El sol se ocultaba, eran como las cuatro o cinco de la tarde, era una tarde de procrastinación. Murdoc y Noodle se encontraban procrastinando precisamente, estaban apostando cosas tontas, derrochando dinero a lo meco.
— A ver, te apuesto cinco dólares a qué nunca has estado en un ritual — apostó la japonesa.
— Se te olvida que soy satanistas, yo mismo hago mis propios rituales — respondió confiado Nicalls — Así que perdiste, pagá.
— Diablos lo olvidé — se quejó Noodle pero igual pago la deuda — Te toca.
— Veamos — pensaba el mayor — Te apuesto diez dólares a qué no puedes decir la letra "P" con la boca cerrada.
La japonesa lo intento, sin lograrlo, a lo que Mudz se rió por la inocencia y el dinero fácil que había ganado.
— No puedo creer que lo hicieras — seguía burlándose Nicalls — A ver paga niña.
Noodle pagó indignada, el mayor le estaba ganando y no estaba dispuesta perder ese dinero, así que se le ocurrió un plan malicioso, no por algo Murdoc la termino de criar como su hija, pegándole algunas malas mañas.
— Te apuesto venite dólares a que eres Furro — apostó la menor con un plan en mente.
— ¿Enserio?, Te gusta perder el dinero ¿Verdad Maruchan? — preguntó confíado de si mismo — La respuesta es clara, no lo soy.
— ¿Seguro de lo que dices?
— Cien porciento seguro — el mayor extendió su mano para cobrar su apuesta — Además pinshe gente dañada.
— Estoy segura que eres Furro, así que te propongo algo.
— Te escucho.
— Tienes hasta mañana para comprobar que no eres Furro, si no lo eres te pagaré y si lo eres me pagarás.
— Y ¿Cómo se supone que lo demuestre?
— Eso ya lo verás, pero te aseguro que perderás la apuesta, así que no te confíes demasiado.
— No creo, es más subo la apuesta a cuarenta dólares.
— ¡Genial!, Acepto — dijo Noodle levantándose de su asiento para arreglar algunas cosas — Ya verás, yo sé que eres Furro Nicalls.
— Sigue soñando Maruchan — respondió Murdoc.
Mientras tanto Noodle ya había pensado en todo, esos cuarenta dólares iban a ser suyos si o si. Cómo se preguntarán ustedes, simple ella sabía la debilidad de Murdoc, alguien a quien jamás le diría que no.
— Noodle, ¿Podrías recordarme porque estoy vestido así? — preguntó confundido Stuart.
— Es simple+++, solo tienes que seducir a Murdoc y listo — Sonrió la japonesa — A demás seduces a Murdoc con tu existencia misma, no debe ser difícil.
— Eso no responde mi pregunta, ¿Por qué precisamente así?
— Pues, para demostrar que Murdoc es Furro.
— ¿Solo por eso?
— Sip, además de que te quejas, si es una manera de experimentar cosas nuevas con tu novio.
Stuart se quedó en silencio, pues la japonesa tenía razón.
— Solo unos ajustes y listo, ¿Te gusta? — preguntó Noodle mostrándole cómo se miraba en el espejo al peliazul.
— Debo de decir que es muy Furro de tu parte, pero quedó bien.
El plan de la chica era provocar a Murdoc usando de carnada a Pot, ahora bien, ¿De qué manera demostraría que Mudz era Furro con todas las letras?, Vistiendo a Stuart como uno. El chico llevaba puesto un crop top blanco de tirantes con un corazón en el centro, una falda corta rosada con blanco que llevaba como accesorios una colita blanca, también llevaba unas medias blancas que le llegaban hasta los muslos, tapando lo que la falda no hacía, sin olvidar un choker que tenía un cascabel en forma de corazón, y las infalibles orejas de gato blanco, cabe aclarar que pensó en todo pues también le puso unos guantes en forma de patitas de gato del mismo color, haciendo ver tan linda a Pot. Definitivamente no perdería esa apuesta.
La chica salió feliz de la habitación, dejando al peliazul ahí, fué a llamar a Murdoc para que cayera justo en su trampa.
— Murdoc, Stu te estaba buscando para que le ayudes con algo — decía con una sonrisa perversa.
— ¿En dónde está? — preguntó el mayor.
— En su habitación creo.
— Ya veo — un pensamiento sucio paso por la mente de Nicalls — Stu necesita mi ayuda, y está en su habitación.
— Sip.
— Ve a tu cuarto y pon tus audífonos a todo volumen niña, hazme caso — si pensarlo dos veces subió corriendo rumbo a la habitación de Stuart.
Corriendo lo más rápido que puedo entro a la habitación de Stuart de un portazo, para llevarse la sorpresa de encontrar a su novio medio Furro, pero se miraban tan hermoso y violable.
— Mi..miau~ — expreso el menor algo apenado.
Murdoc lo miró de arriba a bajo, tapándose la nariz, por una posible hemorragia, al ver esa escena.
— Fué idea de Noodle, ella me vistió así — se excusó el peliazul.
Nicalls no argumento nada, seguía estupefacto, ante los encantos de su novio.
— Acepté, porque creí que te gustaría — Stuart se calló por un segundo — ¿Te gusta?
— ¿Bromas?, ¡Me encanta! — respondió el pelinegro, mientras cerraba la puerta y caminaba hacia su pareja, quitándose la camisa y desabrochado su pantalón.
Empujó al menor a la cama alzando las manos de este, besándole de manera ruda. Con una mano mantuvo las manos de Pot arriba y su otra mano se metía por debajo de la falda del menor. Quitó la ropa interior del peliazul, tomó el miembro de este y lo comenzó a masturbar, soltó las manos del susodicho y este se aferró a la espalda del pelinegro.
Nicalls levanto la crop top, para poder lamer los pezones del menor, mordiendo uno de ellos para dejar su marca en aquel pecho blanquecino. Se detuvo un momento para ver a Stuart, se miraba tan lindo con esas orejitas, cómo era posible que Pot se miraba bien con todo. Ya había esperado lo suficiente, ya su erección estaba empezando a doler, necesitaba estar a dentro de Stu ahora mismo.
Con una mirada le dió entender al menor que tenía que ponerse en cuatro ahora, a lo cual obedeció. Nicalls levanto un poco la falda para poder apreciar el trasero de su novio, y se percató de que la cola en realidad era un dildo pequeño, esa niña había pensado en todo. Con lujuria introdujo el dildo en la entrada de Pot y comenzó a penetrarlo con el aparato, introduciendolo con velocidad.
Para calentar un poco las cosas le dió una nalgada al menor, dejando su mano marcada su mano en el trasero del peliazul. Pero, Mudz iba a llevar a otro lado el placer, pues no es que tuviera celos de una cola, pero el podía hacerlo mejor. Tiró la cola por algún lado, eh introdujo el suyo comenzando con el ajetreo, pero no evitó acariciar la cabeza del menor.
— Mudz~, Creí que no eras agh~ Furro — dijo el peliazul.
— Por ti soy lo que tú quieras — respondió el pelinegro.
Y no crean que aquí termino la cosa, pues ésto se extendió en toda la noche.
A la mañana siguiente Murdoc se levantó fresco, listo para tomar una ducha, pero antes le dió un beso en la frente a su novio y lo cubrió con la cobija. Salió del cuarto para encontrarse con Noodle afuera en el pasillo.
— ¿Y entonces? — dijo confiada la chica.
— Tu ganas, con trampa, ya que usaste a mi novio para ganar, pero ganaste — aceptó Mudz.
— Bueno aprendí del mejor, aunque creí que era gente dañada.
— Si estoy dañado, no es nada nuevo.
— Paga — extendió la mano Noodle.
— Aquí hay cuarenta, pero te doy el doble si consigues más de esos trajes para Stu.
— De una — acepto.
— ¡Murdoc! — escuchó como su novio lo regañaba desde el cuarto.
Conclusión, Murdoc es Furro señores...
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Créditos a: VethFlores
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𝕯𝖊𝖑𝖎𝖌𝖍𝖙
FanfictionBuenas buenas! Nos alegra iniciar ya el mes de octubre, y gracias a eso nos uniremos a Kinktober, junto con @tom_lucitor o mejor conocida como Lady D, mi hermana; haremos una colección de 31 OS para el presente mes sin falta. La pareja elegida "S...