Más que un juego

•Capítulo 52•

–Amor, quiero ver a Christian– habló Lissie.

Asentí y la levanté, salimos de la habitación y entramos a ver a Christian.

–Chris– murmuró Liss.

–Liss– murmuró él.

–¿Cómo te sientes?– preguntó ella.

–Adolorido, pero bien– respondió Chris.

Me acerqué y lo miré.

–Cuidaste muy bien a mi hermana, Cameron– sonrió mirándome.

Sonreí y asentí.

–Ella es mi debilidad– susurré en su oído.

–Se nota– susurró.

–Dejen de susurrar y cuenten el chisme– habló Lissie.

Me reí y la miré.

–No es nada importante nena– hablé.

Ella sonrió y la dejé con su hermano.

–Cameron– habló mamá corriendo hacia mí.

–Mamá– la abracé.

–Pensé que te había pasado algo– habló ella.

–Estoy bien– murmuré.

–¿Cómo pasó?– preguntó mamá.

–Los Salvatore están en guerra por lo de Jacob, están intentando matar a Lissie– respondí.

Mamá suspiró y entró a ver a Lissie, luego salió y se fue a casa, me quedé con Lissie y al día siguiente le dieron el alta, fuimos a casa en la tarde y entramos, nos sentamos en el sofá y ella se acostó en mis piernas.

–¿Qué pasa pequeña?– pregunté.

–Connor está bien– respondió ella.

Asentí sonriendo y al rato tocaron la puerta, me levanté y abrí, ví una caja y la metí a la casa.

–Amor, ¿pediste algo?– pregunté.

–Nop– respondió ella.

Dejé la caja al lado de Lissie y ella la abrió.

–¿Cameron, qué es esto?– preguntó mirándome.

–¿Qué cosa?– pregunté mirándola.

Sacó unas fotos mías y de ella.

–¿Cameron?– preguntó ella con la voz entrecortada.

Sacó un cuchillo y estaba el nombre de Lissie y Connor en la hoja del cuchillo.

–Suelta eso– exigí.

Ella lo soltó de golpe pero el cuchillo se cayó en su pierna.

–¡Mierda!– gritó ella.

Se había cortado un poco, dejé la caja en otro sitio y vendé su pierna.

–Amor, ya tengo miedo de esto, saben dónde vivimos– murmuró ella.

–Tranquila, no pasará nada, los guardaespaldas están afuera– murmuré abrazándola.

Suspiró profundamente y se fue a la habitación, salí de la casa y llegué a la entrada.