¡ veinte !

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— Oh, amigo, ¿qué fue eso? —exclamó Jisung.

El grupo de tres estaban sentados en su respectiva mesa en la cafetería, disfrutando del receso para comenzar con un mar de preguntas.

— N-no lo sé —respondió un poco nervioso el rubio, con el corazón aún latiendo rápido por la adrenalina del momento—. Pero se sintió increíble.

— Nuestro Hyunnie está creciendo —arrulló el omega menor, tomando las mejillas de su amigo para aplastarlas, sonriéndole orgulloso tras lo que había sucedido—. Fue asombroso ver como humillaste a aquel alfa que se lo tenía bien merecido, ahora esos idiotas entenderán que ya no eres el Hyunjin que siempre mantiene la cabeza gacha.

— Es hermoso verte tan lleno de confianza, nuestro Hyunnie es asombroso —siguió el beta, y Hwang pronto se vió envuelto en un agradable abrazo grupal con suaves voces murmurando elogios que llenaban su pecho de alegría.

Nunca pensó que algún día haría eso, que alzaría la cabeza y escupiría las palabras que siempre dejaba atoradas en su garganta por temor o por simplemente seguir las reglas de su madre. Estaba comenzando a dejar todas esas estúpidas reglas detrás, a dejar de ser el omega sumiso y obediente para mostrar quien era realmente, para crear su propia personalidad y no una falsa donde sólo quería complacer a su progenitora para evitar los conflictos con esta.

— Ya chicos, sueltenme —comenzó a carcajearse suavemente, mientras recibía pequeños besos en sus mejillas, él aceptaba cada muestra de afecto con una sonrisa, le gustaba mucho esos momentos; sus amigos siempre supieron lo mucho que adoraba el contacto, los abrazos y los besos, y por ello cada que surgía el momento, se encargaban de llenarlo de éstos.

Quería tanto a Seungmin y Jisung, habían sido sus mejores amigos desde que comenzó la secundaria, su vínculo era fuerte y siempre estaban dispuestos a proteger al otro sin importar qué.

— Oye... ¿y cómo te sientes? Ya sabes, con todo lo sucedido hasta ahora —preguntó el azabache de mejillas regordetas mientras de a poco se alejaban, sentándose mejor sobre la banca.

— Bueno... al principio fue horrible y aún me siento atormentado por los recuerdos cada vez que llegan a mi cabeza, pero estoy bien, puedo con esto, puedo superarlo y seguir adelante porque sé que no soy débil, soy fuerte —sonrió con determinación.

— ¡Esa es la actitud, Hyun!

— ¡Nuestro Jinnie es muy fuerte!

Estaban siendo tan escandalosos y ruidosos en ese momento que atraían algunas miradas de los demás alumnos, pero sinceramente no les importaba, tan sólo disfrutaban del cálido momento, hasta que Jeongin se acercó a ellos junto a sus dos amigos, deteniéndose enfrente de su mesa para ofrecerles una sonrisa amable.

— Buenos días, hyungs, ¿podemos sentarnos aquí? —preguntó con su tono tranquilo, y tras recibir una respuesta afirmativa y animada, los tres chicos se sentaron en el asiento que quedaba al frente.

Hyunjin estiró su mano para poder alcanzar la del menor, comparando sus tamaños mientras ambos jugaban con sus dedos, casi perdidos en su propia burbuja mientras intercambiaban miradas brillantes y llenas de cariño.

— Ustedes son demasiado cursis, ya comiencen a salir antes de que vomite —se burló Minho, con voz calmada y una pequeña sonrisa de malicia reluciendo en sus labios—. Ya estoy agotado de escucharte suspirar por Hyunjin desde que comenzó el año.

— Hyung, ya —se quejó el pelirrojo con un pequeño puchero en sus labios—. Además mira quién lo dice —señaló a sus amigos y lo tranquilamente acurrucados que estaban, con Changbin descansando su cabeza en el hombro del castaño—. Ustedes están suspirando por el otro todos los días y no me ven quejarme.

— Silencio, mocoso —regañó el azabache, molestando al alfa mientras estiraba su mejilla, riendo ante sus muecas infantiles.

Todos se mantenían bastante animados mientras charlaban y bromeaban, Hyunjin estaba muy feliz de que ambos grupos al fin comenzaran a conocerse mejor para así poder expandir el grupo de amigos.

Changbin y Jisung descubrieron su gusto compartido por el rap y sin duda se dispusieron a improvisar, manteniéndose serios al menos los primeros tres minutos antes de comenzar a decir cualquier cosa y estallar en risas. Minho y Seungmin por su parte, conversaron mas calmadamente, ambos encontrando la fotografía como un gusto en común, mostrando cada uno sus propias fotos, ya sea de paisajes o selfies con sus amigos.

Y mientras Hwang veía a todos convivir tan animadamente, una bella y gran sonrisa se dibujó en sus labios, mirándolos con cariño, viendo lo diferentes y a la vez parecidos que eran. Esos chicos fueron los que lo ayudaron a entender que no siempre las cosas tenían que ser como la mayoría dictaba.

Un omega no debía ser solamente frágil y débil, admirando a Seungmin y su determinación, su ropa mayormente ajustada y coqueta, o a Changbin y su fortaleza junto a sus prendas oscuras; los betas no generalmente tenían que ser tranquilos, con la hiperactividad de Jisung gritando, su ropa llena de colores, y Minho estirándose sobre la mesa para molestarlo, probando diversos looks cuando lo veía; un alfa no siempre debía ser fuerte y rudo, fijando su mirada en Jeongin, en sus ropas generalmente pasteles y su dulce personalidad.

Y por último mirándose a sí mismo, viendo su propia fortaleza y tomando sus propios gustos, disfrutando de usar ropas grandes y suaves como al mismo tiempo algunas otras más oscuras, llenándose de confianza mientras se probaba la ropa de Jeongin, desde sus camisas negras hasta algunas chaquetas de cuero sintético.

Ya no tenía que seguir escuchando lo que la alfa le dijese, ya no debía seguir creyendo esos tontos estereotipos porque no necesariamente había que ser como ellos; había variedad de alfas, betas y omegas, y eso estaba bien, también variedad de gustos, la ropa no tenía un genero, no se adaptaba a una sola especie, al igual que las personalidades variaban constantemente, todos eran diferentes y únicos a su manera.

— Realmente los adoro, chicos —habló el rubio, obteniendo la atención de sus amigos quienes sonrieron en grande, y Jeongin se levantó de su asiento para hacerse un espacio a su lado y abrazarlo contra su pecho.

── pastel boy !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora