49. Hacerlo Interesante

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—¿Te gusta mi cuerpo? —Preguntó él de la nada, somriendo con diversión al sentir la incrédula mirada del menor sobre él.

—¿Por qué preguntas esas cosas de la nada? —Cuestionó el azabache acomodando su cuerpo sobre la cama.

—No has dejado de acariciar mi espalda baja desde que nos metimos a la cama —Acusó él apoyando su mejilla sobre el hombro del mayor, cerrando sus ojos por unos segundos.

—Recuérdame por qué terminé aceptando esto...

El rubio soltó una suave risa mientras levantaba su cabeza del hombro del mayor, se encontraba demasiado concentrado en acariciar la mano de este mientras sentía la calidez del cuerpo ajeno contra la piel desnuda de su torso, quería decirlo, estaba realmente fascinado con todo aquello, pero Jaemin no iba a dejar de quejarse o de burlarse de él si llegaba a hacerlo.

—Tienes que responderme —Dijo él sonriendo levemente mientras acercaba su rostro al del menor, uniendo sus labios fugazmente—. ¿Te gusta mi cuerpo? A mi me gusta el tuyo —Murmuró mientras deslizaba su dedo índice sobre el abdomen del menor por encima de la sudadera que este llevaba puesta.

—No te da pánico pensar que tal vez acarició esa zona en específico porque la deseo... tal vez un poco más abajo —Murmuró el azabache alzando levemente su ceja mientras sonreía al ver el repentino cambio de expresión en el mayor, girando su cuerpo para darle la espalda—. Gané...

—No, no ganaste —Intervino él tomando el brazo del azabache para volver a recostarlo sobre la cama, viendolo fruncir su ceño mientras él lo observaba fijamente—. No pensé que... te gustará hacer de ambos.

—¿Te refieres a ser versátil? —Preguntó el menor conteniendo una gran carcajada al ver el ruborizado rostro del mayor mientras asentía—. Soy bien versátil —Aclaró este recalcando su voz en la segunda palabra, incorporando un poco su cuerpo mientras reía suavemente.

—No te burles... —Dijo él mientras incorporaba su cuerpo para poder sentarse y cruzar sus piernas mientras el azabache lo imitaba.

—Son las doce de la noche, nos acostamos hace una hora y seguimos despiertos, simplemente deberíamos dejar el tema, no es tan importante...

—Si lo es —Murmuró él mirandolo con algo de vergüenza al verlo sonreir levemente—. Para mí lo es, tu te sientes inseguro de que diga algo por haberte acostado conmigo, y no lo haré, jamás —Aclaró de inmediato, pasando una mano por su cabello con nerviosismo—. La cosa es que yo... quiero que confíes en mi, si dejo que lo hagas entonces estaríamos igual, podrías confiar en mí.

—Jeno, déjate de estupideces...

—Deja de fingir como si no te importara —Acusó él abriendo levemente sus ojos, viendo al menor fruncir el ceño—. Si de verdad quieres hacerlo entonces hazlo, no me voy a oponer, solo... ten en mente que jamás lo he hecho de esa manera.

—Si lo que quieres es que confie en ti con el tiempo lo haré, no es necesario que hagas eso, es como si te sintieras obligado, aparte... creo que para mi depende mucho de la situación y de la persona —Murmuró Jaemin desviando su mirada mientras jugaba con sus manos.

—...¿Me vas a explicar que quieres decir con eso?

—Bueno, básicamente no es como que vaya a decidir ser el de arriba solo porque si, me fijo en el momento y en la persona, como si leyera el cuarpo de mi acompañante —Explicó el menor algo avergonzado, haciendo una mueca con sus labios—. Tu cuerpo es más grande que el mío, tu forma de actuar también es más dominante y fuerte que la mía...

—Contigo no siempre lo soy —Intervino él acercándose para volver a recostar al menor sobre la cama, colocándose sobre él pero sin llegar a aplastarlo.

—Siempre eres así... supongo que es me impide pensar en siquiera intentar hacer algo diferente —Confesó el azabache sonriendo levemente.

—Si quieres hacerlo no me voy a oponer, solo... te suplico que tengas piedad en ese momento —Dijo él algo avergonzado, riendo sobre los labios del menor antes de darle un suave beso.

Jaemin sonrió entre beso, sintiendo el cuerpo ajeno pegarse al suyo mientras la mano del mayor se colaba en su sudadera, comenzando a deslizarla hacia arriba mientras se encontraba completamente sumergido en la agradable sensación de sus labios acariciándose entre si, subiendo de intensidad con cada roce que se formaba entre sus cuerpos, logrando erizarle la piel por completo mie tras que él se dedicaba a deslizar sus manos por la amplia espalda del mayor, acariciando su cintura de vez en cuando, presionando esta con nada de sutileza como advertencia; sintiendo de repente la mano de este colarse en su pantalón, recorriendo su glúteo hacia bajo provocando que pantalón de chándal comenzara a bajarse.

—Eres realmente molesto —Se quejó él alzando su cadera para terminar viendo al mayor sonreír con  diversión mientras se deshacía de su ropa.

—No tenía planeado hacerlo, gracias por la invitación —Murmuró él quitándose rápidamente sus propias prendas, aunque tenia la mala costumbre de dormir solo con un pantalón.

—¿Por qué no llevas ropa interior? —Cuestionó él soltando una carcajada mientras se quitaba la sudadera que llevaba puesta.

—Por si se presentan situaciones como esta —Bromeó el rubio alzando una de sus cejas de manera seductora—. No es cierto, supongo que me acostumbre a no utilizarlo para dormir...

—¿Por qué? ¿Mucho sexo se te olvido?

—Mejor cállate.

Exigió el mayor sonriendo ampliamente mientras se acercaba para volver a unir sus labios, dejando sus piernas entrelazadas, permitiéndose deslizar sus manos por la calida y suave piel del menor, el beso se sentía tan húmedo y es que luego de la burla de Jaemin parecia que se lo había tomado demasiado enserio, atreviéndose a deslizar su lengua dentro de la boca ajena solo con intenciones de molestarlo producto de sus propias palabras, pero al final terminaba siendo correspondido, y terminaban volviéndose un completo caos, donde ninguno de ellos era el ganador y es que tampoco les importaba a ese punto.

Los labios del azabache se abrieron levemente, conteniendo la respiración mientras él desviaba su rostro hasta el cuello del menor, comenzando a besarlo con cuidado de no dejar marca alguna que fuera a incomodarlo mientras deslizaba se empujaba con lentitud en el interior del azabache, dejando escapar un suspiro cuando estuvo dentro de él por completo, sonriendo sin poder evitarlo cuando se encontró con aquellos celestinos ojos observándolo fijamente.

—Te odio —Susurró esté sintiendo la mano del mayor pasarse por dejabo de su cintura para poder ser acomodado sobre el colchon, casi dejando su cabeza perdida entre las almohadas.

—No es cierto —Murmuró el rubio soltando una suave risa mientras apoyaba su cuerpo sobre uno de sus brazos mientras deslizaba su mano libre por el abdomen del ojiazul.

—No te odio, pero digamos que sí para hacerlo más interesante.

—No te odio, pero digamos que sí para hacerlo más interesante

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