Y estaba ahí con su incambiable aroma. Acechando mis debilidades y temores.
Su frágil cuerpecillo era tan amargo, como la sangre de la sábila.
¡Qué irónico! Él me entiende,
él me comprende.
Me tiene un amor infinito, como ningún otro, su comprensión es placentera y ambigua,
pero su lapso de vida es muy corto y
no siempre está conmigo.
Quiero que sea eterno, que se quede conmigo, que renazca entre su propio humo.
Qué miserable es saber que lo que me comprende
y ayuda poco a poco me lleva a un holocausto sin fin, a mi eterna condena, mi eterna desdicha.
¿Cuán infinito es mi amor por seguir con vida? Me repito cada mañana al encender su delicado cuerpecillo amarillo.
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Canciones en la Luna (✓) en librerías.
PoesíaCanciones en la luna puede sentirse en varias facetas. Estas letras te pertenecen. Equivócate, ríe, ama y llora, pero no te detengas, la vida son pequeñas manifestaciones de lo que una vez fue. Los problemas mentales no son tema de burla, o algo qu...
