¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Episodio Extra: La trampa de la ilusión.
Vio su reflejo en el espejo por una vez más, una genuina sonrisa iluminó su rostro.
—En serio, TaeTae, te ves increíble, tal vez puedas conquistar a alguien por ahí. —Las manos de su hermano se posaron sobre sus hombros tras él.
Taeyong negó con la cabeza.
—Estoy saliendo con Jaehyun, no me gustaría nadie más que él.
Una mueca apareció en el rostro de su hermano Doyoung quien después se encogió de hombros y lo soltó, caminó hasta la puerta de la habitación dispuesto a irse pero antes volteó a ver a su hermano mayor, Taeyong.
—Sé que te gusta Jaehyun, ustedes hacen una linda pareja pero ¿Estás seguro de que él podrá hacerte feliz?
—Lo hará, él es mi felicidad.
—Podría destruirte. —En sus ojos había algo que Taeyong no supo descifrar.
—¿Qué?
—Sé que Jaehyun lo es todo para ti pero hermano ¡No me vayas a dejar atrás por él! —abultó sus labios y salió de la habitación fingiendo tristeza, Taeyong negó con la cabeza debido a las ocurrencias de su hermano.
A veces su hermano menor cuida de él como si fuera el mayor, y lo hacía mucho mas cuando se trataba de sus citas. Ahora que el tiempo había avanzado, Taeyong no esperaba seguir saliendo con más personas que no llenaban su corazón, había perdido la esperanza de amar a alguien hasta que conoció a Jaehyun, un guardián reconocido ante el Consejo Dimensional.
Realmente es una persona que admiraba, había escuchado del hijo de los Jung pero nunca imaginó conocerlo, si no hubiese interactuado con él tal vez se daría después en un futuro pero por formalismo debido a los cargos que cada quien llevaría. Tal vez no hubiesen sido amigos ni mucho menos pareja. No hubiese terminado gustando del chico y siendo correspondido, Taeyong ha alcanzado su felicidad.
Esa noche celebrarían un aniversario más del pueblo. Jaehyun no podría acompañarlo y Doyoung nunca está interesado en asistir a ferias ni mucho menos a bailes organizados en el centro del pueblo por lo que iría solo. Taeyong se escabulliría de sus guardias.
Se había puesto su mejor vestimenta. Un traje color vino con decoraciones negras, su saco con apenas tres botones. Una vez más, acomoda su cabello blanquecino.
Tomó la máscara blanca con decoraciones doradas en las esquinas y se la colocó. Todos irían con máscaras y Taeyong sentía curiosidad, era la primera feria a la que asistiría sin guardias, sin gente a su lado diciéndole como debía actuar, nadie lo reconocería. Sus padres nunca le permitían ir ya que debía estudiar y encargarse de aprender más cómo manejar el pueblo para cuando se convierta en un líder. Por ello, a veces no tenía tiempo para sí mismo y buscaba de alguna u otra forma salir por ahí a distraerse, así sean cortos minutos en la noche ha admirar las estrellas del cielo que tanto ama ver.
