28. Niño Débil

884 117 9
                                    

El aroma a melisa fue lo primero que llego a sus fosas nasales cuando salió del baño, dirigiendo su mirada por toda la habitación en busca del menor, encontrando lo de pie junto a la amplia ventana que había allí, la cual fue cerrada al notar su presencia, el azabache giro hacía él y fue hasta la cama, tomando asiento sobre esta mientras veía al mayor imitarlo.

-Te hice una infusión, te ayudara a calmarte -Dijo Jaemin mientras jugaba con sus manos sobre su regazo.

-Gracias.

-¿Por qué no respondias los mensajes y llamadas? -Quiso saber el menor mientras se levantaba, dándole la vuelta a la cama para detenerse junto rubio, tomando la toalla que este sostenía entre sus manos.

-No sentía ganas de hablar con nadie -Comentó él recibiendo la taza que el menor le extendía.

-¿Qué paso? -Preguntó el azabache mientras empezaba a pasar la toalla sobre el cabello del mayor.

-...Mi abuela murió, mi familia es un completo desastre y Jimin esta loca -Murmuró él cerrando sus ojos mientras inclinaba su cabeza, observando con atención la taza que tenia entre sus manos.

Jaemin dejo escapar un suspiro mientras tomaba asiento detrás de este, sintiendo la espalda del menor apoyarse contra él mientras este sollozaba débilmente, colocando su cabeza junto a la de este mientras se atrevía a abrazarlo con cuidado, deslizando su mano por el claro cabello del mayor.

-Por eso no aparecías...

-No tenía ganas de hacerlo -Murmuró este negando suavemente mientras soltaba una pequeña risa sin ganas-. Estaba... intentando ser de apoyo para mi hermano, intentando que mis tios no me vieran débil como hace unos años, solo...

-Entiendo -Murmuró el azabache observándolo con atención-. De verdad lo siento...

-No es tú culpa, nada de esto jamás a sido tú culpa Jaemin -Comentó él girando su rostro para verlo fugazmente-. Solo quiero saber algo...

-¿Qué cosa?

-¿Podrías olvidar lo mucho que me desprecias... solo por hoy? -Pidió el mayor sin molestarse en limpiar las rebeldes lágrimas que escapaban de sus ojos-. Eres la única persona en quien de verdad confío, solo necesito sentir a alguien de verdad me entienda

Jaemin bajo su mirada mientras asentía levemente, cerrando sus ojos al sentir la frente del menor apoyarse en el costado de su rostro, escuchándolo sollozar mientras él contenía las ganas de llorar, intentándo verse fuerte para él.

-Deberías descansar -Murmuró el azabache mientras pasaba su mano por el cabello del mayor-. Toma el agua de melisa ¿si?

El azabache se levanto de la cama, viendo al mayor levantarse mientras llevaba la taza hasta sus labios, bebiendo de esta en silencio, viendo al menor ir hacia la cama para abrir un lado de esta, corriendo las cobijas para que el mayor pudiera acostarse allí, dirigiéndose hacia el closet poco después para poder tomar una camiseta y cambiarse la que sudadera que tenia puesta la cual se habia humedecido con su repentina salida para encontrarse con el mayor.

Una vez que termino el agua, dejo la taza sobre la mesita de noche y se dispuso a tomar asiento sobre la cama, viendo al menor observarlo desde el otro extremo de la habitación, con su mano en el regularizador para terminar apagando la luz, dejando encendida solo la lámpara de la mesita de noche, permitiendole ver al rubio como se acercaba a los pies de la cama para tomar su sudadera humeda e ir a dejarla al cesto de ropa que tenía en el baño y volver a salir cerrando la puerta del baño detrás de él.

-Descansa -Pidió Jaemin mientras pasaba sus manos nerviosas por la camiseta que llevaba puesta.

-Ven a la cama...

-No... Y-yo -Murmuró él negando levemente mientras desviaba su mirada-. Dormiré en la habitación de mis padres, así puedes estar tranquilo.

-Entiendo, esto es difícil para ti, no debi venir, lo siento -Dijo el mayor asintiendo levemente mientras se levantaba de la cama, pasando una de sus manos por su mejilla-. Gracias por intentarlo...

-No es eso -Aclaró él negando levemente mientras colocaba au cuerpo delante de la puerta-. Solo quiero que descanses...

-Si, pero no puedo hacerlo... cada vez que lo intento mi cabeza se encarga de hacer que se me haga imposible siquiera pueda cerrar un ojo -Murmuró Jeno desviando su mirada, presionando sus labios con fuerza mientras sintiendo el doloroso nudo que no desaparecia de su garganta.

-No quiero que te vayas...

Jaemin negó levemente mientras lo observaba con nerviosismo, sabía que en cualquier otra situación aquello hubiera resultado demasiado humillante para él, pero ni siquiera era capaz de pensar correctamente en lo que decía, jamás había visto a Jeno así y a pesar de lo que hubiera pasado antes entre ellos, él no era capaz de actuar como un idiota, mucho menos con él.

El azabache de manera titubeante se atrevió a envolver la muñeca del mayor con su mano, caminando hacia la cama para poder entrar a esta y meterse bajo las cobijas, observando con atención al mayor, quién entro junto a él, acomodándose de lado, observándolo con atención mientras acomodaba las cobijas sobre su cuerpo, acercándose al menor de manera que su cabeza quedo sobre el hombro de este, permitiéndose soltar un suspiro mientras sentía los brazos de azabache envolverlo, comenzando a dar suaves caricias en su cabello.

-¿Por qué no hiciste esto cuando murió tu abuelo? -Quiso saber él mientras apoyaba su mejilla contra la cabeza del mayor-. Sabes que hubiera actuado de la misma manera que ahora.

-Estaba aterrado... no merecía que estuvieras para, ni siquiera lo merezco ahora, aún así, estoy aquí como si fuera un niño que quiere huir de sus problemas -Murmuró el mayor mientras se aferraba a la cintura de este, cerrando sus ojos mientras soltaba un suspiro.

-No esta mal ser un niño a veces, no siempre tienes que ser el chico rudo y fuerte que aparentas -Dijo él mientras dejaba que sus dedos se perdieran en la larga cabellera rubia del mayor-. Se que no te agrada escucharlo... pero te conozco, se que detrás de la fachada que tienes eres como un niño, créeme que el verdadero tú es muchísimo más valioso que cualquier estatus que quieras mantener...

Jaemin guardo silencio al sentir al mayor moverse, parpadeando de manera nerviosa cuando este apoyo su cabeza junto a la suya, demasiado cerca para su acelerado corazón.

-Ya ni siquiera me importa la imagen que puedan tener de mí, soy un completo desastre -Susurró Jeno levantando su mano para acariciar la mejilla del menor.

-Debio ser así desde un principio -Acotó él haciendo una pequeña mueca con sus labios, sin despegar su mirada de los oscuros ojos del mayor.

-No me mires así -Pidió el rubio cerrando sus ojos mientras apoyaba su frente contra la del menor.

-Eres tan débil...

Saekki •NoMin• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora