Capítulo 9: Confrontación

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6 días más tarde, Centro de Coordinación Defensiva de Europa (CCD).

-Mariscal, la flota se encuentra lista en órbita geosincrónica sobre el complejo. Los satélites defensivos están armados y preparados para disparar... Hace dos minutos el presidente de la zona euro ha activado sus códigos para la Valquiria y... El programa Overlord.

-¡¿Overlord?! Le pedí que destruyera Overlord. No es una opción.

-Aun así, señor, le pide por favor que use ese código si Valquiria resulta un fracaso.

-Bien... ¿Cuál es la situación?-pregunta Gómez.

-El objeto salió de velocidades hiperespaciales hace 2 horas 40 minutos, se aproxima en una parábola que lo sitúa en la atmósfera terrestre en menos de 5 horas.

-Activad el Odisea.

-A la orden, señor, enviando códigos de puesta en marcha. El acorazado Odisea ha dejado el modo de espera. Sus plantas de energía están a plena potencia. Ha fijado el rumbo de intercepción. La flota lo está siguiendo.

Acorazado Pesado Odisea.

Lucas Petrovich era joven. Demasiado joven. Un prodigio ruso. A sus 22 años, era el comandante de la única nave espacial construida para el combate. El Odisea. Una nave que no precisaba apenas combustible. Los motores químicos quedaban ya muy atrás, esta nave derivaba energía del hiperespacio hacia sus potentes motores sub-luz. Estaba armada con lo mejor y más mortífero jamás ideado por la raza humana. Cañones de plasma, armas de riel, misiles nucleares y balísticos, sistemas láser... Esta nave es el orgullo de la Tierra, su defensa final y más efectiva. Y él estaba al mando.

Se frotó su pelo, corto, al estilo militar, sus ojos, del color del bosque en otoño, reflejaban el peso del poder.

Pero llegaba su momento, el momento para el que llevaba entrenándose gran parte de su vida.

Llegaba el momento de defender lo que amaba.

-Bien, activad todas las parrillas de armamento frontal.

El odisea tenía la forma de una punta de flecha, diseñada para un maniobrabilidad extrema en el espacio así como para aterrizar en caso de ser necesario. Pero en cuanto Petrovich dio la orden, la punta de flecha se abrió, dejando al descubierto una parrilla de cañones de plasma y lanzadores de misiles nucleares. Un arsenal de muerte. A popa, las bahías quedaron al descubierto y un enjambre de cazas salió de la nave.

En aquel momento, recibió una transmisión privada desde EMCON-280. Un satélite que estaba fuera de servicio desde hacía años.

El contenido del mensaje lo cambiaba todo.

Destructor de la flota Terrestre Apollo.

-¡Hemos recibido un paquete de nuevo software, capitán! Medidas de apoyo, un sistema de mejor puntería...-anunció el oficial de comunicaciones.

-Nos hará falta. Esta nave es de las primeras, a pesar de los cañones, el nuevo blindaje y ese nuevo equipamiento secreto, prácticamente es un transporte de colonos con armas.

Mientras tanto, desde el CCD, se enviaban paquetes de software a otras tres naves: una nave minera para suplir a la flota de evacuación reconvertida en patrullera y otros dos destructores.

En aquel momento, un pico apareció en los sistemas gravitacionales de la flota, una distorsión espacio-temporal de magnitudes titánicas.

Habían llegado.

CCD. Enlace subespacial directo con la flota.

-Contacto visual Positivo, mariscal, nave enemiga en vector de aproximación. Inician maniobras para evadirnos antes de estar a distancia de tiro.

-Preparad Alpha-270 en t-15 segundos. Tras eso, cambiad el plan de batalla a WS-22J.

La Prometheus Réquiem salió del hiperespacio detrás de la nave enemiga. Un solo piloto.

-Herbie, ajusta rumbo. Inicia quema total del combustible y comienza a desplegar la envoltura.

-Sí, James. Prepárate para 9 gravedades...

Antes de que pudiera terminar, los chorros termonucleares emanaban del gigantesco impulsor. Hidrógeno recalentado era expulsado a velocidades casi relativistas, impulsando la nave en dirección opuesta a una velocidad desproporcionada.

Al mismo tiempo, un cono situado delante de la nave, se desplegaba. Una envoltura de material superconductor absorbía la energía de los láseres que disparaban contra él. Toda esa energía era redirigida hacia el impulsor, acelerandod más y más la nave.

-Velocidad optima alcanzada, James. Disponemos de la reserva suficiente para evadir la colisión en el último minuto.

-Bien, despliega el enjambre.

A la velocidad a la que ahora se movía la Prometheus Réquiem, no hacían falta explosivos, cualquier cosa que impactase contra la nave causaría un daño inimaginable... Y además tenía las cápsulas de P-210.

Un cargamento de 200 toneladas de fragmentos de metal del tamaño de patatas fue arrojado por la borda.

Herbie, comienza maniobra para cambio de curso en t-58 segundos. Prepara las cápsulas para modo de dispersión total.

4 Diminutos misiles del tamaño de una caja de zapatos fueron lanzados contra la nave... No contenían explosivos ni mucho menos... Contenían veneno. Veneno puro.

Polonio 210 enriquecido.

Mientras esto acontecía la Flota se dispuso a rodear a la nave, interponiéndose entre ella y la Tierra. Lanzando una cantidad ingente de proyectiles sobre la nave, obligaron al escudo de esta a fortalecerse en la parte de delante y anularse la defensa trasera... Para cuando detectaron el chorro atómico que emanaba de la Prometheus ya era tarde para hacer algo. Los motores quedaron inutilizados.

Sin embargo, en el último minuto, cuando la destrucción de aquel Titán parecía ya inevitable, saltó.

Desapareció.

Huyó.

Con información crítica sobre el paradero de la Tierra.

La Jaula de EinsteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora