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Volvía a Smallville junto a Martha, quien había sido muy amable en llevarme a Metrópolis para mí chequeo de prevención de cáncer, iba cada 6 meses solo para asegurarme de que no había cáncer o señales de este en mi cuerpo

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Volvía a Smallville junto a Martha, quien había sido muy amable en llevarme a Metrópolis para mí chequeo de prevención de cáncer, iba cada 6 meses solo para asegurarme de que no había cáncer o señales de este en mi cuerpo.

—Me alegra que sigas tan sana como una manzana —menciona la pelirroja, yo le sonrió y cuando ambas giramos la mirada hacia el frente vimos algo frente al auto

—Cuidado —advertí, pero fue tarde y chocamos contra la persona en el camino

Una vez el auto se detuvo, ambas salimos para asegurarnos de que la persona estuviera bien. Corrí hasta la pequeña figura que estaba frente al auto, era un niño no mayor de doce años, comencé a revisar si no tenía presuntas fracturas, por suerte no había nada visible que estuviera dañado, pero aún así faltaba asegurarnos de que no tuviera una conmoción cerebral o algo peor.

—Hola, cariño —saludé gentilmente, pues lo que menos quería era alterarlo— ¿Cómo te llamas?

El niño me miró con los ojos bien abiertos y con un brillo en él, no sabía si aquel brillo eran lágrimas, miedo o simplemente estaba aturdido.

—Tranquilo, iremos a qué te revisen un poco —le dije mientras acariciaba su mejilla, el niño se abrazó a mi cuando lo tomaba en brazos para llevarlo al auto de Martha, quien se mantuvo a mi lado buscando las cosas del chico— Tranquilo, nadie te hará daño

La Señora Kent subió en el asiento del piloto, mientras yo me sentaba en la parte trasera con el niño abrazado a mi.

—Vamos al hospital, deben revisarlo —le dije a la pelirroja, ella asintió

Yo me dispuse a acariciar el cabello del niño que se aferraba a mi como si su vida dependiera de ello, y yo temía que así fuera.

Estaba frente a Ryan, el niño no había querido separarse de mi para nada, ni siquiera cuando le iban a hacer las pruebas, así que he estado a su lado todo el tiempo

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Estaba frente a Ryan, el niño no había querido separarse de mi para nada, ni siquiera cuando le iban a hacer las pruebas, así que he estado a su lado todo el tiempo.

—¿Y a quien salva está vez el ángel guardián? —le pregunté, pues el niño había mantenido su Comic en su chaqueta

Él me mostró las páginas y comenzó a explicarme lo que ocurría, pero yo miraba a Clark, quien nos miraba desde afuera de la habitación. Supongo que Ryan lo noto, ya que volteo a ver a mi amigo, le dió una pequeña mala mirada antes de girarse a ver a los Señores Kent.

𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋𝐕𝐈𝐋𝐋𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora