| Capítulo 21.- Secretos |

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Alexander

Cuando iba en el auto junto con mis amigas y Sebastián, noté todos aquellos colores vívidos y preciosos de la ciudad, observaba todo atento, estaba emocionado porque era mi primer viaje internacional. Saqué mi cámara fotográfica y comencé a plasmar todo en bellos recuerdos permanentes, al girarla tomé fotos del perfil de Sebastián, también de él con una sonrisa tratando de detener las capturas hacia su persona, yo sólo reí y me concentré en la bella Nicole y la hermosa de Melissa, ellas posaron con naturalidad.

Al volver hacia la ventana sentí una caricia en mi mano, era Sebastián tomándola lentamente, yo fotografíe nuestras manos.

— Estás muy emocionado — él sonrió un poco —, realmente pareces un turista

— Lo soy —reí —, ¿tú no lo estás?

— Cariño, créeme que no podría estar más contento que este momento — respondió con seguridad al mirarme directamente hacia mis ojos

Me sonrojé y volví a distraerme en la ventana.

Me había distraído tanto en el camino que no me había dado cuenta del tipo de residencial en la que estábamos, había casas demasiado hermosas, eran enormes

— ¿En dónde estamos? — Pregunté mirando hacia los demás —. ¿Sebas?

— Ohh, miren ahí — Melissa apuntó con su dedo índice —, esa escultura debe ser ridículamente costosa

— Charlie — le dijo Nicole —, no me digas que tú..., ¿vives por estos rumbos?

— Tal vez — respondió él —. Ah, no se lo esperaban — comenzó a reír —, pues...

— ¿Vives en una casa así? — Estaba sorprendido —. ¡Pero mira esa mansión, es bellísima!

El chofer dio vuelta en una de las calles, a los pocos segundos se detuvo frente a la casa más hermosa que jamás había visto antes, el portón con las iniciales H&B se abrió para poder adentrarnos en un majestuoso jardín con figuras de pasto, flores diversas y una fuente escultural que me cautivó. La casa, por sí sola era una maravilla, blanca y con toques celestes en las vistas, el auto se detuvo frente a la entrada cuyas escaleras sólo conducían hacia una enorme puerta de madera con vidrios preciosos

— ¡Dios, eres rico! — Exclamé al bajar del auto —. ¡Eres rico!

— ¿A caso vive la reina de Inglaterra en este lugar? — Preguntó Melissa atónita —. Mierda, no me arreglé lo suficiente

— ¿Cómo es posible...? — Nicole se detuvo observando todo —. ¿Cómo es posible ser amiga de un rico...?

— La pregunta del millón de dólares es por qué no lo sabíamos — me giré hacia Sebastián, él tenía mi maleta en la mano —. ¿Ocultarnos una maravilla así? ¡Dios!

— No es para tanto — él sonrió y caminó hacia las escaleras, los tres lo seguimos —. Les dije que mis padres tenían un negocio

— Pero nunca nos dijiste que era un negocio para tener todo esto — respondió Nicole —, creí que sólo tenían una tienda y ya, ¿pero estos lujos? No creo que se obtengan con un negocio común

— ¿Venden órganos o algo así? — Bromeó Melissa —. No encuentro otra explicación, por eso nos ocultaste todo, ¿te servirá mi riñón?

— No — él comenzó a reí en voz alta —. ¡No venden órganos! — Abrió aquella puerta que sólo fue un portal hacia algo mejor, mis ojos e iluminaron ante tanta elegancia —. Es un negocio familiar y ya

Charlie y el encuentro de Daniel [YAOI-GAY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora