| Capítulo 1.- Alexander & Charlie |

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Recientemente nos hemos mudado de casa, pues las cosas ya no estaban tan bien para mi padre, a pesar de sentirse aún vacío por la muerte de mi madre, daba su mejor cara delante de mí, pues él creía que al yo verlo tan sonriente iba a estarlo también, grave error. Por motivos económicos mi padre, Jeff Davidson, consiguió un mejor empleo para cubrir los gastos de la casa, ¿y yo? Dejé mi empleo como repartidor de pizzas por la mudanza, así que en cuanto terminemos de instalarnos trataré de conseguir algún otro trabajo. La casa es modesta y de un tamaño considerable para ambos, creemos hasta ahora que con nuestros muebles no podremos llenarla. De madera con pisos que rechinan en alguna de sus partes y puedo jurar que vi a una camada de perros vivir debajo de ella, aunque no le he dicho nada a mi padre, los perros no molestan a nadie.

Coloqué una de las cajas con mis pertenencias encima de mi colchón sin sábana aún, saqué algunas de las fotos con mis amigos Ted y Fred, unos gemelos pelirrojos y pecosos que a simple vista parecen idénticos, pero no, aunque sean gemelos tienen sus diferencias físicas. Ted es un poco más musculoso que Fred, y éste último posee una forma del rostro única. Comencé a sentirme triste porque no volveré a verlos en un muy largo tiempo, no sólo a ellos, sino, a todo el resto de mis amigos, pues vaya, no soy introvertido y mis días en mi colegio no fueron malos, es por eso que no me siento miedoso ni nervioso por inscribirme pronto a una nueva preparatoria cuando terminen las vacaciones de invierno, incluso puedo decir que me siento emocionado por ello, ¿conocer nuevas personas? ¡Una maravilla! Y, ¿por qué no? Conocer a alguna chica no estaría nada mal, mi ex novia y yo la pasamos muy bien, aunque de cierta manera se volvió algo rutinario e imposible vernos tan seguido, eso no nos detuvo, ahora somos muy buenos amigos a pesar de no mantener una conversación las 24 horas del día todo marcha bien.

—Mira esta locura — me dijo mi padre quien estaba parado frente a un cuadro de la sala de estar —, ¿está chueco?, ¿o soy yo el loco? —. Observé con atención el cuadro mientras me acercaba a él

—La única locura aquí es que te estés partiendo la cabeza con un cuadro

—Es raro, Alexander, pero siento extraño en las encías si no veo que algo está perfecto

—En dado caso debes ir con algún psicólogo — me burlé — ¿Conseguiste el periódico local?

—Sobre la mesa — Respondió sin apartar los ojos de la pared, un poco ridículo pero de alguna forma todos llegamos a ser unos ridículos ciertas veces. Tome el periódico de la mesa buscando la sección de empleos de medio tiempo para que no me consumiera la vida estando ya dentro de la preparatoria, pero no había nada.

—Creí que sería más sencillo conseguir algún oficio aquí, pero ya van cuatro periódicos y en ninguno puedo encontrar uno que se acomode a lo que quiero

—Eres muy exigente — me miró mi padre —, ¿por qué no buscas en alguna pizzería?

—No lo creo, estaría bien cambiar de rutina

— ¿Y en algo de cocina? Se te da bien

—Eso estoy tratando de encontrar, pero me resultará tedioso trabajar en algún restaurante, ¿sabes? Si algún cliente se enoja por la comida o si se me juntan los pedidos, horrible, no podré controlar el estrés

—Tienes razón — se sentó en una de las sillas del comedor —, mejor concéntrate en tus estudios

—No pasa nada, en esta casa vivimos tú y yo, no tengo ningún problema en ayudarte con algunos gastos, además, no estaría mal tener dinero guardado

—No voy a detenerte en tus decisiones, creo que con casi dieciocho años sabes qué es bueno y que no lo es para tu vida. Si con el hecho de trabajar te sientes cómodo, adelante; aprecio todo el soporte que has sido para mí.

Charlie y el encuentro de Daniel [YAOI-GAY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora