Pretty Little Liars (Mike Montgomery)

T3-E6-Las pistas de 'A'

Al día siguiente, temprano, Spencer y Hanna vinieron a despertarme para ir al hospital con ellas, por lo que tuve que mentirle a Mike, de nuevo -Hanna ¿Puedes ir más despacio? Casi te tropiezas con un catéter que seguía conectado a alguien- dije mientras Spencer y yo caminábamos detrás de ella -Ahí está- murmuró al ver el cuarto al final del pasillo ¿El principal problema? Estaba atravesando la recepción -Necesitamos un plan- murmuró Spencer - ¡Tenemos un plan! Exponer a A-

-Baja la voz ¿Sí? – le ordené a Hanna - ¿Cuál es el plan? Exactamente- preguntó Spencer -Vamos a reemplazar la nota de Garrett con una nota falsa que escribiremos-

-Sí, conozco esa parte del plan, se me ocurrió a mí-

-Sí ¿Por qué no lo sabías? – Hanna se dio media vuelta, pero Spencer la detuvo -Aún necesitamos un lugar a donde enviar a A-

-La iglesia Rosewood junto al órgano principal de la capilla, esta noche- ideó Hanna - ¿Cómo se te ocurrió eso? – pregunté -He vivido ahí desde que mi mamá me apuntó para separar shorts de licra y pantaletas viejas-

-Pero ¿No estará cerrada la iglesia? – preguntó Spencer -Ese es el punto. Está sola por la noche-

-Y cuando Lucas aparezca para forzar la cerradura...-

- ¡No va a ser Lucas! – dijo Hanna interrumpiéndome - ¡Es Lucas! ¡Tenía las pastillas! –

- ¡Bien! Entonces apareceré con un remo y terminaré lo que empecé en ese lago-

-Wow ¿Qué pasó con la chica de ropa deportiva? – preguntó Spencer mientras buscaba un block de notas en su bolso -Ahora trae su traje militar-

-Yo la escribo- le dije a Spencer quitándole el block y la pluma - ¿Segura sabes cómo? –

-Sí. Tenía que falsificar la firma de papá para cuando no lo veía en mucho tiempo- expliqué y comencé a escribir lo que Hanna dijo imitando la letra de Garrett.

Arranqué el pedazo de papel y se los mostré -Wow. Es muy buena, en serio- dijo Spencer y nos acercamos al pasillo -Griten si ven a alguien ¿Sí? – dijo Hanna tomando la nota - ¿Segura quieres hacerlo? – preguntó Spencer -Oye, A hizo que terminara con Caleb ¿Entiendes? Tendrá que pagar por eso- vimos a Hanna entrar en la habitación de la señora Reynolds y después de unos minutos, unas alarmas se escucharon - ¡Código azul en terapia intensiva! ¡Código azul en terapia intensiva! – y mientras los enfermeros corrían hacia la habitación, Hanna salió corriendo hacia nosotras -Vámonos, vámonos-

Después de trabajar, fui a la casa de Mike pues no quería estar sola en mi casa -Hola Cameron- dijo el señor Montgomery en cuanto abrió la puerta -Hola ¿Está Mike? –

-Sí, está en su habitación, sube- sonreí y entré -Ah, les traje unos brownies del trabajo-

-Oh, que rico, gracias- caminé hacia las escaleras y vi a una rubia sentada en la sala: Meredith. No podía evitar sentir que se me revolvía el interior al verla ahí sentada, no imagino lo que debía sentir Aria y Mike.

Abrí la puerta de la habitación y vi que Mike estaba con los ojos cerrados mientras una película se reproducía en su laptop. Caminé sigilosamente hacia la cama y con mucho cuidado me recosté a su lado, se veía tan lindo dormido, tan tranquilo.

Llevé mi mano hacia su rostro y suavemente tracé su perfil con mi dedo. Una leve sonrisa apareció en sus labios y comencé a dejar pequeños besos en su rostro haciéndolo reír, sentí su mano posarse contra mi espalda y abrió ligeramente un ojo -Que linda forma de despertar- dijo con voz ronca y sonreí -Quería verte- me acerqué a sus labios y los besé levemente - ¿Qué veías? – pregunté acomodando mi cabeza sobre su pecho y volvió a abrazarme -Am... Volver al futuro dos- volteé a verlo con una sonrisa -Creí que ya te habían aburrido-

-Mmm... Sólo un poco. Pero estaba pensando en ti y quise ponerlas- volví a dejar un beso en su mandíbula y volteé a ver la pantalla.

Tenía mi cuerpo completamente abrazado al de él como si se tratara de una almohada gigante, mi pierna estaba sobre su cuerpo y él la acariciaba suavemente. Mi mano sobre su pecho, sentía lo tranquilo que latía su corazón.

Subí mi mano hacia su rostro y lo hice mirarme para juntar sus labios con los míos en un suabe beso. Su mano comenzó a subir lentamente por mi pierna y me atrajo aún más a él -Tengo ganas de ti- murmuré contra sus labios y dejé un último beso en estos antes de ponerme de pie.

Caminé hacia la puerta y la cerré, regresé lentamente y antes de volver a acostarme, me quité la blusa. Mike me tomó de la cintura y me atrajo hacia él para besarme de nuevo, lenta pero deliciosamente.

Sus manos se dirigieron al broche de mi brasier y se deshizo de él rápidamente. Llevó sus manos hacia su pantalón y lo desabrochó para bajarlo junto con sus boxers, me coloqué encima y subí su camisa mientras él desabrochaba mi pantalón. Me levanté ligeramente y terminé por quitarme lo último que tenía de ropa. Tomé su miembro con mi mano y lo acomodé, para deslizarlo en mi interior.

Cerré los ojos sin dejar de besarlo y comencé a mover lentamente mis caderas sintiendo cómo su miembro entraba y salía. Sus manos recorrían todo mi cuerpo con suabes caricias que erizaban mi piel -Me vuelves loco- masculló contra mis labios haciéndome sonreír.

La conexión que me unía a él era tanto mágica como deliciosa. Estando a su lado, no podía pensar en nada ni nadie más y tampoco quería hacerlo, él se convertía en mi mundo entero, sólo deseando estar a su lado y jamás soltarlo. Era mi dulce sueño del que jamás quería despertar.

Sus ojos azules me miraban directa y profundamente, casi podía ver todos sus pensamientos a través de estos. Bien dicen que los ojos son la ventana al alma y en los de él podía ver todo el amor que sentía por mí, el mismo amor que yo le tenía.

Delicioso y excitante amor, del que jamás me cansaba y disfrutaba de cada momento. Era innegable que estaba perdidamente enamorada de él.

Al terminar, me dejé caer sobre su pecho recuperando el aliento. Tomó mi cabello despegándolo de mi piel sudorosa y besó mi hombro -Te amo más que nada en el mundo- murmuró y una lágrima cayó sobre su pecho. Mike tomó mi mentón entre sus dedos y me hizo mirarlo a los ojos - ¿Por qué lloras? – sonreí apenada y sequé mis lágrimas -Es que... También te amo- me acerqué a sus labios y dejé un beso sobre estos. Últimamente sentía mis emociones a flor de piel.

Un cap cortito, pero con mucho love.