5O ⁞ Detallista

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—¿O sea que nunca habías cocinado en familia el día de Navidad? —preguntó Felix mientras abría la puerta de su casa con la llave

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—¿O sea que nunca habías cocinado en familia el día de Navidad? —preguntó Felix mientras abría la puerta de su casa con la llave.

—Básicamente nunca había hecho nada en familia el día de Navidad —respondió Changbin, entrando a la casa junto a su novio—. O bueno... quizás hicimos cosas juntos cuando era muy pequeño pero no tengo muchos recuerdos de eso.

—Pues... ¿Qué tal te pareció la experiencia, Changbinnie? ¿Te gustó el día de hoy? —cuando ambos habían entrado Lix cerró la puerta por dentro.

El reloj daba las 6 de la noche, así que habían pasado todo el 25 de diciembre en la casa de los padres de Felix. Después de entregar los regalos de Navidad cocinaron el almuerzo todos juntos, que fue pavo con salsa de ciruelas y arroz a la valenciana, y luego destaparon una botella de vino para acompañar la comida. Al terminar de almorzar la charla aún no acababa así que trajeron un Panetón de la cocina y lo cortaron en rebanadas. La reunión familiar continuó hasta que terminaron la botella de vino y todos decidieron que era un buen momento para dejar la conversación ahí.

Fue un día con lleno de Cs. Comida, comodidad y charla.

—Me encantó —respondió Changbin regalándole un abrazo a su novio—. Esta ha sido mi primera Navidad feliz en mucho tiempo. Gracias por regalarme un lugar en tu mesa, Lixie. Es el mejor regalo navideño.

—Oh, pero eso no cuenta como regalo —Felix soltó el abrazo y corrió a su habitación—. En realidad tengo un verdadero regalo navideño para ti. Sé que es tarde pero el 25 de diciembre aún no termina.

—¿En serio? —Changbin también entró a la habitación y sacó algo de su maleta mientras Lix sacaba algo de un cajón—. Yo también tengo un regalo para ti.

Ambos sonrieron con ternura al mirarse. Felix tenía una bolsa de regalo verde en sus manos y Changbin tenía una caja envuelta en papel de regalo rojo.

—Feliz Navidad, amor —dijeron casi al tiempo, intercambiando regalos.

Corrieron al desastrozo árbol de no-navidad, que ahora serviría como árbol de Navidad, y se sentaron a su lado para abrir los regalos.

—¿Quién inicia? —preguntó Binnie.

—Tú. Yo mencioné tu regalo primero —argumentó Felix.

Changbin leyó la etiqueta en la bolsa de regalo. "Para: Mi ángel. De: Felix". La abrió sin dudarlo y sonrió de oreja a oreja al sacar el regalo. Era un elegante abrigo negro.

—¡AHH, ME ENCANTA! ¿¿Cómo sabías que siempre he querido un abrigo?? —preguntó poniéndose de pie para probarse el regalo de inmediato.

—Lo dijiste el día que intercambiaste mi bufanda por el trineo —explicó Lix, al ser un gran detallista. Luego aplaudió al ver a Changbin con el abrigo puesto.

—Soy el ángel más feliz del mundo. ¡Muchas muchas muchas gracias, Lixie! —exclamó sentándose en el piso de nuevo para abrazar a Felix.

—¡Te queda precioso! —elogió sonriendo. Binnie volvió a pararse y modeló dramáticamente con el abrigo—. ¡Oh por Dios! ¡Mírenlo! ¡Ese es mi chico!

—Ya, ya. Suficiente. Ahora abre tu regalo —pidió riendo con vergüenza y volviéndose a sentar.

Felix miró la caja roja en sus manos. Tenía una tarjeta a mano que decía "de: changbin. para: mi gatito ♡". Lix sonrió y rompió el papel de regalo, pero haciendo su mejor esfuerzo por no dañar la tarjeta. En su interior había una caja de cartón Vans.

—¡No puede ser! —Felix abrió la caja. Adentro habían unos tenis Vans amarillos. Era el modelo exacto con el que llevaba meses obsesionado—. ¡NO PUEDE SER!

—El día que me arrastraste al centro comercial a las malas te quedaste viendo estos zapatos... Supuse que debían gustarte mucho —explicó Changbin. Al parecer ambos eran demasiado detallistas.

—No solo me gustan. Los adoro —Lix se quitó rápidamente los aburridos tenis negros que tenía puestos y se puso las Vans amarillas—. Ya está. Ahora nunca más tendré que pensar qué zapatos usar. Me pondré estos todos los días. Incluso voy a dormir con ellos.

—Me alegra haber acertado —dijo Binnie riendo.

—¡Muchas gracias, amor! —exclamó lanzándose a abrazar a Changbin—. Esta ha sido mi Navidad favorita.

—¿Con todo y lo del hospital?

—Con todo y lo del hospital —afirmó Felix, para luego soltar el abrazo—. Tú compañía hace linda cualquier situación, Changbinnie... Gracias... gracias por estar a mi lado.

—Gracias por permitirme estar a tu lado —le respondió sonriendo, pero luego negó con la cabeza—. Basta. No más cursilerías. Voy a terminar llorando y no hay tiempo para eso.

—Oh, tienes razón... —Lix miró el reloj. 7 de la noche—. El vuelo sale mañana en la madrugada y aún no hemos empacado las maletas.

Changbin volvió a su casa y cada uno empacó su maleta mientras hacían una llamada telefónica, porque ese par de enamorados no podía estar separado ni unas cuantas horas.


© byeoltuli | ❄️

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