04. Mirada Expresiva

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La mano de la castaña se deslizaba por sus claras hebras, su mirada se encontraba completamente perdida en el libro que leía a medias, deslizando su hoja tras hoja, prestándole casi nada de atención más que a las fotografías y dibujos que aparecían en cada una de ellas, de repente una mano se colocó de golpe sobre la suya, deteniéndola cuando se disponía a cambiar de página.

Un suspiro escapo de sus labios mientras volteaba a ver a la chica con una notoria expresión de agotamiento, aunque a ese punto ya no sabía si era mental o físico, solo sabía que se sentía demasiado mal como para siquiera quejarse en ese momento.

—¿Qué sucede? —Preguntó ella alzando una de sus cejas mientras sonreía ampliamente.

—Nada... ¿No deberías estar en clases? —Quiso saber él mientras desviaba su mirada.

—¿Quieres que me vaya? —Cuestionó ella alzando un poco sus cejas, algo indignada con la pregunta del mayor.

—No, pero tal vez deberías de prestarle más atención a tus clases en lugar de querer pasar todo tu tiempo conmigo...

—¿Puedo saber que te sucede? ¿Acaso te estas aburriendo de mí? —Reclamó la castaña frunciendo el ceño mientras incorporaba su cuerpo, sin dejar de observarlo fijamente—. Jeno...

—Karina, basta, por favor —Interrumpió él levantando una de sus manos hacia la castaña haciendo una mueca.

La castaña estuvo a punto de protestar cuando la puerta de la sala de estudio fue abierta, Jeno acomodó su cuerpo sobre la silla mientras levantaba su mirada hacia aquel lugar, conteniendo las ganas de bufar al ver entrar a quien menos deseaba ver a esa hora de la mañana, la tarde anterior había sido demasiado disgusto como para empezar un nuevo día viéndolo otra vez.

Una pequeña risa se escuchó a su costado, haciéndolo desviar su mirada del chico que pasaba frente a la mesa, aquél que no había despegado sus celestes ojos, no le gustaba la intensidad con la que aquellos ojos claros provocaban en él, no sabía cómo es que de un momento aquellos brillantes ojos habían comenzado a hacerlo sentir como si indagaran en él, como si lo juzgarán, Jaemin era capaz de expresar demasiadas cosas con una sola mirada y no le agradaba eso.

—Es tan ridículo —Se mofo la castaña con una sonrisa llena de burla, desviando su mirada de aquel chico hasta él—. Na Jaemin, de verdad sueña con obtener más de tu atención ¿No amor?

Jeno hizo una pequeña mueca mientras pasaba dos de sus dedos por el puente de su nariz, haciendo una mueca con sus labios, sintiéndose ajeno a la situación y limitándose simplemente a escuchar a la chica.

—Después de todo el tiempo que ha pasado, sigue perdidamente enamorado de ti —Dijo ella haciendo un infantil puchero mientras se acercaba a la mesa en la cual se encontraba aquel chico, con su mirada fija sobre el libreto que tenía en sus manos—. Dime Jaemin ¿Tanta envidia me tienes que te inventas ese tipo de cosas?

El azabache alzo una de sus cejas y presionó levemente sus labios, intentando no decir alguna de sus estupideces delante del rubio, quien permanecía en silencio, tomando sus cosas algo aturdido, sus ojos no dejaron de observarlo, y es que la castaña ni siquiera le había prestado atención a lo pálido que lucía el mayor en ese momento, sus oscuros ojos se encontraron fugazmente con los suyos, logrando preocuparlo cuando este se levantó de la silla para salir de allí.

—Amor no te vayas, hay que aclarar esto ahora —Demandó ella tomando la mano del rubio, quien detuvo sus pasos soltando un entrecortado suspiro.

—Ahora no Jimin, necesito salir de aquí —Dijo el mayor tratando de soltarse sin ser brusco.

—No, hay que aclarar esto...

—Maldición, déjalo ir —Se quejó el azabache levantándose mientras golpeaba la mesa con su mano, dejándose llevar por lo preocupado que se encontraba al ver el estado de aquel chico.

—¿Disculpa? ¿Quién te crees para hablarme así? —Cuestionó ella abriendo sus ojos, centrándose en él, sin notar que el rubio se alejaba rápidamente para salir de allí.

—Deberías darte cuenta de que no está bien, vaya novia... oh, espera, olvidaba que no eres su novia —Dijo él tomando sus cosas para poder salir de allí.

—¡Jaemin te odio! —Exclamó Jimin golpeando el brazo del chico mientras lo veía pasar frente a ella, soltando un grito mientras lleva de manera histérica ambas manos a su cabello cuando vio desaparecer por el pasillo.

Jaemin camino entre las mesas, escuchando las quejas de parte del mayor mientras caminaba rápidamente detrás de él, ambos cruzaron las puertas de la cafetería y comenzaron a caminar por el pasillo para dirigirse al ascensor e ir en busca de su ami...

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Jaemin camino entre las mesas, escuchando las quejas de parte del mayor mientras caminaba rápidamente detrás de él, ambos cruzaron las puertas de la cafetería y comenzaron a caminar por el pasillo para dirigirse al ascensor e ir en busca de su amiga peliazul, la cual en cualquier momento saldría de clases.

—¡Shotaro! —Exclamó él al ver al chico entrando al salón, rápidamente se acercó a él y con una enorme sonrisa encantadora preguntó—. ¿Ryujin está dentro?

—Hola, estoy muy bien Jaemin —Dijo el japonés soltando una pequeña risita mientras desviaba su mirada hacia el chico que lo acompañaba—. Hola Renjun.

—Hola Shotaro —Dijo el de cabello bicolor sonriendo ampliamente mientras se cruzaba de brazos—. ¿Será que Ryujin si esta?

—No, la vi salir hace un momento con Yeji, Kazuha y Rei, no creo que tarden, el maestro solo nos dio diez minutos —Explicó el de cabello castaño cenizo mie tras sonreía.

—Increíble... —Murmuró él haciendo una pequeña mueca, volteando a ver al de cabello cobrizo de inmediato—. Muchas gracias por tu ayuda Shotaro

—Está bien, nos vemos —Dijo el menor dedicándoles una tímida sonrisa para luego entrar al salón.

—Ahora si me dirás —Atacó el mayor golpeando su brazo haciendo que este volteara a verlo.

—Necesito que Ryujin le pregunte a DongHyuck por Jeno —Murmuró él haciendo una mueca con sus labios.

—¿Para qué? Todo este alboroto por él —Bufó Renjun rodando sus ojos, mientras que llevaba ambas manos a su rostro.

—No lo entiendes...

—No, no lo entiendo, ahora explícame —Exigió el mayor volviendo a mirarlo esta vez un poco más tranquilo.

—...No puedo —Murmuró él desviando su mirada de inmediato.

Jaemin podía ser un idiota, podía tenerle mucha confianza a Renjun, pero no podía decirle lo que sucedía y es que tampoco podía ir directamente con Jeno para saber si se encontraba bien, hace mucho que había tenido que obligarse a no hacer nada si lo veía en alguna situación así, yo no era el amigo que lo salvaba en sus peores momentos.

Saekki •NoMin• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora