¿Muñeca o humana? No creo que existan más explicaciones en este medio, es una verdad dolorosa que muchos ocultan y lle- van consigo ese peso hasta no poder más. La mayoría confunde o se dejan llevar por la fantasía de las publicidades que nuestros ojos perciben, ya no existe una medida perfecta o buena salud, lo único que importa es lograr el objetivo de perfección.
Hay que notar que hoy en día en las publicidades de ropa o accesorios siempre se muestran cuerpos esculturales de chicas extremadamente delgadas, a tal punto que parecen muñecas de porcelana o esqueletos. Pero para el mundo de la publicidad eso es perfecto y hermoso. Lo muestran de esa forma en ese mensaje oculto de: "si no eres así de delgada, no eres bonita" lo captamos y queremos ser iguales o hasta más que ellas.
Pero no nos damos cuenta que nuestra mente prolonga este mensaje captado y lo convierte en obsesión, es una inquietud tan grande que no paramos, en otras palabras, no se sabe cuándo es su fin, no se sabe cuál es su parada. La meta u objetivo a largo y corto plazo, pero de algo estoy segura: busca tu fin.
No es vida no disfrutar un momento ameno con tu familia, ni siquiera ver una película con amigas porque al momento de comer palomitas las escondes, llegas a tu cuarto y haces ejercicio hasta más no poder o vomitas en silencio, mientras todos disfrutan y gozan de felicidad, tú lloras por ser infeliz y mostrar al mundo una gran mentira.
¿Amistades? Sí claro, los únicos amigos son una funda plástica, laxantes y el inodoro, ¿acaso una chica puede soportar tanto?
La verdad no puede, pero la ambición de poder sentirse feliz y aceptada por sí misma conlleva a ello. Callar por mucho tiempo para poder alcanzar la belleza, una belleza ficticia que solo es publicidad barata, la vida se convierte en una ardua lucha entre saber lo que hace daño y lo que es correcto.
Si tan solo las personas supieran lo que existe detrás de esa cara tan sonriente y a veces tan distante, si pudieran sentir todo lo que tiene y todo lo que calla, la verdad, muchos intentarían detener este desastre en el que uno se convierte. En el estudio, trabajo, incluso familia, si mencionas que padeces algún trastorno alimenticio te conviertes inmediatamente en un capricho, para ellos será una etapa, una llamada de atención, incluso algo pasajero que pronto se irá.
Pero no es así, no es un capricho, es una enfermedad, una enfermedad que te carcome día a día. Y sí, sí puedes recuperarte de su atadura, pero siempre está presente, existen momentos donde se vuelve a conectar contigo y parece que todo regresa a cero. Te presenta paisajes nuevos y muy diferentes a los que ya te hizo conocer.
Te da miedo, quieres gritar, llorar o huir.
Es normal, créeme.
Su eternidad es irreemplazable y su poder de invisibilidad es único, quizá solo seas el espectador y no el protagonista de la historia. No critiques, no señales, no sabes lo difícil que significa cargar con un peso etéreo. Para las/los protagonistas de esta historia, sé fuerte, salimos una vez, una segunda vez, una tercera vez, saldremos las veces que sean necesarias, te lo aseguro.No temas a desaparecer, no otra vez. Esta enfermedad no podrá con nosotros, cambia de ruta para que no se entere a dónde vamos. Brilla, siempre brilla, esta lucha no termina aquí, te lo dice una persona que volvió a conectarse con ella sin intención alguna. Eres un ser humano bello, valioso y único, que nadie ni tú crea lo contrario. Salgamos de esto, por favor.
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Canciones en la Luna (✓) en librerías.
PuisiCanciones en la luna puede sentirse en varias facetas. Estas letras te pertenecen. Equivócate, ríe, ama y llora, pero no te detengas, la vida son pequeñas manifestaciones de lo que una vez fue. Los problemas mentales no son tema de burla, o algo qu...