Capitulo 13.

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Un mes.

Ha pasado un mes desde que Emilio y yo comenzamos nuestra relación falsa. Aunque la situación ha cambiado entre nosotros no deja de resultar confusa. ¿Qué si mis sentimientos han cambiado? Es algo que no puedo responder, lo cierto es que Emilio ya no me resulta tan molesto o irritante como al principio de toda esta travesía... Al menos ya no tanto.

Este mes también ha sacudido a mi familia de una manera importante. Mis padres estaban por separarse, mi papá ya no vivía en la casa, mi mamá se la pasaba mucho tiempo en su habitación encerrada y mi hermano trata de hacerse el fuerte. Si bien no llevábamos una relación como la de antes, logramos limpiar un poco las asperezas entre nosotros.
Coincidimos que en este momento mamá era lo importante y no queríamos sumarle otra preocupación al ver a sus hijos distanciados.

Nos encontrábamos en la cita con ambos abogados. Este día lo harían oficial. Su matrimonio se acabaría. Lo único rescatable de está situación es que no sería necesario ir a tribunales porque ambos lo estaban haciendo a mutuo acuerdo y tampoco tendrían que pelearse por la custodia de nosotros, ya que Aarón y yo éramos mayores de edad.
Ambos decidimos seguir viviendo con mamá, algo que mi papá entendió y estuvo de acuerdo. Incluso nos dijo que no la dejáramos sola en este momento. Y mientras nos decía todo eso, yo lo observaba. Tal vez no lo refleja tanto pero se que está desecho por dentro, se lo mucho que ama a mamá y estoy segura que lo seguirá haciendo pero ahora de una forma diferente.

Nos dijo que siempre estaría pendiente de nosotros y de ella también. Que el estar separados no iba a ser impedimento para que siguiera preocupándose por nosotros, como siempre lo ha hecho.

Mamá y papá pasaron a la sala con ambos abogados para firmar los papeles que eran necesarios. Aarón y yo nos quedamos afuera esperándolos.
Caminaba de un lado a otro, mi hermano solo me veía sentado desde su lugar.

— ¿Por qué no te sientas, Regi?.—me sugirió.

Asentí y me senté a su lado. Lo miré de reojo, estaba moviendo su pierna de arriba a abajo sin parar.

— Aarón.

— ¿Si?.— giró a verme.

— Estoy asustada.— confesé. Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

— También yo.— sin pensarlo me rodeó con su brazo y me acercó a él. Ese abrazo significaba bastante para ambos, era algo que necesitábamos.
Recordé las palabras de Emilio “Yo no sería nada sin mis hermanos”. Y realmente tomaba sentido para mí.

No sería nada sin mi hermano.

— Lamento todo lo que pasó. Nuestra discusión... No reaccioné de la mejor manera.

— Descuida, ya olvidé todo.— me sonrió.

Nos tuvimos que separar al sentir que mi celular comenzó a vibrar. Me levanté de mi asiento y me alejé un poco para poder atender la llamada.

Hola, Regi.

Hola.— contesté casi susurrando.

¿Está todo bien?.— me preguntó.

— Si, es solo que no puedo hablar muy alto donde estoy.

De acuerdo, seré rápido. Me preguntaba si querías ir por un helado, tengo unas horas libres antes de irme de viaje con el club.

𝗖𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗴𝗹𝗮𝘀 / 𝗘𝗺𝗶𝗹𝗶𝗼 𝗟𝗮𝗿𝗮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora