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—Oh por Dios, Oh por Dios, Oh por Dios —comencé a gritar mientras corría a abrazar a Justin, este me correspondió— ¡Me alegra tanto verte!

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—Oh por Dios, Oh por Dios, Oh por Dios —comencé a gritar mientras corría a abrazar a Justin, este me correspondió— ¡Me alegra tanto verte!

—Dirás: me alegra tanto verte parado con los ojos abiertos y sin sangre —bromeó, yo me separé de él enojada— Lo siento, creí que ya había pasado el tiempo prudente como para poder hacer bromas

Acompañe a Justin a su casa esa noche, íbamos a cruzar la acera pero mis cordones se habían desecho, así que le dije que me esperara, pero al parecer no hable lo suficientemente fuerte y cuando escuché el auto doblar a toda velocidad levanté la cabeza, ví a Justin ser arrollado. Recuerdo vagamente esa noche pero la imagen de Justin cubierto de sangre, nunca se me irá de la cabeza, fue realmente espeluznante.

—Justin, tu accidente nunca lo superaré —le informé, realmente la había pasado mal esa noche— Puedes hacer bromas si así lo deseas, pero solo intenta no hacerlo frente a mi ¿Si?

Él asiente, me acerco a darle otro largo abrazo. Nos separamos debido a que estábamos estorbando a la mitad del pasillo de la escuela.

—¿Ya fuiste al puesto del Metropolis Medical Center? —me cuestiona una vez regresamos a mi casillero yo suelto un suspiro, así que él sabe exactamente lo que significa— Grace...

—Lo intenté, en serio —le digo mientras hago todo el cambio de libros y cuadernos que necesito— Es solo que... Ya no estoy tan segura de querer ser parte del área médica...

Él me mira sorprendido, todos prácticamente sabían que deseaba estudiar medicina, pero mientras más le doy vueltas, más se complican mis pensamientos. Ahora no estoy segura de lo que quiero hacer para el resto de mi vida, me da miedo elegir y equivocarme haciendo que mi padre desperdicié dinero que se que se esfuerza por conseguir, nunca en mi vida me lo perdonaría, nunca.

—Creo que estar abierta a otras opciones no sería malo... —es mi pobre excusa para no enfrentar la realidad

Whitney y yo estabamos en el Talón, el negocio de Lana, comía una rebanada del pay que Marta había hecho para vender

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Whitney y yo estabamos en el Talón, el negocio de Lana, comía una rebanada del pay que Marta había hecho para vender. Whitney me había llamado para reunirnos a hablar sobre la gran mejora de su padre, me alegra a realmente que ambos mejorarán su relación y que ahora pasarán más tiempo juntos.

𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋𝐕𝐈𝐋𝐋𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora