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Los padres de Felix y Jisung volvieron a la habitación con chocolates calientes y pan de frutillas para todos

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Los padres de Felix y Jisung volvieron a la habitación con chocolates calientes y pan de frutillas para todos. Lix y Changbin tuvieron que salir y sentarse en la sala de espera, pero por fortuna dieron a Jisung de alta solo una hora después.

Toda la familia subió al auto del señor Lee y se dirigieron a la casa de los padres de Lix y Jisung. Felix durmió en la sala con su papá y su novio, y Jisung durmió en la habitación del segundo piso con su mamá.

Daban casi las 4 de la mañana cuando llegaron a la casa y además todos venían exhaustos por el estrés del hospital, así que terminaron durmiendo hasta más del mediodía. Al despertar el señor Lee salió a comprar tamales y la señora Lee preparó chocolate caliente. Los demás chicos se sentaron en el comedor y comenzaron a admirar la decoración navideña en la casa.

—En serio extrañaba venir aquí en Navidad —dijo Jisung mirando alrededor con una sonrisa—. Lo que más me dolía de vivir en Malasia era no poder pasar las fiestas de fin de año en esta casa.

—Jisung hyung consiguió un buen trabajo en Malasia así que vivía ahí desde hace unos 5 años —le explicó Felix a su novio.

—Pero hace un par de meses básicamente me dijeron "Gracias por todo. Hasta nunca", así que tuve que tomar todas mis cosas y devolverme a Corea —terminó de contar Sung con un suspiro.

La señora Lee volvió a la mesa llevando una bandeja con tazas de chocolate.

—Mamá, ¿dónde compraste el árbol de Navidad? —preguntó Jisung señalando el árbol blanco en la sala.

—Emm... —dejó la bandeja sobre la mesa y lo pensó por un momento—. Fue cuando aún vivíamos en Australia. Creo que lo compré con tu papá en Target.

—Ah, que lástima —Sung hizo un puchero con desilusión—. Es precioso... Me gustaría comprar uno así para mi apartamento.

—Espera, ¿no tienes árbol de Navidad en tu casa? ¿Acaso eso te enseñé? —bromeó su madre, pero en el fondo si estaba algo ofendida.

—Es que... No sé —Jisung no sabía cómo excusarse—. Dejé todas mis decoraciones navideñas en Malasia y cuando me mudé aquí ya no le vi el sentido a comprar decoraciones navideñas. Ya no sentía el espíritu navideño. Pero volver a esta casa me está trayendo muchos recuerdos lindos de la Navidad... Quizás este es mi momento para reconciliarme con esta festividad.

—Habla con Binnie. Él es experto en reconciliarse con la Navidad —dijo Felix. Changbin rio y negó con la cabeza—. Lo digo en serio —insistió—. A principio de diciembre Changbinnie detestaba cada cosa que fuera mínimamente navideña... y ahora mira, él fue el que me convenció de la importancia de la Navidad anoche.

—¿Qué ocurrió anoche? —preguntó Sung.

El señor Lee volvió a la casa con 5 tamales y una bolsa de hoppang, que eran bolitas de harina rellenas de patsu. Mientras todos desayunaban en el comedor Felix y Changbin les contaron los detalles sobre el milagro navideño que había salvado a Jisung y la importancia de la esperanza navideña como cura ante cualquier adversidad.

—En conclusión: la Navidad es un invento comercial inventado por el capitalismo... pero lo que pocos saben es que también es un festividad muy importante que puede incluso llegar a ser mágica si crees en ella —resumió Jisung.

—Así es —asintió Changbin.

—Es como una época de sanación espiritual —siguió explicando Felix—. La Navidad es una simple excusa para ser feliz y tener esperanza... pero si te dejas llevar por esa excusa puede funcionar completamente de maravilla.

—A lo que queríamos llegar es a que la Navidad no solo es una festividad vacía sino que en realidad puede ser muy útil si la asumes con profundidad —terminó Binnie.

—Pues... Feliz Navidad, mis angelitos —dijo la señora Lee levantando su taza de chocolate—. Mi cosa favorita de la Navidad no son las decoraciones ni los villancicos... Mi cosa favorita es poder verlos a ustedes. Bueno... y quizás la comida también —agregó riendo.

—Feliz Navidad, chicos —repitió el señor Lee con su taza en la mano—. Le agradezco infinitamente a la Navidad por darnos una excusa cada año para pasar tiempo en familia.

—Feliz Navidad —repitieron los demás chocando sus tazas a modo de brindis, para luego tomar un gran sorbo de chocolate.

—Waaa, ¿se han dado cuenta de que el chocolate es uno de los mejores inventos jamás creados? —Jisung tomó otro sorbo más—. Me alegra estar aquí físicamente. Los años pasados cuando hacíamos videollamadas para Navidad nunca podía probar este chocolate.

—¿Quieres otra taza de chocolate? —preguntó su madre al notar que ya iba terminando.

—¡Claro que sí! —respondió con emoción.

—A mí también me gustaría otra taza... —dijo Changbin.

—A mí también —repitió Felix.

La señora Lee rio ligeramente. Fue a la cocina para traer la olla del chocolate y al volver a la mesa sirvió chocolate para todos. Esa deliciosa bebida siempre era la encargada de unir los momentos navideños.


© byeoltuli | ❄️

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