Más que un juego

•Capítulo 12•

Despertarte y ver al chico del cuál estás muy enamorada a tu lado es algo que ni tú lo podrías creer pero miren, hasta soy su novia.

–Buenos días– dije dándole besos por toda su cara.

–Linda…– dijo con su voz ronca– Buenos días.

Ví la hora y……Oh, no.

–El instituto– dije.

–Mierda– murmuró.

–Ya no podemos ir– dije– Es muy tarde.

–Nos van a matar– dijo Cameron.

Asentí.

–¿Nos damos de baja?– preguntó.

Negué riendo.

–Lo intenté– dijo.

–Bueno, hoy no tenemos práctica– dije– Las chicas tienen descanso.

–Eso es bueno– dijo Cameron– Así tú podrás descansar un poco más conmigo.

–¿Contigo?– pregunté riendo.

Él asintió y escondió su cara en mi cuello.

–¿Hoy tienes práctica?– dije acariciando su cabeza.

Asintió.

–¿Te dejo en tu casa o prefieres acompañarme?– preguntó.

–Te acompaño– dije.

Nos alistamos y salimos de su casa, le pedí que me llevara a mi casa para recoger unas cosas y fuimos.

–Lissie mira– dijo él señalando una nota en la mesita.

La agarré y la leí.

–Lissie– leí– Que buen inicio.

Él rió.

–Mamá y yo nos fuimos de viaje y volvemos en la noche, Steve estará ocupado en su partido y Mili estará unos días fuera de casa o tal vez vuelva hoy, prácticamente estarás sola esta noche hasta que Mili vuelva a casa– leí– Volveremos y estará todo en orden, cómo antes, te quiero mucho, no te olvides de……– me corté– Atentamente tu papá.

–¿De qué no te puedes olvidar?– preguntó Cameron.

–De ir a ver unas cosas a la empresa– dije al instante.

–Ah ok– dijo él– ¿Estarás sola? Claro que no, te irás conmigo hasta que vuelvan.

–Estaré bien– dije.

–¿Segura?– preguntó.

Asentí y subí a mi habitación a traer unas cosas, bajé y me acerqué a él.

–Vamos– dije– Tienes práctica.

Salimos de casa y llegamos al instituto, entramos por la puerta trasera que te lleva al campo y él fue con los demás y yo me senté en las tribunas.

–Lissie– escuché.

Voltee y ví a Hannah.

–¿Hannah?– pregunté– ¿Qué haces aquí?

–Oh, vine a verte– dijo ella– Me voy con mis hermanos de nuevo a Nueva York .

–¿Solo ustedes?– pregunté.

–Ah sí, mis padres se quedarán por lo del contrato y nosotros nos quedaremos con una de nuestras tías– respondió.

–Hannah– dije– Te voy a extrañar de nuevo.

–Lo sé– dijo ella riendo– Pero volveremos pronto.

Me abrazó y la abracé.

–¿A qué hora salen?– pregunté.