🍒 Capítulo 23 | Rivalidades

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MILO HADAWAY

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MILO HADAWAY


Mi madre salió desde muy temprano a una reunión de negocios con un inversionista italiano, me había quedado en casa con mi padre.

—¡Hansel Hadaway, no me hagas hacer un escándalo! —grita una chica desde la sala.

—Baja la voz, joder... —masculla el hombre—. Te he dicho que te daré el dinero, luego de eso te desapareces, no quiero verte mas por aquí, ¿qué tal si mi esposa te hubiese escuchado?

—¡Pues que me vea! Para que se de cuenta el tipo de marido que tiene, un sirvergüenza. Hansel, yo me esperaba muchas cosas de ti, pero... —su voz se quiebra—, ¿darme dinero para abortar a tu hijo? ¡Nuestro hijo! —exclama, aterrada—. ¡¿Es qué no tienes compasión?!

Su acento era un poco extraño y forzado, parecía ser de algún país latino.

Bajo las escaleras de donde estaba escondido.

—No la tiene y nunca la tendrá, créeme cuando te digo que no eres la unica a la cual le endulza el odio, así le gustan a él —le miro serio—; tontas e inocentes.

—Milo, por favor... —me llama la atención.

—¿Has...? —de sus ojos resbala una lágrima—, ¿le has hecho esto a otras más...?

Él permanece en silencio.

—¡Contesta! —grita irritada.

—Tal vez, pero no tenemos que terminar así, hablemos bien lo del niño, por fa, no se ve nada bien que una chica de dieciocho años esté embarazada, se ve feo, arruinarás tu vida por completo, tan solo te estoy sacando un peso de encima.

Él la toma del mentón con delicadeza y yo me cruzo de brazos rodando los ojos.

—Pues eso debiste pensarlo cuando te metiste conmigo, idiota —en un movimiento brusco le aparta la mano y lo señala con odio—. Vas a pagar muy caro lo que me has hecho, lo que nos has hecho... Te acordarás de mí, Hansel Hadaway.

Dicho eso seca su última lagrima y sale de la casa haciendo sonar sus plataformas en el piso. La puerta se cierra de un portazo.

Mi padre suspira, se coloca las manos en las caderas y suelta una risa burlona.

—¿Cuál fue el mal que yo hize para que me traten así?

—¿Eso es ironía o de verdad quieres que te detalle toda la mierda que ha pasado por tu culpa? —enarco una ceja.

—Últimamente me estas hablando muy grosero, ¿ha pasado algo malo contigo? —sonríe.

—Le diré a mi madre, tal vez se decepcione una vez más y se largue de esta casa, no me caería nada mal —me vuelvo a las escaleras.

Me detiene en un gesto de seriedad.

—Tú no harás nada, ¿qué quieres? ¿que nos quedemos en la ruina? No estoy para tus lloriqueos, te aguantas unos meses más hasta que pueda sacarle más dinero —sirve una copa de vino—. Casi ni la vez, pasas fuera de casa, ¿por qué tanta inquietud?

Cherry Flavoured [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora