T6-E11-Últimamente pienso en Rosewood

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CINCO AÑOS MÁS TARDE.

NAPA, CALIFORNIA.

Veía correr a Manzana llena de felicidad y orgullo, sin ningún dolor, se veía hermosa con su pelaje brilloso y su fuerte cola danzar con el aire - ¡Se ve grandiosa! – miré a un lado y sonreí al ver a Juan Pablo caminar hacia el corral - ¡Sí! Creo que ya la daré de alta- dije dirigiendo a Pinto hacia la cerca.

Manzana se había lesionado su pata hace varios meses, Henry creía que lo mejor sería sacrificarla, pero era muy joven y logré convencerlo para invertir en su salud y con mucha dedicación, amor y terapia, logró salir por fin adelante, era una yegua hermosa y amorosa -Nadie creería que sólo tienes seis meses de haberte graduado, en serio te digo que naciste con el don para sanar a los animales- sonreí y bajé del caballo -Nada me hace más feliz que verlos bien. Anda pequeño, corre con tu hermana- le di una palmada en su muslo y salió corriendo a jugar con Manzana - ¿Tú cómo sigues? –

-Ah... Quisiera que hubieras estudiado medicina y no veterinaria para que ya me curaras- lo miré con lástima - ¿Aún no te dan el alta? –

-No, esta maldita pierna sigue dando lata-

-Pronto sanará, ya lo verás-

- ¡Señorita Cameron! – ambos volteamos a ver a uno de los trabajadores del viñedo - ¿Qué sucede José? –

-Le trajeron esto- me tendió un par de cartas y en cuanto vi el sello en una de ellas, me apresuré a guardarlas en el bolsillo trasero de mi pantalón - ¿No las leerás? Una dice importante- me preguntó Juan Pablo y negué -Después lo haré-

En la noche, tras haberme duchado, bajé para cenar y Liam corrió hacia mí -Juan Pablo me dijo que Manzana ya corrió ¿Puedo ir a verla? – sonreí -Te prometo que te llevaré mañana temprano y cabalgamos juntos ¿Va? –

- ¡Sí! – sonreí viéndolo correr entusiasmado hacia el comedor.

Desde que llegué a Napa, Henry me enseñó a andar a caballo, y desde entonces en lo primero que hago en las mañanas, además que a Choco y Ratón les encanta seguirnos el paso entre los viñedos, al igual que al nuevo integrante: Jefe, un boyero de Berna el cual le regalaron a Liam de cumpleaños. Lamentablemente hace un par de años perdimos a Kira a causa de un tumor, dormirla fue lo más difícil que pude hacer, pero también lo menos egoísta para no hacerla sufrir, pues fue un tumor silencioso que no pude detectar con tiempo hasta que ya no hubo nada que hacer por ella, está enterrada justo debajo de su árbol preferido aquí.

Después de cenar, subí a mi habitación y tomé un libro, me gustaba leer un poco antes de dormir, así podía soñar con la historia que leí y no tener pesadillas, pero noté las cartas sobre mi escritorio y tras un largo suspiro, fui a tomarlas.

Una, la que tenía la leyenda de "Importante" en grande y con sello rojo, era del estado de Pensilvania y ya sabía de qué se trataba, no era la primera que recibía, pero me la seguían mandando ya que no había enviado una respuesta aún, así que tomé la que venía de parte de Alison en un sobre azul y comencé a leerla mientras caminaba hacia la ventana de mi habitación.

Querida Cameron.

No hay mucho tiempo, pero quería que lean estas palabras en papel y no en una pantalla. Quiero que sepan que están tocando algo que he tocado, que estamos conectadas.

Hemos pasado cosas que ningunas otras amigas han experimentado, nos comprendemos mejor que nadie en este mundo. Pero todo eso nos conecta a alguien más, alguien a quien amo, alguien a quien me necesita.

Sé que vendrán a Rosewood para hablar sobre la liberación de Charlotte, les pido cinco minutos a solas, cinco minutos para explicarles, cinco minutos que pueden cambiar al mundo.

Pretty Little Liars (Mike Montgomery)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora