•Capítulo 31•

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*Minutos antes de la competencia*

–Chicas– grité.

Ellas se acercaron y les indiqué todo, ví a las tribunas y no estaba él, suspiré triste y Cassidy se acercó.

–Tranquila, si vendrá– murmuró.

–Eso espero– murmuré tristemente.

Nos sentamos en las sillas y vimos por última vez la rutina.

–Con todo chicas– hablé.

Empezó la competencia y primero ingresaron las del instituto de Matthew.

–Eso fue…– pensé.

–Clásico– respondió Delfi.

Asentí y nos llamaron a nosotros.

–Vamos chicas– fuimos al centro.

Miré a las tribunas y nada, sinceramente perdí las esperanzas.

–Comiencen– gritó el prestador.

Empezamos con la primera rutina, terminamos esa y ya era hora de hacer la voladora, sin querer voltee a una tribuna y lo ví, era él y sonreí.

–Vamos Lissie– murmuró Cassidy.

Me lanzaron al aire y dí vueltas, caí parada sobre las manos de Samantha y Cassidy.

–Liss– murmuró Sam– Creo que ganamos.

–No se muevan– advertí.

Sentí que se movieron y que iba a caer, me sostuvieron fuerte y luego me bajaron.

–Eso a sido increíble– las felicité.

Vimos los demás equipos y luego terminaron.

–Los ganadores los darán en unos minutos– murmuré.

Nos fuimos a tomar agua y esperamos un rato, luego el presentador empezó a llamar a los que quedaron en segundo y tercer puesto.

–Y ahora– dijo con suspenso– El instituto ganador es…

Crucé los dedos.

–¡Es el mismo ganador de hace 8 años consecutivos!– gritó– ¡Levine's Institute!

Abrí mis ojos cómo platos.

–Por favor, acercarse a la pista– escuché.

Nos acercamos y nos dieron la copa dorada, nos premiaron y luego cada uno se acercó a sus familiares.

–Mi sobrina hermosa– me abrazó la tía Sophie.

–Felicidades pequeña– me felicitó mi tío Stephen.

Steve me abrazó y luego me separé de él.

–Iré a felicitar a Delfi, ya vuelvo– respondió Steve.

Asentí y se fue, voltee a ver a Cameron y se me quedó mirando.

–Ve con tu novio– murmuró Nathan cerca mío.

Estaba por acercarme pero Adelaida James se tiró sobre él y le dió un beso en la boca, se me formó un nudo en la garganta y mis ojos se cristalizaron, él la apartó y me miró.

–Liss– escuché a Nathan.

No dije nada y las lágrimas cayeron por mis mejillas.

–Ey– murmuró.

Bajé de la tribuna y corrí.

–¡Lissie!– escuché a Steve.

No le hice caso y corrí hacia afuera, no me dí cuenta lo rápido que corría hasta que me choqué con alguien.

Más que un juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora