Forbidden [Taejin]✓

08

Seokjin suspiró y se aferró con fuerza al Alfa.

Jamás había anhelado tanto el tener contacto físico con algún Alfa. Ni siquiera en su primer celo.

Ahora, los labios de Taehyung lo llevaban a un mundo completamente desconocido.

¿Que era esto que hacían?

¿Era en verdad enfermo?

¿Cómo podrían amarse?

Cuando en realidad no son más que tío y sobrino...

Y claro, Seokjin siempre fue una persona con respeto, valores y moral. Él se habría apartado con cualquier otro.

Pero con Taehyung no podía.

Solo con verlo, iba a un mundo nuevo, lleno de maravillas que iba descubriendo. Su mirada cuando, inconscientemente suponía, el Alfa se le quedaba mirando, lo llenaban de orgullo.

Y su piel y su corazón anhelaban que el Alfa lo amara como él. Que lo cortejara, que le dijera lo mucho que quería estar con él y formar una familia.

Seokjin anhelaba de Taehyung algo que no debía ser dado. Una marca que los uniera para la eternidad, una marca que demostrara al mundo que se amaban. Una marca... Que nunca debió ser para él.

Pero que, en estas alturas, poco le importaba.

Sus manos se aferraron con fuerza a la camisa de Taehyung, quien ahora lo sujetaba de la cintura, paseando sus manos con delicadeza por encima de su ropa.

Para Taehyung, no sería su primer beso, pero sí era su primer amor... Para Taehyung, Seokjin podria llegar en convertirse en algo más importante que ser primera vez en algo. Él sería su eterno.

Para Seokjin, Taehyung no sería su primer beso, ni primera pareja, ni primer amor... Pero si sería el último, el eterno, el único a quien podría amar de manera que no le importaba romper a su familia.

Cuando se separaron, sus respiraciones eran agitadas, sus frentes se juntaron por inercia, tratando de regular sus respiraciones, disfrutando el contacto entre ambos.

— Seokjin— La voz de Taehyung salió grave, imponente, pero a la vez, suave y amorosa, buscando mostrarle a su pareja lo mucho que deseaba estar así sin perder su toque de posesividad— Sé que esto está mal, que no dejemos amarnos de esta manera, que para mucho puede ser algo... Repulsivo.

El Omega bajo su cabeza, imaginando el rumbo de esa conversación.

— Pero— Taehyung tomo el mentón de Seokjin para hacer que lo mire—, no me importa. No me importa romper esta línea, no me importa si el resto del mundo me odia, ya no me interesa nada. Desde el primer momento que te ví, mi lobo aullaba contento y frenético por ti, por encontrar a su pareja. Creeme, yo no quise creerlo, porque siempre pensé que jamás existían, esa fue mi educación, pero no más. No sé que me has hecho, pero desde que me recibiste en la puerta aquella tarde, no pude sacarte de mi cabeza. Al principio, fue tu belleza física, fue la primera vez que ví a alguien como tú, te veías tan dócil, tan delicado, tan frágil... Pero también te veías fuerte, alguien que no se dejaba vencer. Me fui enamorando aún más de ti con esos detalles. Ver como Intentabas acercarte a mi aún cuando te rechazaba de una manera grosera. Ver como te desesperabas para preparar una comida que a mí me gustara. Ver cómo siempre respetaste mi espacio... Verte a ti, siendo tan leal y amable con todos, con esa hermosa sonrisa que me cautiva, me enamora cada vez más y se que aún hay cosas de ti que no conozco, pero que estoy seguro, amaré con todo mi ser. Te amo, Seokjin, me estoy abriendo a ti, quizás no te desnudo mi alma, pero intento ser lo más sincero que puedo. No me importa romper a mi familia, no me importa que la sociedad me juzgue, no me importa que me señalen, solo me importa que tú me ames y me aceptes. Dime, Seokjin. ¿Estás dispuesto a eso? ¿Estás dispuesto a dejarte señalar conmigo? ¿Soportarías conmigo a la sociedad? ¿Enfrentarlas conmigo a este mundo jodido que solo busca juzgar sin conocer? Si no quieres, si no lo soportarías, yo entenderé. Si lo haces, haré que valga la pena.