•Capítulo 28•

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Mi reina– escuché.

–No de nuevo– murmuré.

Corrí por el nuevamente, inmenso bosque y llegué a un lago.

–De aquí no puedes escapar– gritó a lo lejos.

Me caía al lago y me hundí.

–Lissie– escuché.

Me sacó del lago y quedé frente a él.

–Jacob– murmuré.

–Tú y ese bebé van a morir– sacó un cuchillo de atrás de él.

–No…– murmuré– Te lo ruego…

Él rió.

–Lo siento pequeña Lissie– murmuró muy cerca de mí.

–Por favor…– murmuré.

No pidas por favor, no cuándo no me hacías caso por culpa del idiota de Matthew– gritó.

Negué llorando y atravesó mi estómago con el cuchillo.

Desperté sudando y asustada.

–¿Qué pasa?– preguntó Cameron.

–Solo…– murmuré– Tuve una pesadilla, nada más.

–Linda, esto es muy raro– se levantó de la camilla para mirarme– Son varias veces que tienes pesadillas.

–Solo fueron tres– murmuré.

–Y desde que volvió él– me miró.

Asentí.

–Tranquila– me abrazó– No volverá, me aseguraré de eso.

–No me siento segura con él suelto– murmuré– Sé que me vas a cuidar pero él es capaz de todo, una vez intentó matar a Matthew para que me deje.

–Conmigo no lo hará– murmuró.

–No quiero que te pase nada– suspiré– Él puede contratar a alguien para hacernos daño o lo hará él, con sus propias manos.

–No, no lo hará– me aseguró– Tranquila.

Suspiré y él se volvió a acostar al lado mío.

–Duerme pequeña– murmuró– Son las 4 de la mañana, aún no es hora de despertar.

Reí y me dormí hasta el día siguiente, me desperté y ví a Cameron dormido, Steve entró y le hice una seña de que haga silencio.

–Buenos días– susurró Steve.

–Buenos días– susurré.

Se acercó y miró a Cameron.

–¿Lo despierto?– preguntó susurrando.

Negué.

–Bueno– se acercó a Cameron.

–Steve– susurré– No, oye no lo despiertes.

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