29. 𝓕𝓮𝓽𝓲𝓬𝓱𝓮

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La luna daba su esplendor, dando a entender que ya era de noche, hacía un clima agradable. La noche era digna del romance. 

Murdoc se encontraba sentado en un sofá, lucía de maravilla, llevaba puestos unos pantalones que parecían ser de vestir de color negro, una camisa manga larga blanca de botones, con los primeros dos botones desabrochados, y para darle un toque más sensual, se había remangado valga la redundancia las mangas de la camisa hasta los codos, dejando ver sus antebrazos dónde se resaltaban una que otra vena que sobre salía.

El mayor tomó un sorbo de su copa de vino y la dejó nuevamente sobre la mesa, mientras miraba salir a su novio del baño, luciendo tan hermoso, luciendo como su fantasía.

Stuart vestía de manera provocadora, con un traje de maid de color negro, el traje era corto como el delantal de encaje blanco, esté tenía con un moño frondoso en la parte de atrás, también llevaba puesto una diadema hecha del mismo material que el delantal y unas medias blancas que cubrían parte de sus muslos que la falda no cubría.

Nicalls lo observó de arriba abajo con una mirada lasciva, le dió unas palmadas a su regazo para darle a entender al menor que se sentará en el. Pot algo avergonzado obedeció, se sentó de espaldas al pelinegro.

Pronto él peliazul sintió como unas manos le rodeaban la cintura, sentía la respiración del mayor en la parte de atrás de su cuello. La voz grave y varonil de su novio le susurró en el oído...

— Cuando pienso que no puedes lucir más sexy, apareces vistiendo algo así y rebasas tus límites y los míos — le susurró el mayor a Stu.

— ¿Te gusta como me queda el traje? — preguntó tímidamente el menor.

— Me facina como te queda, no tienes idea de cómo me provocas — dijo Nicalls dándole un beso en el cuello al peliazul .

— Tú también te ves muy guapo — dijo sonrojado Pot.

— ¿Te gusta? — preguntó el mayor, a lo cual Stu asintió con la cabeza — Pues te tengo la buena noticia que soy de tu propiedad, cómo tú eres de la mía.

El mayor comenzó a besar él cuello de su pareja mientras deslizaba una de sus manos a la entre pierna de el peliazul, dándose cuenta que no llevaba ropa interior, el muchacho sabía a que iba.

Aprovechando que el vestido de maid tenía unos botones en la parte de arriba, los desabrochó para acceder al pecho del menor. Con su otro mano frotó uno uno de los pezones de Stu, apretándolo entre sus dedos. La mano que estaba en la entre pierna no se quedó atrás, pues comenzó a masturbar al menor. No había cosa más exitante para Mudz que ver cómo su novio disfrutaba de lo que él le hacía. Es por eso que el menor no tardó en percatarse de una prominencia que crecía entre las piernas de Nicalls.

Por no demoró en correrse, pero sentía injusto que fuera solo él. Así que se levantó del regalazo de Nicalls tomándole de la mano, jalandolo para llevarlo a dónde el quería...

— ¿Qué sucede cariño? — preguntó confundido el mayor.

— ¿Creés que no me he percatado de eso? — respondió Pot señalado la notable erección de Nicalls.

— Ha eso — dijo Nicalls — Vamos Honey, no es como si nunca la has visto.

— Solo ven maldita sea — respondió algo molesto Pot jalando a Nicalls a la cama.

— ¿Qué piensas hacer cariño? — preguntó con curiosidad el mayor quién fué empujando a la cama mientras el peliazul se sentaba nuevamente en su regazo.

— Ayudarte con esto, ¿Qué no es obvio? — dijo rozando con su dedo el miembro de Nicalls por encima del pantalón.

El mayor se acostó en la cama, mientras miraba como el menor desabrochaba su pantalón. Nicalls aprovecho a tocar un poco más el cuerpo de Pot. Acariciaba las piernas del menor, llegando disimuladamente hasta el trasero de este, apretándolo. Con lujuria introdujo uno de sus dedos en el trasero del más joven, haciendo que esté tuviera un espasmo de sorpresa, que ni siquiera termino de hacer lo que había empezado, Mudz metió un segundo dedo, haciendo que Pot gimiera y se recostara en su pecho.

𝕯𝖊𝖑𝖎𝖌𝖍𝖙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora