MILO HADAWAY
El vigilante hace sonar una campana provocando que un ruido escandaloso se presencie en todo el lugar, nos levantamos de inmediato frotando nuestros ojos con cansancio y pesadez. Según el reloj gigante en la pared, son las seis de la mañana.
Nos desplazamos de mala gana en fila hasta los baños, ahí nos rotan de diez en diez, las duchas no tenían puertas ni nada por el estilo, solo habían veinte grifos, mientras uno se echa jabón otro se quita la espuma y así. Los que esperaban se abrazan a si mismos, como otros se tapan sus partes con las piernas temblorosas.
No faltaba el chico que se quedaba estático para ver a su alrededor con la boca abierta, para morbosear, hay miembros de todos los tamaños y colores.
Pasa el siguiente grupo y sigue el recorrido hasta que todos estamos duchados, con los cabellos empapados, las pieles erizadas y los uniformes puestos. Me peino el cabello con loa dedos esperando mi turno.
—¿Nombre? —pregunta una señora con cara de pocos amigos y orejas de panda.
Paso al frente.
—Ahm. Milo. Milo Hadaway.
Rebusca en una caja, saca una pequeña placa con mi nombre, apellido, edad y tipo de sangre. Me la coloca con un alfiler en la camiseta y hace un ademán para que prosiga.
Volvemos a caminar en fila, esta vez a un lugar desconocido para mí, me mantengo al lado de Charlie, quien hablaba abiertamente con dos chicos morenos. Diviso mi alrededor cuando los murmuros de presencian en el lugar, me doy cuanta que este sitio es incluso más grande de lo que pensé. Al parecer estábamos dividimos en grupos, es decir, que hay más cubículos con forma de "L" con más de veinte personas.
Es un salón grande, con un montón de sillas y mesas divididas en pasillos, en el fondo hay un mesón grande en donde varios empleados nos plantan la comida en bandejas. Nuestros compañeros gritaban, hacían chistes, jugaban juegos de mesa e incluso se repartían conmida de forma brusca tirándosela encima.
Tomo mi bandeja y me desplazo detrás de Charlie, a este le sirven una porción de papa, una manzana, proteína acompañado con un batido de espinaca, zanahoria y remolacha. Intento no vomitar y tomamos asiento.
Remuevo mi comida e intento llevarme un poco a la boca, el puré estaba demasiado aguado, parecía que le hubiesen echado agua para que rindiera. Me lo llevo a la boca a regañadientes, está supera salado y baboso.
Mi estómago se contrae y me prendo del batido, aunque este huela como el diablo.—El pobre Mack se quedó en el cuarto frío —comenta Charlie, tragando como perro—, dicen que tiene problemas con un guardia, que por eso no lo sacan de ahí.
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Cherry Flavoured [Español]
Teen FictionMalboro rojo, vino caro, vídeo juegos y groserías, básicamente esa es la vida de Milo Hadaway; el crush de mi prima. Su idealización y obsesión es tan grande que me pidió ayuda para conquistarlo aún y cuando el " cara de vírgen" no la quiere ver ni...