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La pelinegra de ojos azules veía su hijo ir y venir, murmurando demasiadas cosas que ella no lograba entender, tenía ganas de pedirle que dejara de arruinar su alfombra, pero ella era una mujer inteligente. — Ya lo decidí.

— ¿Qué cosa?

— Iré a ese lugar, tengo que traer a Takemichi de regreso. — Wakasa ignoró la expresión de su madre ante su idea.

— No puedes hacer eso, estarías rompiendo tu compromiso con mi nieto, él se esforzó demasiado por ir a ese lugar.

— ¿No me escuchaste? ¡Tu nieto está en la residencia de los Sano!

— Ajá, lo escuché, llevas repitiendo eso desde altas horas de la noche.

— ¿No te importa? — La pelinegra suspiro, le pidió a su difunta pareja que le diera paciencia para lidiar con su hijo.

— Me importa, pero se realista, es imposible que Takemichi o el mismo Shinichiro sepan la verdad. Dime, ¿cómo van a sospechar si ninguno de los dos lo sabe?

— Shinichiro estuvo contestando del teléfono de Takamichi, ayer no pude hablar con mi hijo.

— ¿Realmente te preocupa más que se enteren a saber si tu hijo está bien? — Wakasa se congeló por un instante, había cometido un gran error, su madre suspiró y sacó su celular, llamando y colocando en altavoz su llamada, que rápidamente fue aceptada.

> ¡Abuela!

— Hola mi amor, ¿cómo estás?

> ¡Estoy en un parque de diversiones con mis amigos! Espera, dame un segundo. ¡Chifuyu ven a saludar a mi abuela! — Wakasa no pudo evitar sonreír ante la emoción de su hijo. — ¡Buenos días, soy Chifuyu, amigo de Takemichi y estamos en un parque de diversiones con Takemichi! — La emoción del otro adolescente era también notoria.

— Hola Chifuyu, soy la abuela de Takemichi, gracias por cuidar de mi nieto.

> ¡Gracias por dejarlo venir! — Los presentes rieron al escuchar las voces de los menores gritar con euforia al ver un juego mecánico de su interés.

— Bueno, voy a colgar, sigan divirtiéndose.

> Esperé, deje le pasó a Takemichi. — La línea quedó en silencio unos segundos, que fueron rápidamente reemplazados por la voz del ojiazul. Abuela.

— Te llamaré después, pero antes, ¿estás feliz?

> ¡Estoy muy feliz! ¡Abuela todos han sido muy amables conmigo y me hicieron una fiesta de bienvenida y Sano-san me trata muy bien al igual que sus hermanos, ayer hice una pijamada con Mikey-kun! — La mujer observó a su hijo, parecía que el solo nombrar a Shinichiro le hacía encogerse en su lugar, cómo un criminal que desea huir de su pecado. — Aunque Sano-san insiste en darme dinero, sé que no debería aceptarlo, pero pone una expresión tan lamentable y me siento mal al hacerlo, pero no le digas a papá que acepté dinero de él, sabes que podría enojarse y venir por mi, realmente quiero estar aquí el tiempo que acordamos.

— Ay mi amor, yo no voy a ser cómplice, tú papá es tú papá y debes ser honesto con él, recuerda que ustedes acordaron que no debían haber secretos entre ambos, ¿cómo crees que se sentiría tu papá al enterarse que le ocultas algo?

> Mal. — Un suspiro se escuchó al otro extremo de la línea. — Tienes razón abuela, disculpa por eso, cuándo mi papá me llame le confesaré eso, no quiero guardarle nada, además, es bien sabido que ningún secreto dura poco.

Consanguineidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora