Episodio 20.

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Los botones fueron desabrochados y la camisa resbaló por su piel sintiendo estremecerse ante el viento que se filtraba por el balcón 

Yuta le quitó su ropa sin soltarlo ni un segundo todavía devorando su boca como si fuese a escapar mientras Taeyong trataba de seguirle el ritmo sujetándose de los hombros de su compañero aunque sus manos no podían quedarse quietas y ayudó al pelinegro a despojarse de la ropa sobrante.

Sus gemidos murieron en los labios ajenos cuando sus pieles se rozaron en sus partes más activas, Taeyong se estremeció bajo el cuerpo de Yuta al sentir la mano ajena presionar su miembro que palpitaba exigiendo más. 

—¡Yuta! ¡Espera! —se retorció bajo sus estímulos pero no hablaba en serio, estaba nublando sus sentidos, Yuta dejó un beso en su mejilla.

Mordió sus labios sintiéndose avergonzado ante la repentina y pronta eyaculación, se vio a sí mismo sorprendido porque no había transcurrido mucho tiempo desde que comenzaron. Yuta lo miró y sonrió, una vez más besando su pecho, descendiendo por su piel en un recorrido de besos húmedos hasta su ombligo tomando con su lengua el semen esparcido, Taeyong enrojeció. 

—Eso es muy... sucio...

Su compañero sólo soltó una risa ronca que estremeció su corazón y algo más, Yuta subiendo por su cuerpo de nuevo en un recorrido de besos llegó hasta tomar uno de sus sensibles pezones en su boca jugando con su lengua, el pelinegro estaba logrando hacer perder a Taeyong entre cada uno de sus toques. 

Su mente estaba tan nublada por el placer que tomó esos dedos entre sus labios e hizo todo lo que Yuta le pedía no pensando mucho en ello, quería todo de Yuta, lo quería.

Yuta lo besó en los labios, con dulzura. Yuta lo ayudó a colocar sus piernas sobre sus hombros y Taeyong se aferró a sus brazos, ansioso por sentirlo.

—Hazlo... —murmuró cuando se separaron y pudo retomar un poco de aire con su visión borrosa, sus ojos húmedos, se sentía tan perdido sólo con un beso.

El primer dedo en su interior fue incómodo y algo doloroso, no había intimado hace mucho tiempo, pero quería esto, estaba entregándose porque quería y deseaba a Yuta quien eleva sus latidos tan alto rebosante de emociones.

Debía soportar el dolor, Taeyong trataba de concentrarse en que podía tolerarlo. Porque Yuta estaba siendo paciente y gentil con él.

Su pecho comenzaba a arder.

Para Taeyong no era tan necesario cargar su collar incluso si Yuta lo llevó en algún momento, Taeyong ahora está bien aunque habían ciertas posibilidades de que pueda recaer si algo se da repentinamente. Sin embargo, a pesar de sentirse bien, Renjun ha estado vigilando y cuidando de su salud, había mencionado qué para ser precavidos, Taeyong debería llevar su collar consigo. Y desde hace poco lo cargaba todo el tiempo, cómo desde pequeño siempre lo llevó, no había sido un estorbo porque estaba acostumbrado.

Su collar declara parte de su destino, ese destino era Yuta al hombre al que debía entregar su corazón y cumplir con la entrega de su collar declarando su amor... Aunque eso no sucedió como debió ser, no fue a Yuta a quién declaró su amor primeramente, pero ahora lo ha encontrado, pronto lo hará, oficialmente tenía planeado hacerlo, entonces ¿Por qué su collar se oponía a algo que él deseaba?

Taeyong estrujó las sábanas que alcanzó con facilidad, necesitaba algo en lo qué aferrarse pero ya no creía poder resistir. Su collar le estaba impidiendo que pueda hacer algo muy íntimo con Yuta ¿Cómo podía ser posible eso?

Se sentía frustrado, quería llorar impotente porque lo deseaba, quería dar ese paso.

Su cuerpo reaccionaba a los estímulos, Yuta había encontrado ese punto que le hizo estremecerse haciendo que pueda alejarse por un momento del conflicto con su collar. Estaba siendo estirado, eran tres dedos alcanzándolo y golpeando su interior para su deleite, Taeyong cerró los ojos con fuerza, su cuerpo se estremeció pero ya no fue por el placer, sino que sentía su sangre helarse y correr hasta la punta de sus pies.

Sin Aliento ⋮ YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora