Ah, no, es el reloj de mi padre. Fue nombrado en honor al abuelo Pedro —explicó Cas.

—Nos conoces muy bien —señaló Isabela mirando a Cas y luego a la abuela Mirabel— por tu familia.

—Sí, la abuela Mirabel me cuenta historias todo el tiempo sobre ustedes. Así que los conozco. Aunque algunos ya no están vivos en mi tiempo —explicó Cas.

—Aunque nunca pensé que mi nieta usaría su conocimiento para el mal —la abuela Mirabel se lamentó mientras terminaba de poner los platos en el fregadero.

Cas puso los ojos en blanco mientras Mirabel sonreía levemente.

—Lo hizo por mí —Mirabel miró nerviosamente a su familia—. Los amo familia. Pero era muy difícil, no veían cómo me lastimaban y varias veces pensé en irme. Cas no quería eso. Así que, por favor, no sean muy duros con ella.

La habitación permaneció en silencio hasta que la abuela se acercó a Mirabel y la abrazó.

—Mirabel, lo siento mucho. Perteneces a esta familia y nunca querríamos que te fueras. Estaba tan preocupada después de la muerte de tu abuelo que olvide lo que es importante. La familia es el milagro. Tú eres el milagro.

Mirabel comenzó a llorar y abrazó a la abuela.

El resto de la familia corrió hacia Mirabel para también abrazarla.

Cas y la abuela Mirabel sonríen hasta que escucharon un ruido. Todos levantaron la vista preocupados excepto la abuela Mirabel.

Todos salieron al vestíbulo y miraron hacia arriba sorprendidos al ver la puerta de Cas moverse y que apareciera una nueva puerta en su lugar, una puerta con el nombre de Mirabel. Una puerta con una imagen de Mirabel que se parecía a la de la abuela.

—¿Protectora de la vela? —la abuela susurró mirando a Mirabel con nuevo asombro en su rostro—: Es por eso por lo que no recibiste un don.

Todos miraron a Mirabel asombrados también. Antes de que pudieran decir algo, la puerta de Cas se abrió volando y con un borrón azul un adolescente de azul con rayos en su camisa bajó.

—¿Jaime? —preguntó la abuela Mirabel sorprendida.

El chico movió las manos hacia Cas muy rápido. Demasiado rápido para cualquiera.

—Guau —murmuró Camilo sorprendido.

—¿Súper velocidad? —Luisa señaló al chico.

Mirabel asintió en confirmación.

—Él es Jaime, mi nieto con el don de la súper velocidad y el hermano menor de 13 años de Cas.

Cas levantó sus manos en un gesto de "para" antes de bajarlas haciendo una cara que dice "¿en serio?".

—¿Por qué no habla? —Julieta preguntó preocupada.

—Ah, Jaime es sordo y no puede oír —explicó la abuela Mirabel—. La familia aprendió el lenguaje de señas por él.

Todos parecían un poco tristes hasta que escucharon el gemido de Cas.

—Parece que mi novia está amenazando con venir aquí si no vuelvo pronto —murmuró Cas y Jaime miró a los Madrigal del pasado saludando con orgullo.

Los Madrigal lo saludaron tímidamente.

—Deberíamos volver a nuestro tiempo —dijo la abuela Mirabel y comenzó a subir las escaleras—. Ah, en un par de meses nuestra familia hará una obra de teatro, deberían venir. Yo interpretare a la abuela y Cas interpretara a Mirabel.

—¡Ah, no puedo esperar a verla! —Agustín sonrió y asintió.

Jaime y Cas comenzaron a subir las escaleras saludando.

—¡Nos vemos el sábado para el club de lectura! —Cas sonrió.

—¡Nos vemos el sábado! —Mirabel asintió.

—¡Vuelve pronto! —la abuela saludó.

—¡Te haré arepas cuando vengas! —Julieta saludó.

—¡Tal vez podamos tocar el piano juntos la próxima vez! —Agustín saludó.

—¡Necesitamos conocernos en verdad la próxima vez! —Pepa sonrió.

—Sí, no puedo esperar para conocerte en verdad —agregó Isabela.

—Tal vez pueda unirme al club de lectura —Dolores sonrió.

—¡Vuelve pronto! —Luisa gritó.

—¡Nos vemos! —dijo Camilo.

—¡Necesitamos ir a ver a un cachorro la próxima vez! —Antonio hizo un puchero.

Cas se movió para cerrar la puerta con un último saludo.

—¡Espera! ¡¿Por qué te vi con Bruno anoche?! —Félix gritó.

Todos se detuvieron. Miraron de Cas a Félix repetidamente.

Finalmente, Cas sonrió tímidamente y respondió:

—Bueno, eso es porque Bruno vive en los muros —cerró la puerta y la familia observó cómo la puerta desaparecía.

Dolores chilló.

—¡¿EN LOS MUROS?! —Pepa gritó.

.....

Cas miró la foto en su mano de los Madrigal de 1950.

—¿Los extrañas? —Gabriela colocó su cabeza sobre el hombro de Cas.

—La cocina de la abuela Julieta es increíble —dijo Cas mientras ponía la foto en su escritorio—. Son familia. Claro que los extraño. Son la razón por la que existo.

Gabriela sonrió y le dio un beso en la mejilla.

Entonces su puerta fue abierta, la abuela Mirabel se asomó y miró a Gabriela.

—Por cierto, estás castigada y no podrás ver a Gabriela por una semana. Por el truquito que hicieron.

—¡No puedes impedirme ver a mi novia!

—¡Casandra Isabela Jameson Madrigal no me pongas a prueba!

Gabriela se quejó mientras pasaba junto a la abuela Mirabel y salía.

Cas gimió y miró a su puerta, tal vez pueda escapar.

Cuidado con lo que deseas, abuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora