•Capítulo 23•

14 2 0
                                    

Steve

Liss.

Es lo único que pensaba, en mi hermana.

¿Dónde estabas cuándo ella entró?

Es lo único que me preguntaba.

–¡Mierda!– grité tirando una piedra al lago.

Seguí tirando piedras al lago y luego entré a mi casa, subí a la habitación de Lissie y agarré una foto de ella.

–Vamos pequeña, tienes que despertar, aún tenemos que ser felices juntos– murmuré llorando.

Tocaron la puerta de casa y bajé a abrir.

–¿Dónde está tu hermana?– preguntó Isabella Lewis.

–¿Ahora sí te importa?– pregunté.

–Steve habla– murmuró ella.

–No te pienso decir en qué hospital está– murmuré– Pero conformate con saber que tu única hija mujer está apunto de morir.

–¿Qué?– preguntó con voz entrecortada.

–Lo que escuchas– murmuré– Lissie entró en coma y está luchando por su vida.

Ella no dijo nada.

–Y la única persona que estuvo con ella fui yo– respondí– Y Nathan.

–Tu papá y yo regresamos por Lissie– murmuró ella.

Negué.

–Regresaron solo porque todos saben del incidente– murmuré– A ustedes no les importa nadie.

No dijo nada.

–Ahora– murmuré– Quiero que te vayas y no regreses, Liss y yo no te queremos ver, ni a tí, ni a Noah Wayne.

–Steve…– la interrumpí.

–Vete– le exigí.

Ella apretó los labios y se fue.

–Me vas a odiar por esto Lissie– murmuré– Pero es por nuestro bien.

Entré a mi casa y me senté en el sofá mirando el cuadro que había pintado Lissie el año pasado.

–Me gustaría volver a esos momentos en los que tú eras feliz– murmuré.

Estuve un rato ahí y luego fui a despejar mi mente en la playa.

–Steve– escuché detrás mío.

–Thomas– dije al verlo.

Se sentó a mi lado.

–¿Cómo está?– preguntó.

–En coma– murmuré.

Él suspiró.

–Sé que no nos llevamos tan bien pero debes ser fuerte por ella– murmuró Thomas.

Más que un juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora