𝕯𝖊𝖑𝖎𝖌𝖍𝖙

13. 𝓒𝓸𝓷 𝓮𝓵 𝓹𝓪𝓼𝓲𝓿𝓸 𝓮𝓷𝓬𝓲𝓶𝓪

Ya era de noche, y nuestra pareja protagonista se encontraban durmiendo, abrazados en la cama, para que logren hacerse una idea mental les describo la escena. Pues Mudz se encontraba abrazando por la espalda a Stuart, quizás la palabra más común, es un abrazo de cucharita.

Su tranquilidad era notoria, sobre todo el amor. Pot se despertó de la nada y vió las manos de su novio que rodeaban su cintura, se dió la vuelta para tener de frente al susodicho. Al moverse despertó a Nicalls, quién se encontraba algo soñoliento.

— ¿Qué sucede Sunshine? — preguntó Nicalls.

— Nada, solo quería ver lo tierno que te veías mientras dormías — dijo colocando su mano en el rostro de el pelinegro — Pero no funcionó.

— ¿Me estás coqueteando? — preguntó rodeando la cintura de Pot y acercándolo más a él.

— Obviamente.

Palabra suficiente para darle a entender al pelinegro las dobles intenciones que tenía. Sin tiempo que perder Nicalls comenzó a besar a su novio, pero no hablamos de un lindo beso, más bien hablamos de aquellos besos que te dejan sin aliento. Pero el beso tuvo que ser interrumpido por la falta de aire, al separar sus labios una hilera de saliva todavía los unía.

Aprovechando que ambos se encontraban desnudos, por un encuentro anterior, Pot decidió tomar un poco de iniciativa, sabía que a Nicalls le encantaba eso.

Es así que se montó encima de Nicalls, este solo sonrió de manera lasciva, pues no había mejor cosa que ver a Stuart siendo atrevido. La fiebre se había apoderado de ellos, y el peliazul no quería esperar más, por eso fue directo al grano.

Tomó el miembro del mayor para poder alinearlo a su entrada, una vez hecho eso, lo introdujo con un poco de cuidado. Ya estando listo comenzó a mover sus caderas adelante y hacía atrás, eso de por sí le gustaba, haciéndolo notar a través de gemidos.

Murdoc ya no podía esperar más, pues el ver a Stuart en ese estado le resultaba tan exitante.

— ¿Necesitás un poco de ayuda cariño? — preguntó el mayor, el peliazul asintió.

Al obtener una respuesta positiva, tomó al menor del trasero, para tener más accesibilidad al momento de penetrarlo, el menor le siguió el juego y empezó a dar unos pequeños saltitos, lo cuáles fueron ayudados por el mayor a profundizarlos.

Mudz no podía evitar el amasar el trasero de su novio, mientras esté no dejaba de gemir, poco les importaba la hora que era, y a quién pudieran despertar con sus ruidos. Pero llegó el momento en que ambos se corrieron.

El menor recostó su cabeza en el pecho del mayor, mientras se estabilizaba su respiración, pero bueno ambos ya estaban listos para volver a dormir.

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Créditos a: VethFlores