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— T-Tae~
Seokjin se removió, gustoso. Llevaban casi tres horas así y él no podía estar más feliz.
— Mas~ ¡Alfa!
Taehyung gruñó complacido. Adoraba escuchar a su Omega gemir su nombre y llamarlo de esa manera cuando hacían el amor.
Era suyo.
— P-Por favor... Mgh~
— Ruega, cariño.
— Alfa, por favor~ Mgh~ Quiero más...
Taehyung aumento la fuerza de sus embestidas, haciendo al Omega gritar bajo suyo, sosteniendo las sábanas y mordiendo los labios para evitar que su seguridad escuche.
Aunque claro... Eso había pasado a segundo plano porque Taehyung quería escucharlo, quería que todos los Alfas que estaban ahí de su casa, custodiando, supiesen que ese lindo Omega ya tenía un dueño.
— No te tapes, amor... Quiero oírte.
Y claro que Seokjin cumpliría cada capricho del Alfa que lo hacía gritar bajo suyo.
Por otro lado...
— ¿No podríamos irnos?
— No. Tenemos órdenes.
— ¡Y yo un problema en mis pantalones!
— Asqueroso. ¿Te excitaste escuchando... Eso, que otro Alfa está causando en él?
— No es mi culpa. Es muy lindo. Y, dios... Suena tan...
— Mierda, cállate o...
— ¡Más! ¡Taehyung, ahí!
— Esto es incómodo.
— Hablen por ustedes, yo disfruto.
Todos se quedaron callados al escuchar a Alfa y Omega gemir con fuerza, suponiendo que habían terminado para iniciar de nuevo.
— Animales. Si ese chiquillo llega a salir y los ve así, los va a matar.
— ¿Por qué? No es nada serio eso.
— Es su Omega.
— Nah, debe ser otro para el revolcón del momento. El jefe sería muy iluso si se enamora de ese chiquillo hormonal.
— ¿Que dijiste?— Taehyung no quería salir, pero el aroma de los Alfas solo señalaba una cosa. Excitación. Y Seokjin lo había percibido, ocasionando un picor en su nariz, a lo que se vistieron y bajaron con rapidez, siempre Seokjin inhalando el aroma de Taehyung.
— J-Jefe...
— Hoy no hay jefe para mí. Jefe será para mi Alfa.
— ¿Que? ¡Vamos, jefe! No puede creer que este chiquillo está con usted en serio... ¿O si?