Sin Aliento ⋮ YuTae

Episodio 4.

Un día libre era suficiente como para que Taeyong pueda adentrarse a la montaña, ese día le había mentido a Jaehyun diciéndole que pasaría el rato en el río de siempre, Jaehyun no iría a buscarlo porque tendría duros entrenamientos todo el día junto a los demás jóvenes.

Por lo que tendría ese día para el solo y hace tiempo que no visitaba el río Cristal. Según como llevaba calculando no debían ser más de las cuatro de la tarde cuando bajaba después de su rutina de admirar y nadar, bajaba casi exhausto, se sentía extraño y comenzó a temer por lo que podría sucederle en un lugar solitario como lo era ese bosque. 

¿Por qué sentía temor?

Su corazón comenzó a latir con prisa, tan acelerado que tuvo miedo de que se saliese de sí. Un mareo lo invadió ¿Era porque nadó en las frías aguas? ¿O era porque llevaba tiempo en el que no había dado largas caminatas? No lo sabía, sólo sentía que de pronto su corazón comenzó a ser errático.

Jadeando cayó sobre sus rodillas al suelo con la visión nublada por las lágrimas. Su corazón de pronto comenzó a latir despacio y entonces lo recordó, debía hacer el ritual. El ritual se debería llevar a cabo dentro de una semana, no recordaba que era así como se sentía cuando el ritual se requería con urgencia. Pero ¿Cómo lo haría? ¡Está en la montaña y no hay nadie más! ¡Tampoco tiene idea de cómo debe hacerlo!

Se recostó en el tronco de un árbol caído tratando de regular su respiración y guardar calma, no creería que podría morir así ¿Verdad? ¿No moriría?

Su corazón se volvía más pesado y su collar cobraba un brillo intenso en blanco, indicando que era momento de un nuevo ritual...

—N-no se como hacerlo yo... —murmuró en la soledad de ese bosque perdiendo su vista a cada segundo, sus ojos cerrándose de a poco hasta que perdió noción del tiempo y se perdió a sí mismo entre sueños donde no sabría si despertaría.

Cuando la luz dio contra sus ojos se incorporó rápido sintiendo un nuevo mareo invadirlo y tuvo que volver a recostarse.

—Tranquilo, tómalo con calma, estás bien —era una voz conocida y cuando lo enfocó, reconoció que era el doctor del palacio.

—¿C-cómo... Cómo llegué aquí? —preguntó y aclarando su garganta se dio cuenta de que estaba en su habitación.

—Tus guardianes comenzaron a buscarte... Habías desaparecido, al parecer uno había deducido que estabas en el bosque. Estabas en muy mal estado, tu padre continuó con el ritual y ahora estás bien. Por suerte te encontraron a tiempo.

Taeyong no quiso preguntar qué hubiese sucedido si no llegaban a tiempo. Asintió en respuesta imaginando que su guardián intuitivo era su pareja pues nadie más sabría que Taeyong se adentraría al bosque.

—Creo que tendré que poner a alguien para que cuide de ti, me has desobedecido. —Su padre se encontraba al extremo de la cama, Taeyong no lo había notado. Si el hombre tuviese un aura visible, irriadiaria un aura oscura o tal vez roja, se encontraba muy enojado.

—No podrías prohibirme la entrada al bosque que pertenece al pueblo y que pasará a mis manos.

—No se trata de prohibiciones y tantas tonterías, es por tu bienestar ¡Es el bosque Oscuro! ¡El que vayas por ahí sin compañía podría ponerte en riesgo! ¿Has olvidado las enseñanzas de que no debes adentrarte a un terreno lleno de seres que no conocemos?

Taeyong no dijo nada pero lo miró a los ojos sin sentirse intimidado, su padre ha puesto muchas órdenes en él y se siente cansado de ser el niño protegido.

—Y yo que pensaba que estabas preparado para tomar el liderazgo —dijo Taeil con evidente enojo y agregó—, pero cada vez que pienso que estas haciendo las cosas bien, sucede algo que me hace pensar lo contrario.